Novela histórica con todos los ingredientes para que sea una delicia leerla. Ambientada en el Japón Medieval y siguiendo los pasos de un samurái, nos adentramos en una historia de venganza, honor e intriga. 5 estrellas bien merecidas.
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Novela histórica con todos los ingredientes para que sea una delicia leerla. Ambientada en el Japón Medieval y siguiendo los pasos de un samurái, nos adentramos en una historia de venganza, honor e intriga. 5 estrellas bien merecidas.
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Una historia fascinante, llena de traiciones, guerra y venganza. Aunque al principio, me liaba con tanto personaje , estaba claro que todos tenían, su peso en la novela. Hubo momentos, donde he padecido por el pobre Seizo, que vida más dura desde tan pequeño. He disfrutado mucho con la novela. |
Esta novela lleva en mis lecturas pendientes muchos años, me la han recomendado por activo y por pasivo tantas veces que ya había perdido la cuenta. Y es ahora, al girar la última página de este precioso epilogo que suspiro y pienso ¿Por qué no la habré leído antes? La verdad, me daba miedo porque cuando te recomiendan tanto una novela genera tantas expectativas que ya piensas que no va a estar a la altura. Craso error, cumplió 100% su cometido. El Guerrero a la sombra del cerezo es un ficción histórica de esas que voy a recordad con el paso de los años y que voy a recomendar una y otra vez. No voy a decir que todo es perfecto porque hay algunas cositas que para mi gusto deberían haber florecido un poco más o personajes que considero que han quedado en el olvido, pero eso no le va a quitar ni un cuarto de sus 5 merecidas estrellas ya que siempre podemos esperar un poco más y no por ello dejar de ser una novela redonda. En este caso además fue una lectura conjunta que fuimos comentado cada pocos capítulos, eso nos llevó a analizar cada detalle dejando volar nuestra imaginación con teorías a cada cual más descabellada (que conste que una de las compañeras acertó con todos los giros de la trama, jajaja) La historia está dentro de un contexto histórico denominado periodo Edo o Tokugawa. Periodo en el cual reina la paz en Japón y se centra principalmente en la venganza del último superviviente del clan Ikeda demostrando que la paz siempre conlleva un precio muy alto, para algunos incluso mucho más alto que para otros. + Leer más |
Como relato está muy bien. Además, convence sobradamente para animarte a leer la novela de David B. Gil, El guerrero a la sombra del cerezo. A través de sus palabras te permite situarte en el siglo XVI, en Japón, imaginando perfectamente el lugar donde te encuentras y la sociedad en la que se mueven los personajes. Con un planteamiento y un desenlace, el nudo se queda en nada, aunque no es algo que le reste interés a la lectura, sino . Ha estado muy bien. Creo que es un relato que viene a sumar más sobre el personaje del médico y su capacidad de sacar conclusiones y utilizar su intelecto para ir más allá, además de afianzar la capacidad de este autora para construir historias. |
Sin duda una de las mejores novelas que he leído. La historia te atrapa desde el primer momento, y no es absolutamente nada previsible, poco más que decir EXCELENTE libro, muy muy recomendable.
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La historia cuenta el largo peregrinar del padre Ayala por el antiguo Japón en busca de un asesino de monjes cristianos. Durante el camino se creará mortales enemigos, se reencontrará con antiguos amigos y hará otros nuevos. Nada es seguro en esta tierra salvaje y desconocida para el mundo occidental. Sólo que la muerte puede encontrarte en cualquier instante. Pero para evitarla, Ayala cuenta con la compañía del fiel Kenjiro, un samurái novato que se desvivirá por arribar a Ayala a buen puerto. Ocho millones de dioses no es sólo una novela de aventuras o misterio, sino un canto a la amistad. A las viejas amistades y a las nuevas. |
Una novela exquisita. Llena de aventuras, de intriga, de amistad, de emociones. El autor nos traslada al Japón feudal, donde nos describe las costumbres y forma de vida, y nos adentra con una narración y ambientación exquisitas que hace que nos traslademos allí. El comienzo se me hizo un poco lento, pero una vez te adentras ya el ritmo es frenético y no puedes parar de leer a pesar que a mí personalmente algunas partes que se centraban en histórica se me hizo algo más tedioso, pero en general el ritmo y la lectura es ágil. Los personajes están muy bien construidos y te transmiten un sinfin de emociones. Y que te hacen reflexionar sobre la bondad y la maldad. Una edición exquisita, con un mapa de alta calidad. |
