La cara norte del corazón de Dolores Redondo
Como solía ocurrir, había encontrado todo lo que no buscaba. Cajas de ropa que vistió una vez por las calles de París, toneladas de apuntes tomados a mano y en francés de sus tiempos como estudiante de psicología; libros que llenaron las estanterías de la casa que compartió con el hombre que amaba. Adornos y recuerdos que una vez significaron mucho y que ahora observaba con la distancia y la nostalgia de una vida vivida en un tiempo anterior, tan lejana e irrecuperable como si por medio hubiese renacido en una nueva reencarnación.
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