![]() |
La niña perdida de Elena Ferrante
Hicimos un largo viaje, soplaba un viento fuerte, llovía a ratos. El paisaje era de una palidez incrustada de herrumbre, pero el cielo se abría a tramos y todo se volvía brillante, empezando por la lluvia.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 113 calificaciones)
/Celebra con nosotros 10 años de la publicación original de la amiga estupenda, la espléndida novela de Elena Ferrante que inició la saga Dos amigas y que ha fascinado a millones de lectores en todo el mundo. 10 años intrigando a más de 30 millones de lectores. #FerranteForever
![]() |
La niña perdida de Elena Ferrante
Hicimos un largo viaje, soplaba un viento fuerte, llovía a ratos. El paisaje era de una palidez incrustada de herrumbre, pero el cielo se abría a tramos y todo se volvía brillante, empezando por la lluvia.
|
![]() |
La amiga estupenda de Elena Ferrante
Cuando pisé otra vez la calle y volví a ir a la escuela, sentí que el espacio también había cambiado. Parecía encadenado entre dos polos oscuros, por un extremo estaba la burbuja de aire subterráneo que presionaba desde las raíces de las casas, la siniestra caverna en la que había caído las muñecas; por el otro estaba el globo allá en lo alto, en el cuarto piso del edificio donde vivía don Achille, que nos las había robado.
|
![]() |
La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Más bien, no me había separado de ella en absoluto, llevaba en la cabeza todas sus palabras, cada gesto, cada expresión de la cara, y no me parecían hechos que acabaran de ocurrir, sino que daba la impresión de que todo estuviese ocurriendo aún.
|
![]() |
Un mal nombre de Elena Ferrante
Era incapaz de entregarme a los sentimientos verdaderos. No sabía dejarme arrastrar más allá de los límites. No poseía la fuerza emotiva que había empujado a Lila a hacer lo imposible para disfrutar de se día y de esa noche. Me quedaba atrás, a la espera. En cambio ella tomaba posesión de las cosas, las quería de verdad, se apasionaba con ellas, jugaba al todo o nada, y no temía el desprecio, el escarnio, los escupitajos, las palizas.
|
![]() |
Los días del abandono de Elena Ferrante
Qué complicada y espumosa mezcla es una pareja. Aunque la relación se deshaga hasta desaparecer, continúa actuando por vías secretas, no muere, se niega a morir.
|
![]() |
La vida mentirosa de los adultos de Elena Ferrante
Bastaba con mirar un solo instante a quien tuviese una cara bonita para descubrir que ocultaba infiernos no distintos de los que dejaban traslucir las caras feas y toscas. El esplendor de un rostro, enriquecido, entre otras cosas por la amabilidad, anidaba prometía dolor mucho más que un rostro opaco.
|
![]() |
Los días del abandono de Elena Ferrante
¡Qué error había sido confiar el sentido de mi vida a sus gratificaciones, a sus arrebatos de entusiasmo, al recorrido cada vez más fructífero de su vida! ¡Que error había sido, sobre todo, creer que no podía vivir sin él, cuando desde hacía tiempo tenía serias dudas de que con él estuviese viva!
|
![]() |
Las deudas del cuerpo de Elena Ferrante
Dios crea al hombre Ish, y le insufla en las narices el hálito de la vida. Después forma a Ishá, la mujer, con la materia masculina moldeada, materia que ya no está en bruto, sino viva, y que toma del costado de Ish, cerrándole enseguida la carne. El resultado es que Ish puede decir: Esta cosa no es, como el ejército de todo lo creado, ajeno a mí, sino que es carne de mi carne, hueso de mis huesos. Dios la ha creado de mí. Me ha fecundado con su hálito de vida y la ha extraído de mi cuerpo. Yo soy Ish y ella es Ishá. En la palabra ante todo, en la palabra que la nombra, deriva de mí que soy a imagen del espíritu divino, que llevo dentro su Verbo. Así pues, ella es un puro sufijo aplicado a mi raíz verbal, puede expresarse solo dentro de mi palabra.
|
![]() |
Las deudas del cuerpo de Elena Ferrante
Un hombre, salvo los momentos locos en los que lo amas y se mete dentro de ti, se mantiene siempre fuera. Por eso, después, cuando ya no lo amas, te irrita incluso el hecho de pensar que alguna vez lo quisiste. Yo le gusté a él, él me gustó a mí, punto. Me ocurre varias veces al ía que alguien me guste. ¿A ti no? Dura un poco, luego se me pasa. Sólo queda el niño, es una parte de ti; el padre, en cambio, era un extraño y vuelve a ser un extraño. Ni siquiera su nombre tiene ya el sonido de antes (….) no hacía más que repetirlo para mis adentros en cuanto me despertaba, era una palabra mágica. Pero ahora es un sonido que me entristece.
|
![]() |
Los días del abandono de Elena Ferrante
Fabricamos objetos a semejanza de nuestro cuerpo, un lado encaja con el otro. O los concebimos pensando en ellos unidos como nosotros nos unimos a los cuerpos deseados. Criaturas nacidas de una fantasía banal.
|
Soy una criatura híbrida, mitad hombre mitad caballo.