Martín Ayala es uno de los primeros misioneros en asentarse en Japón. Ja conociendo el país, en esta segunda visita atravesará todo un continente para intentar resolver los asesinatos que se entán produciendo en contra de los miembros de la Compañía de Jesús, encargados de la evangelización i misioneros europeos. Una vez establecido allí Ayala tendrá diferentes contactos con los autóctonos i establecerá unos lazos un tanto peculiares. Esta aventura por el Japón feudal tiene una premisa muy interesante. La cultura que presenta es lo suficientemente exótica como para atraernos a la lectura y he de admitir que Gil hace un buen buen trabajo de historiador. El relato es detallista y reconstruye con bastante exactitud el Toledo del momento (es la única parte de historia de todo el libro que siento con conocimiento como para nombrar). A veces toda esta abundancia de datos toma demasiada importancia en la narrativa y nos desvía de la trama principal, me gustan mis lecciones de historia bien integradas en el texto. A pesar de esta premisa interesante, este libro no es para mí. La lectura se hizo lenta incluso al principio, cuando el libro puede llegar a tener todo ese potencial de atraparte. La narrativa lenta se unió a una trama algo confusa en ciertas partes y con bastantes huecos. He leído cosas muy buenas, siento no haberlo podido disfrutar como otros parecen haber echo. Pero por lo que tengo entendido si ja disfrutaste con El guerrero a la sombra del cerezo (2017) este libro tiene un gran potencial para enamorarte ja que la trama tiene cierto paralelismo. Enlace: https://laiaisreading.blogsp.. + Leer más |
Ocho millones de dioses es una novela de la que me ha gustado mucho cómo el autor ha deslavazado la trama para ir contándola poco a poco manteniendo el suspense hasta el final. ¿Ocho millones de tramas? Cuando empiezas a leer Ocho millones de dioses te encuentras con muchos personajes y diferentes tramas. Tramas que finalmente se van uniendo y forman un puzle perfecto en el que nada ni nadie acaba siendo lo que parece. Intrigas, pasados oscuros y futuros inciertos se conjugan en esta novela dando una visión perfecta de cómo era el Japón de 1579. Por un lado nos encontramos a Martín Ayala que es enviado allí a investigar los asesinatos de religiosos. Su acompañante será Kenjirô, quien deberá asegurar el bienestar de este y que vuelva sano y salvo de su investigación. Por otro lado está Reiko, una mujer dura, hecha a sí misma, la parte feminista de esta historia y cuya misión no será desvelada del todo hasta el final de la historia. Por último, Igarashi, que es enviado para seguir de cerca al padre Ayala y a Kenjirô y que es quien mayor tensión ofrecerá a la trama. Ocho millones de dioses igual a personajes que casi pueden tocarse A parte de una trama complicada y bien llevada a término Ocho millones de dioses tiene unos personajes increíblemente bien construidos. Todos ellos tienen su propio carácter y actúa en consecuencia con este, pero lo mejor de todo son las curvas de transformación de cada uno de ellos. El que más me ha gustado es el de Ayala y Kenjirô que según van viajando van forjando una gran amistad que hace que uno y otro se planteen las férreas creencias que han tenido siempre. Ninguno es el mismo al final de la narración, tanto por la crudeza de su aventura como por la crudeza de sus diálogos. El resto está tan bien trabajado que casi puede pensarse en ellos como en personas de carne y hueso. Un maravilloso trabajo de documentación Otro de los puntos fuertes de esta novela son las descripciones tanto del entorno como de las costumbres que hacen que te sumerjas totalmente en el viaje que el autor nos ofrece. Es una de las cosas que más me han gustado, aunque en ocasiones hacía que el ritmo se rompiese o fuera más lento de lo deseado. Aún así, el trabajo de documentación de esta novela me parece fascinante. Puntos débiles de Ocho millones de dioses En general me ha parecido una buena novela, sin embargo tengo algunos peros que ponerle. El primero es formal y es que, aunque entiendo que la novela hubiera tenido bastantes más páginas de las que tiene con un tipo de letra más grande, yo he sufrido para leerlo. Son de estos libros que procuro no dejar a mi madre porque, con el tamaño de letra que han usado, leerlo en ocasiones era una verdadera tortura. En cuanto al ritmo, es muy lento, lo cual no es malo porque está muy bien escrito y me ha gustado mucho el estilo del autor, pero si sumamos esto al tamaño de la letra… He echado de menos tensión que al menos me hiciese olvidar que me estaba dejando la vista. Y por último, demasiadas descripciones, muy buenas por otro lado, pero que añadido al tamaño de la letra y al ritmo calmado, ha hecho que leer Ocho millones de dioses no haya sido del todo agradable. En todo caso, me parece una novela muy buena, de mucha complejidad y bien llevada y que enamorará a todos los amantes de Japón. + Leer más |
Ocho millones de dioses es sin duda una novela muy (pero que muy) bien escrita, con un desarrollo tanto de la historia como de los personajes magistral y con un uso de la legua extraordinario. Y no, no es una novela que se lea rápido. Hay que tomarse su tiempo para situarte, sobre todo al principio, en ese Japón del siglo XVI lleno de ritos, rivalidades y dioses. David B.Gil nos traslada al Japón del siglo XVI de la mano del padre Martín Ayala, un antiguo misionero cristiano conocedor tanto del idioma como de la cultura japonesa, que es requerido por la cúpula de la iglesia para investigar los macabros asesinatos de varios misioneros en el país nipón. Para tal fin se le asigna la ayuda y escolta de un jovencísimo pero muy capaz samurái, Kudô Kenjirô. En su largo peregrinar tras la pista de los asesinatos, ambos personajes compartirán una serie de vivencias donde en más de una ocasión la vida de ambos estará en peligro y forjarán una gran amistad basada en el respeto. la valentía, el honor y la camaradería. Enlace: https://conversandoentrelibr.. + Leer más |
