La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Quizá en ese momento en alguna parte de mi cuerpo algo se rompió, quizá debería situar ahí el fin de la infancia
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La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Quizá en ese momento en alguna parte de mi cuerpo algo se rompió, quizá debería situar ahí el fin de la infancia
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La amiga estupenda de Elena Ferrante
Cuando pisé otra vez la calle y volví a ir a la escuela, sentí que el espacio también había cambiado. Parecía encadenado entre dos polos oscuros, por un extremo estaba la burbuja de aire subterráneo que presionaba desde las raíces de las casas, la siniestra caverna en la que había caído las muñecas; por el otro estaba el globo allá en lo alto, en el cuarto piso del edificio donde vivía don Achille, que nos las había robado.
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La amiga estupenda de Elena Ferrante
“Sin amor , no solo se seca la vida de las personas, sino también la de las coudades”
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El amor molesto de Elena Ferrante
Yo todavía no lo sabía, pero también experimentaría que la vejez es un animal horrendo y feroz
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El amor molesto de Elena Ferrante
La infancia es una fábrica de mentiras que perduran imperfectamente
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El amor molesto de Elena Ferrante
Mi madre se ahogó la noche del 23 de mayo, día de mi cumpleaños, en el trecho de mar frente a la localidad que llaman Spaccavento.
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La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Para empezar, descubrí que dentro de mí llevaba un vacío capaz de engullir cualquier sentimiento en un tiempo brevísimo
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La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Bastaba con mirar un solo instante a quien tuviese una cara bonita para descubrir que ocultaba infiernos no distintos de los que dejaban traslucir las caras feas y toscas. El esplendor de un rostro, enriquecido, entre otras cosas por la amabilidad, anidaba prometía dolor mucho más que un rostro opaco.
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La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
El tiempo de mi adolescencia es lento, se compone de grandes bloques grises y de repentinas gibosidades de color verde, rojo o violeta. Los bloques no tienen horas, días, meses, años, y las estaciones son imprecisas, hace frío y calor, llueve y luce el sol.
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La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
- Quizá sería todo menos complicado si se dijera la verdad. - La verdad es difícil- comentó con aire sufrido- Cuando seas mayor lo entenderás, es algo para lo que las novelas no bastan. Mentiras, mentiras, los adultos las prohíben y entretanto cuentan muchas |
Un mal nombre de Elena Ferrante
Era incapaz de entregarme a los sentimientos verdaderos. No sabía dejarme arrastrar más allá de los límites. No poseía la fuerza emotiva que había empujado a Lila a hacer lo imposible para disfrutar de se día y de esa noche. Me quedaba atrás, a la espera. En cambio ella tomaba posesión de las cosas, las quería de verdad, se apasionaba con ellas, jugaba al todo o nada, y no temía el desprecio, el escarnio, los escupitajos, las palizas.
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Los días del abandono de Elena Ferrante
Qué complicada y espumosa mezcla es una pareja. Aunque la relación se deshaga hasta desaparecer, continúa actuando por vías secretas, no muere, se niega a morir.
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Los días del abandono de Elena Ferrante
¡Qué error había sido confiar el sentido de mi vida a sus gratificaciones, a sus arrebatos de entusiasmo, al recorrido cada vez más fructífero de su vida! ¡Que error había sido, sobre todo, creer que no podía vivir sin él, cuando desde hacía tiempo tenía serias dudas de que con él estuviese viva!
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Los días del abandono de Elena Ferrante
Fabricamos objetos a semejanza de nuestro cuerpo, un lado encaja con el otro. O los concebimos pensando en ellos unidos como nosotros nos unimos a los cuerpos deseados. Criaturas nacidas de una fantasía banal.
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Los días del abandono de Elena Ferrante
Los hombres, pequeños o grandes, no saben apreciar la belleza auténtica, solo piensan en sus necesidades.
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Los días del abandono de Elena Ferrante
A quien me hace daño, le pago con la misma moneda. Soy el ocho de espadas, soy la avispa que pica, soy la serpiente oscura, soy el animal invulnerable que atraviesa el fuego y no se quema.
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Los días del abandono de Elena Ferrante
Las mujeres sin amor perdían la luz de los ojos, las mujeres sin amor morían en vida.
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La amiga estupenda de Elena Ferrante
Ella era así, rompía los equilibrios únicamente para ver de qué manera recomponerlos
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La hija oscura de Elena Ferrante
Entre mis fantasías más temidas estaba la idea de que pudiera empequeñecer, volver a la adolescencia, a la infancia, ser condenada a vivir de nuevo esas fases de mi vida.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?