Descubrí y leí esta novela tras haber leído El tatuador de Auschwitz, obra de la misma autora. Sobra decir que, si decidí seguir leyendo a la autora fue por lo que me gustó su novela previa. En esta novela nos encontramos con la historia de Cilka, uno de los personajes de su novela anterior. En ella encontramos ciertas analepsis que nos retrotraen a la historia y, por ende, a la parte de la vida que Cilka vivió en Auschwitz. En cambio, en este caso la historia se desarrolla en Birkenau. En uno y otro lugar, las condiciones de vida para los prisioneros son durísimas y la muerte se concibe como algo habitual, careciendo la vida del más mínimo valor. Si algo hay que destacar son las condiciones de vida de las mujeres, quienes son violadas habitualmente y tratadas como meros objetos. Me ha gustado mucho el personaje de Cilka, una mujer fuerte y valiente, capaz de sobrevivir ante tanta muerte y de luchar para salir adelante a pesar de tenerlo todo en contra. Esta historia es un canto a la amistad y al amor que supera las condiciones adversas. Una novela muy recomendable para quienes disfruten leyendo historias ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. + Leer más |