Hoy me reencuentro con uno de los escritores que más me ha sorprendido en los últimos tiempos, David B. Gil me convenció con su prosa y con su profundo conocimiento de la cultura Japonesa con su obra “El guerrero a la sombra del cerezo”, ahora nos presenta una novela que nos lleva unos años antes de su anterior historia. Ocho millones de dioses es una novela presentada por el blanco, el negro, sus matices y el rojo característico de los templos japoneses. Dos hombres caminan en su portada contra las inclemencias del tiempo. Su título invoca en la cultura japonesa y la religión sintoísta a todo lo sagrado de este mundo, hecho que se contrapone con la religión cristiana, un hecho que marcará parte del carácter de nuestros personajes. Este volumen está marcado por unas contraportadas donde encontrareis el mapa ficticio que enmarca la novela, el Japón en tiempos de Oda Nobunaga, un elemento que acompañará a los protagonistas y a los lectores. El autor para facilitar la lectura presenta un índice de personajes y sus lealtades en una época de clanes y señores de la guerra, un glosario y una breve explicación sobre los hechos históricos posteriores al fin de la novela, dado que el autor se vale de algunos personajes reales para crear una atmosfera muy cuidada, aunque fabula un poco con sus vidas. De la mano de un narrador omnisciente acompañaremos al Padre jesuita Ayala a su regreso a Japón, unas tierras muy queridas por él donde vivió más de veinte años y se formó como tal. Su misión es la de descubrir quién está detrás de unos crueles y violentos asesinatos que están acabando con la vida de misioneros como él. El viaje que deberá realizar lo hará en compañía de su yojimbo Kudo Kenjiro, un joven samurái rural que no está nada contento con su misión pero que ofrecerá todo su ser al servició del Padre Ayala por su honor, su vida y la de su familia. En su camino nos encontraremos con personajes secundarios de lujo como Igarashi y Raiko quienes han tenido que adaptarse para sobrevivir aunque para ello el mal haya hecho mella en sus almas y corazones. Una historia de poder, de clanes en un Japón feudal donde no se necesitan Dioses extranjeros que podían quitar seguidores o fieles y desequilibrar el status de muchos. Personalmente dividiría esta historia en dos partes, una es la trama de intriga, conspiraciones, contrabandistas de personas, monjes guerreros, espías, un camino lleno de peligros y aventuras en busca de la verdad. La segunda parte, que está perfectamente equilibrada con la anterior es la relación entre dos personajes que chocan culturalmente aunque acabaran descubriendo que tienen más en común de lo que pensaban, sus reflexiones filosóficas son cruciales para la evolución de la trama y de los propios personajes. Sin olvidarnos de las maravillosas descripciones de los paisajes de una época perdida para nosotros. Estamos frente a un camino difícil donde la búsqueda de respuestas se presenta con muchas más preguntas. Si sigo escribiendo os cuento la trama, así que os dejo sus primeras páginas con una advertencia, si ya habéis leído su novela anterior y os gustó está os encantará, para mi gusto va un paso más allá, si no la habéis leído estáis perdiendo el tiempo. Suma de letras nos regala una novela histórica que lo tiene todo, intriga, aventuras, crímenes, traiciones, filosofía y cultura. Enlace: http://lapetitallibreria.blo.. + Leer más |
Reseña de Ocho millones de dioses, de David B. Gil La visión de dos mundos que se encuentran y buscan el entendimiento a través de las personas. Sorprendente, no hay ningún adjetivo que se adecue más a la descripción, que primero me viene a la cabeza a la hora de empezar esta reseña. Por desgracia para mí es la primera novela de este autor que ha pasado por mis manos, y digo desgracia porque aunque sea la tercera y se pueda notar este bagaje en su estilo narrativo, por lo que se ve en esta historia los mimbres de este autor son ya buenos, sin la necesidad de la calidad que pueda dar la experiencia con los libros y los años...... Leer más --> https://miscriticassobrelibrosleidos.blogspot.com/2019/06/ocho-millones-de-dioses-de-david-b-gil.html Un saludo Enlace: https://miscriticassobrelibr.. |
Hay libros adictivos, de esos que no puedes parar de leer, y luego está Hijos del dios binario que lleva esa definición a otro nivel. Es la segunda novela de David B. Gil, un autor que nos presenta un thriller ambientado en un futuro cercano que se siente tan posible, que por momentos es aterrador. “La vida es como fumar. Puedes dejar que se consuma lentamente… Quizás así te dure más, pero te perderás lo mejor que puede ofrecerte”. Todo empieza con un correo electrónico, el último mensaje de un periodista en Londres a la que fue el amor de su vida, Alicia Lagos, una colega que vive en Madrid y que tras recibir el misterioso correo y la noticia de que luego de enviarlo William había muerto en un accidente, decide seguir con la investigación que él estaba llevando a cabo. Por otra parte, nos encontraremos con Daniel Adelbert, un hombre con una profesión de lo más particular, es un «prospector». Se dedica a recuperar piezas del siglo XX para un importante hombre de negocios apellidado Rossesthein, hasta que es contactado por Kenzô Inamura, otro empresario, uno de los que no acepta un “no” por respuesta y que le hace a Daniel el tipo de oferta que no puede rechazar. La manera de cómo se van relacionando los diferentes personajes y sus búsquedas particulares es uno de los grandes aciertos de la novela, pues tener capítulos intercalados en los que vamos cambiando de narrador, nos permite tener una visión amplia del mundo creado por David, que se parece mucho al nuestro, pero que va mostrando sus geniales particularidades a medida que la trama avanza. Pero no solo contaremos con Alicia y Daniel como narradores, la novela cuenta con una serie de interludios. A través de ellos, descubriremos un lugar llamado St. Martha, un orfanato para nada tradicional, donde todos los chicos tienen la misma edad, se encuentran totalmente aislados del mundo exterior y son sometidos a una serie de pruebas ¿Por qué están allí? ¿Quiénes son los responsables? ¿Cuál es la razón de su aislamiento? Son algunas de las no pocas preguntas que se nos irán presentando mientras acompañamos a uno de los niños del orfanato, llamado Nicholas en tan inusual escenario. Mientras los misterios no hacen más que aumentar, viajaremos de la India a Noruega, pasearemos por Londres, visitaremos Madrid y Marsella, nos encontraremos en Israel, recorreremos Irlanda, Suiza, y también Singapur. David B. Gil nos hará cruzar el mundo, ofreciéndonos una magníficas descripciones que nos transportarán, junto con sus personajes, a ese casi palpable futuro donde los libros de papel son reliquias de otros tiempos. Si bien es cierto que al principio cuesta empatizar con Daniel, que por momentos más que un hombre solitario, cínico y mujeriego, me parecía un verdadero patán, el personaje de Nicholas logró conquistarme rápidamente y secundarios como Clarice me gustaron muchísimo, además Alicia es una periodista de armas tomar, que hace muy interesante la narración. David B. Gil nos va dejando las pistas, por lo que un lector atento puede adivinar parte de la trama, pero se esconde los suficientes ases bajo la manga, para que el libro sea también impredecible. Guerras ocultas y luchas de poder, mega corporaciones, hackers, religiones dedicadas a adorar al misterioso dios binario, adelantos tecnológicos viables, una ambientación increíble y un ritmo fabuloso que entremezcla las escenas de acción y las de evolución de personajes, de manera que la atención del lector nunca decaiga, hacen de Hijos del dios binario una novela que se merece todas las buenas críticas que está recibiendo, así como las que están por venir. Si desean sumergirse en un mundo repleto de misterios y en el que la supervivencia es una lucha continua entre las habilidades y la astucia, deberían leer la historia de David B. Gil, se quedarán enganchados a sus páginas y con ganas de más. Enlace: http://inthenevernever.blogs.. + Leer más |
Hay libros que te sorprenden y hacen que te enamores tanto de su ambientación como de sus protagonistas. Personajes a los que durante la lectura les tomas tanto cariño que no solo sufres cuando están pasando dificultades, sino también al tener que despedirte de ellos cuando la historia llega a su fin. Justamente eso me acaba de pasar con El guerrero a la sombra del cerezo, la primera novela de David B. Gil que, luego de ser un gigantesco éxito de ventas en digital, acaba de ser publicada en papel por Suma de letras. Gil es un autor que me había conquistado el año pasado con Hijos del dios binario, pero tras leer su opera prima solo puedo declararme fan. “Cuando una piedra golpea la superficie de un estanque sereno, provoca ondas que llegan hasta la más lejana orilla”. Ambientada en Japón de finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, una época en la que el país del sol naciente estaba entrando en un período de paz, poniendo fin a dos siglos de guerras en los que los señores feudales habían combatido entre ellos, de forma constante, por las tierras y por el poder. Nos encontraremos con la historia de Seizō Ikeda, un niño de nueve años que sobrevive a la masacre destinada a acabar con toda su familia, gracias a la intervención de Kenzaburō Arima el comandante de los samuráis bajo las órdenes del señor Ikeda. Kenzaburō Arima siguiendo las instrucciones de su señor, huye de un ataque sorpresa del clan Sugawara para poner a salvo de Seizō y mantener así vivo a los Ikeda, uno de los clanes más fuertes de su región y del que solo había ahora un sobreviviente. Por la forma en que los enemigos llegaron tan fácilmente al interior del castillo, hasta ese momento inexpugnable, es evidente que los atacantes tuvieron ayuda, así que la misión del samurái Arima es mantener a salvo a Seizō, averiguar quiénes planificaron la traición y entrenar al joven para que luego pueda vengar a su familia. “No te preparo para el campo de batalla, te adiestro para otro tipo de guerra, una en la que no tendrás aliados y en la que no todos tus enemigos tendrán rostro”. Por otra parte, nos encontraremos también con un particular médico llamado Ekei Inafune, que se ve envuelto en la conspiración que quiere evitar el enfrentamiento del clan Yamada con un grupo de pequeños señores de su región, un conflicto que atentaría con la recién establecida paz que se está instaurando en el Japón unificado por el shogún. Un conflicto que podría darle más tierras al clan Yamada, pero que también podría hacerles caer en desgracia frente al unificador del país que busca acabar con las guerras. Para cumplir su propósito, Ekei Inafune debe viajar a las tierras Yamada y tratar de conseguir un puesto como médico de la corte, algo nada fácil en un clan donde el cargo de médico del señor es hereditario, y aunque en un principio trata de hacer su petición por los medios formales solicitando una audiencia, debe empezar a hacer uso de toda su astucia para crear un plan que haga que no sea él el que necesite ver al señor Yamada, sino que sea el señor del castillo quien necesite del médico. “Los hombres débiles tienen sueños, Seizō, los fuertes tienen voluntad”. Dividido en tres partes y con capítulos que intercalan la perspectiva del joven huérfano Seizō Ikeda y la del médico Ekei Inafune, veremos cómo transcurre el tiempo y cómo Seizō primero se ve separado de Kenzaburō Arima mientras el samurái lo deja al cuidado de una familia de mercaderes para poder buscar a los culpables de la traición de los Ikeda, y comienza así uno de los momentos más solitarios de la triste vida que debe recorrer para poder vengar a su clan. Por otro lado, veremos cómo Inafune va conociendo a los Yamada y trata de determinar si están dispuestos a arriesgarse e ir a la guerra a pesar de sus posibles consecuencias. Es difícil decidir cuál de las dos tramas que vamos conociendo en paralelo nos cautiva más, si la del joven que debe aprender a ser más que un guerrero para poder llegar a cumplir con su papel y vengar a su familia, aunque ello le cueste la vida y que deba educarse como un samurái no por decisión propia sino porque no tienen otra alternativa, o la del médico que aprendió sus técnicas de los bárbaros del sur y parece esconder tantos secretos como los que intenta descubrir, a fin de detener una guerra que parece inevitable. El libro está escrito de manera que cada capítulo te deja con ganas de seguir descubriendo cada historia, necesitando siempre un poco más. “Se suele decir que las espadas de un samurái albergan su alma, y al igual que el alma de un guerrero debe estar siempre lista para la lucha, así deben estarlo también sus espadas”. Pero nuestros protagonistas no son los únicos personajes interesantes, El guerrero a la sombra del cerezo está repleto de personajes difíciles de olvidar, empezando por el honorable Kenzaburō Arima que se convierte en un maestro ejemplar que consagra su vida a su señor, Asaemon Hikura un samurái que parece encarnar todo lo que un guerrero de su clase no debería ser, el mismo señor de los Yamada que es un estratega implacable de los que hay que temer, pero sobre todo me gustaron la guerrera Yukie Endo que nos muestra lo complicado que era compaginar ser mujer y samurái y también O-Ine Itoo, la médica consagrada a seguir la tradición familiar que se debate entre lo que se espera de ella y su propias aspiraciones. Podría seguir hablándoles horas de lo mucho que me gustó la novela, lo que disfrute de recorrer ese Japón en un punto de la historia en el que cambiaría para siempre y conocer a su gente y sus costumbres, descubrir lo dura que era la vida de los samuráis que de verdad se regían por el honor, o lo bien que me lo pasé tratando de descubrir quién se escondía tras cada traición, lo que me alegré cuando vi confirmadas mis teorías y lo mucho que me sorprendí con los giros de la trama que tan bien guardados tenía David B. Gil. Les aseguro que El guerrero a la sombra del cerezo es del tipo de historias que están tan bellamente escritas que se disfruta de principio a fin y de las que no se olvidan con facilidad, mi recomendación es que la busquen en su librería más cercana y le den una oportunidad, no se arrepentirán. Enlace: https://inthenevernever.blog.. + Leer más |
Siempre es un placer reencontrarte con un autor que te ha sorprendido y comprobar que su nueva novela logra cautivarte igual o incluso más que sus predecesoras. Hoy me gustaría recomendarles Ocho millones de dioses, de David B. Gil. Un libro con el que volveremos a recorrer el Japón feudal que Gil demuestra conocer tan bien para acompañar, en esta oportunidad, a un misionero jesuita a tratar de descubrir quién se esconde tras las crueles muertes de los padres evangelizadores que desempañaban su labor en ese lejano y misterioso rincón del mundo. “¿Tan importante era para ellos proclamar la verdad de su dios? Las Islas Divinas ya tenían a sus propios dioses, antiguos y orgullosos; no necesitaban al dios de los extranjeros”. Nuestro principal protagonista es Martín Ayala, un padre jesuita al que en 1579 se le encomienda volver a Japón, el país donde se formó como misionero, con una importante misión: debe averiguar en calidad de enviado de Roma quién se esconde tras las muertes de los padres cristianos en esas remotas costas. Alguien se está encargando de asesinarlos con una crueldad tan excesiva que muchas iglesias han tenido que cerrar para trasladarse a otros territorios más seguros. La elección del padre Ayala no es casual. Fue uno de los integrantes de la primera misión evangelizadora a Japón (a cargo del padre Francisco Javier, y realizada en 1549) cuando solo contaba con dieciocho años. Después de pasar más de dos décadas allí, era el sacerdote que mejor conocía tanto las costumbres como el idioma del país al que ahora se le pedía retornar. Un lugar que no abandonó por voluntad propia hacía diez años, sino del que se tuvo que despedir tras ser expulsado de la misión. “Solo él parecía percatarse de que era imposible que un simple traductor pudiera enmendar mal alguno”. Pero nuestro misionero no estará solo. Para recorrer esos peligrosos territorios y llevar a cabo su complicada investigación se le asignará un guardaespaldas. El elegido para el puesto será Kudô Kenjirô, un joven guerrero hijo de un samurái rural que, al aceptar tan ingrata labor por designio de su señor, se juega tanto el honor como la vida, y no solo la propia sino la de toda su familia. Decidido a no fracasar, el guerrero parte junto al padre cristiano en una búsqueda que, en cada etapa, más que respuestas genera un número mayor de preguntas. En un país dividido por los clanes y los señores de la guerra que buscan poder y la unificación pero que aún no la han conseguido, los cristianos así como los barcos y el comercio que acompaña de manera casi indivisible a su misión evangelizadora pueden tener muchos enemigos: desde los monjes guerreros que ven como su poder e influencia se va menguando en las poblaciones donde se establecen los extranjeros a los que consideran bárbaros, hasta los piratas y los comerciantes que contrabandean no solo con los bienes de las naves portuguesas sino también con vidas humanas. “Sabía bien que no hay peor fuego que el alimentado por una causa sagrada, capaz de consumir la carne ajena y el alma propia”. Aunque Ayala vuelve a Japón para descubrir a los responsables tras los crímenes contra los sacerdotes cristianos, también lo hace, aunque él mismo no sea consciente de ello en un primer momento, para obtener respuestas sobre el episodio de su pasado que fue el motivo de su expulsión de la misión años atrás. Uno que implica a una joven a la que desea encontrar. Pero de nuevo, a cada paso, más y más actores hacen su aparición para hacer de la historia algo mucho más que una aventura adictiva. Es una búsqueda constante de la verdad en un mundo repleto de secretos e intrigas. Ambientada unos años antes que El guerrero en la sombra del cerezo (otra novela del autor que deberían leer y de la que puede que encuentren algunas sorpresas en la presente historia) el libro cuenta con un elenco de personajes secundarios excelentes entre los que me gustaría destacar a Igarashi Bokuden, un espía al que le encomiendan seguir muy de cerca al padre Ayala y su investigación, que al igual que la dama Reiko, una misteriosa contrabandista que mantiene trato con los extranjeros, servirán también como narradores para que podamos descubrir aun más sobre la red de intrigas que pone de manifiesto lo compleja de la situación política de un país sin un gobierno central y a punto de entrar en otra gran guerra. “Hierba y carroña, eso eran todos ellos. Lo demás —el honor, la gloria, la espera impasible— no era sino la mentira que los hombres se contaban unos a otros”. La edición, que es una maravilla, no solo cuenta con un completísimo glosario al finalizar el libro, sino que también incluye al inicio un índice de personajes y lealtades para guiarnos en ese complejo mundo gobernados por samuráis, así como un interesantísimo apartado dedicado a explicarnos el contexto histórico en el que se desarrollará. Encontraremos, además, un mapa que nos muestra la división territorial por clanes del Japón en los tiempos de Oda Nobunaga, el primer unificador. Intrigas, conspiraciones, samuráis, espías, contrabandistas, monjes guerreros… Ocho millones de dioses, de David B. Gil, es una novela apasionante y con una ambientación tan compleja y completa como lo son sus personajes. Una historia a la que no le faltan batallas o acción, pero tampoco disecciones teológicas o morales profundas entre personajes que, aunque criados en mundos completamente diferentes, terminan teniendo en común mucho más de lo que creían en un principio, sin que al final del día sea relevante a qué dios profesen su fe. No puedo hacer otra cosa que recomendarles que le den una oportunidad y se dejen atrapar por una historia y unos protagonistas de los que no querrán despedirse. Enlace: https://inthenevernever.blog.. + Leer más |
¿Qué se puede esperar de una novela finalista del Premio Lara de Planeta con samuráis de por medio? Que sea buena y llame la atención. Pero la realidad supera las expectativas. Principios del siglo XVII. Este es el marco temporal de esta novela que presenta principalmente dos historias. Una de ellas empieza como terminaban muchos días en el lejano Japón feudal: con una guerra civil. Seizo, hijo del señor del clan Ikeda, y Kenzaburô, general y el mejor guerrero de la zona, escapan de la contienda por orden del daimio -señor- de Izuma, conociendo este el resultado de la batalla. Desde ese momento, toda la historia de Seizô tiene una meta: la venganza contra los que traicionaron la casa Ikeda. Y para ello Kenzaburo lo entrenará en todas las artes de la guerra que él conoce, complementadas con otras enseñanzas que se alejan o chocan con el bushidô –código samurái-. Las aventuras del samurái le llevarán a recorrerse Japón hasta cumplir con su cometido. Pero no todo es pelea, entrenamientos y férrea disciplina. También hay momentos de historia distendida, relajada, de aventuras que las podría correr cualquier persona y no solo aquellos que siguen la senda del guerrero. Por otra parte está la historia de Ekei Inafume, un médico poco ortodoxo. Este médico se gana la vida recorriendo la geografía japonesa como tantos otros, pero su medicina tiene una particularidad: incluye remedios y técnicas aprendidas de los “extranjeros”, concretamente, de los monjes portugueses que se asentaban en Funai. Pero la tranquila vida de Ekei pronto se verá truncada al estar envuelto en una misión en la que el más leve tropiezo significaría la muerte. Y es esa misión la que ocupará una gran parte de la historia de este curioso personaje. Es muy obvio pensar que cada historia irá por caminos diferentes. Mientras que para Seizô pasarán los años entre la espera y el entrenamiento, para Ekei el tempo de la historia es distinto. Una cosa me ha llamado la atención en las historias de los personajes, y es que la acción importante o influyente para el desarrollo de la novela transcurre muchísimas veces entre parejas de personajes: Seizô y Kenzaburô, Seizô y su otro maestro, Ekei y Asaemon Hikura, Ekei y la médico del clan Yamada, Ekei y el señor del clan Yamada… Y el lector de estas palabras puede pensar ¿Y la pareja Seizô e Ikei? Todo llegará en su momento, pero también está. Estas parejas se van alternando en el relato, pero hay otras cuyos componentes no están aquí puestos. Para entender la relación entre Seizô y Ekei antes de que el autor la revele, es primordial estar atento a todos los acontecimientos históricos que ocurren en la novela, resumidos en el contexto histórico del inicio de la novela. El autor juega con el lector curioso durante toda la narración, suministrando datos que no influyen en la acción del momento, pero que si se intentan explicar no es posible hallar respuesta ya que el autor los mantiene bien escondidos, desvelándolos en el momento preciso. Como he dicho muchas veces, soy del tipo de lector que intenta razonar qué pasará en el siguiente momento montando las pistas que los autores van dando. Pues bien, en este caso me ha sido prácticamente imposible adelantarme al autor. He llegando a tener una charla con el autor en la cual intentaba averiguar los sucesos posteriores y creo que de todo lo que le dije acerté en una cosa. Y en esto ha tenido mucho que ver el tipo de narrador. Si algo hay que tener presente al leer esta novela es el narrador. A palabras del autor "El (narrador) que yo suelo emplear es el narrador "en primera persona encubierto en tercera"". Esto es, la historia transcurre desde el punto de vista del protagonista, y por lo tanto, la escena puede cambiar drásticamente en la siguiente frase. Me explico con un ejemplo inventado. Si el protagonista oye un ruido en un arbusto y este cree que es un asesino, la escena avanza como si existiese dicho asesino, por lo que el protagonista se prepara para atacar. Pero cuando abre el arbusto, no es un asesino lo que encuentra, sino un conejo y, por lo tanto, la historia se desarrolla por otro lado, quizás con una carcajada en vez de con una espada teñida de sangre. ¿Por qué comento esto? Porque a mi me cogió de sorpresa varias veces en bastantes situaciones, y tarde bastante en comprenderlas -menos una, que tuvo que ayudarme el propio autor porque no la "veía"-. Dejando a un lado la trama. David ha hecho un trabajo de investigación gigantesco para escribir esta novela, la cual le ha tomado más de tres años. Los conocimientos expuestos no solo son sobre el mundo de la espada, de los samuráis y demás, conocimientos que pueden encontrarse en multitud de novelas de este tipo. David teletransporta al lector hasta el Japón feudal. Explicará las distribución de pueblos y ciudades, las asentamientos que ahora se llaman de otra manera, las costumbres de la sociedad, las leyes, las estrategias, los estamentos, los utensilios, la religión, los juegos, el proceso de crear una guerra y el de crear asesinos, los remedios japoneses... Todo ello puede estar explicado dentro de la propia historia o en unas pequeñas notas rediriguidas al final del libro, en las cuales también habrá palabras o expresiones. El autor no se conforma con explicar qué es cada cosa. Le da una importancia, le da un protagonismo en la historia. Y el caso más claro de esto son el daishô y el juego del go. Los personajes. Aquí hay de todo, de todos los pensamientos y convicciones posibles. Son personajes bien definidos, a los cuales se les puede sacar un perfil más o menos claro, salvo en contadas ocasiones. La evolución de los personajes no es pronunciada; no evoluciona su caracter, si no su aversión hacia alguno de los protagonistas. Solo Seizô presenta una evolución de carácter propiamente dicha, ya que empieza la historia siendo un niño de nueve años. Los personajes, personalmente, me han gustado mucho debido a lo dicho anteriormente, que cada uno es de una manera. Sí comentar que hay un par de personajes que para mí son bastantes repelentes y los he odiado muchísimo, y con otros en cambio he reído, he sentido su dolor o sus inquietudes. El tener tantos personajes distintos permite que el lector pueda elegir su favorito. Y yo, personalmente, me quedo con Asaemon Hikura. Si el trabajo que hizo el autor para poder mostrarnos cómo son el pensamiento, las costumbres y las reglas de Japón en esta época fue grande, no menos es el trabajo descriptivo. David evocará en la mente del lector preciosos escenarios que describirá de forma magistral. Como dije antes, teletransportará al lector al Japón feudal en todos los sentidos. El vocabulario usado en la narración, si obviamos los términos nipones, no es básico, pero tampoco es infinitamente complejo. Una ventaja que tiene el Kindle es que se puede instalar un diccionario y palabra que no se entienda puede es definida simplemente con pulsar sobre ella. Cuando el libro salga en papel será un poco más difícil. La forma de narrar está bellamente realizada, sin grandes florituras pero no siendo totalmente pragmática. Un equilibrio perfecto que hace que la lectura sea mucho más amena. De la misma manera, la capacidad del autor para retener al lector entre las páginas de su obra, ya sea dando gigantescos cambios de argumento o manteniendo la intriga y el misterio, es digna de mención, de elogio y aplauso. Comentar que una de los temas de la novela es la venganza tiene poco sentido. Pero no solo se puede encontar eso en las páginas, sino que también está presente la lucha interna entre el deber y lo que se quiere hacer, el respeto, el sacrificio, la ética. Incluso hay un momento en el cual el bushidô y el arte del ninjutsu se enfrentan, pero no de forma directa, sino por el camino de sus enseñanzas. Es bástante interesante cómo ve cada guerrero la senda del otro. A pesar de esto, también hay tiempo para escenas graciosas, alegres, incluso sentimentales. Hay escondida una pequeña historia de amor que evoluciona según lo que piense e imagine el lector. Después de todo lo que he dicho, ¿qué pegas le podría poner? Pues una de ellas es que quizás el lector se pierda un poco en algunos momentos de la narración, ya que parecerá que no cuadran ni las situaciones ni las fechas. Repito lo dicho arriba: estad atentos a todos los acontecimientos históricos que se mencionan en la novela. Otra pega es una tontería mía, pero que no puedo dejar de decirlo. Después del despliegue de conocimientos y de información sobre el Japón feudal, que los nombres estén occidentalizados -nombre apellido, cuando en Japón y China es apellido (familia o clan) nombre- la verdad que me ha dejado un pequeño pequeñísimo regusto amargo. Pero como he dicho, esto es una tontería mía. Y creo que esto es todo. Si se busca un libro de acción de aventuras y de temática japonesa, recomiendo esta novela. Pero si además se quiere aprender sobre esta interesante época, donde todo se resolvía con la guerra o el seppuku, la recomiendo de forma ferviente. Todo lo que hay expuesto en ella más la forma de narrar han hecho que se haya convertido en una de mis novelas favoritas. Y para enfatizar esto, decir que he conseguido leerla en un móvil de cuatro pulgadas y su esfuerzo ha merecido la pena. Enlace: https://atardeceresbajounarb.. + Leer más |
Hijos del dios binario tiene los ingredientes necesarios para hacer de él un gran libro. La historia te atrapa desde la primera página y cada capítulo te deja sin aliento. El autor crea un mundo futuro basado en la tecnología perfectamente creíble. Tiene una forma tan sutil de introducirnos en él que tardamos en darnos cuenta de las diferencias que hay con la época en la que vivimos. Por otro lado, el trato con los personajes hace que se establezca una conexión especial con ellos desde el primer momento. Alicia Lagos es una mujer fuerte que vive con Lara, su hija pequeña de nueve años. Es perseverante, aunque un poco caótica, y le gusta llegar hasta el final en todo lo que se propone. Por eso, cuando lee el correo de William, no se puede quedar de brazos cruzados y, como buena periodista entrometida que es, hará todo lo posible por sacar a la luz todos los secretos que hay en él… Por su parte, Daniel Adelbert es un hombre misterioso y solitario. Su ritmo de vida hace que le sea difícil tener un hogar. Vive por y para su trabajo. Es el prototipo perfecto de aventurero nómada que necesita respuestas sobre su pasado. Sin embargo, todo cambiará cuando conozca al coleccionista Kenzo Inamura y a su inesperada compañera de misión (evitaré dar nombres por eso de posibles Spoilers…). En último lugar os presento a Nicholas, el joven interno de St. Martha. Si solo tuviese dos palabras para describirle serían determinación y madurez. Es asombroso cómo un chico de su edad (tampoco os la digo para no adelantaros nada) es capaz de tener esas convicciones y esa sangre fría a la hora de actuar como líder. Su arrojo y valentía son fundamentales para la investigación realizada por Alicia y Daniel (y no diré más). En cuanto a la construcción de la historia, es meritorio el gran trabajo realizado en la labor de documentación llevada a cabo por el autor (sobre todo cuando entra en terreno científico) y la descripción minuciosa de cada escenario que se nos presenta. Si a ello le sumamos el ritmo narrativo de la trama, nos encontramos con una novela ágil y muy fácil de leer que te atrapa desde el primer minuto. Enlace: https://lacasadelnomada.com/.. + Leer más |
BUENISIMA novela!! Este libro mezcla varios géneros, en principio es un thriller pero con toques futuristas. El autor no dice nunca en qué año nos encontramos pero leyendo te das cuenta que la sociedad está bastante más avanzada tecnológicamente. Un libro lleno de acción, te va presentando los personajes y en apariencia nada tienen que ver unos con otros pero conforme avanza la novela, vas viendo toda la relación. Como ya dije está ambientada en un futuro no muy lejano y la historia, si la humanidad sigue el ritmo que lleva, bien podría ser verdad...esperemos que no. En resumen un libro muy bien escrito, no aburre nada y se disfruta de principio a fin. |
Con un título más que metafórico os quiero presentar El guerrero a la sombra del cerezo, una novela histórica sobre el Japón en la Era de entre Guerras (S.XVI) donde la jerarquía social estaba regida por los señores feudales protegida por la casta de los samuráis. En Japón se comparaba la vida de un samurái a la de la flor del cerezo, efímera, corta y regida por la naturaleza una y otra por la mano de su señor, por eso me encanta el juego de palabras y de ideas que se encierra en el título, dado que nos da una pista sustancial de sus protagonistas. Del mismo modo que la portada reza “Una historia de venganza y redención en el Japón de los señores samuráis”. La cultura milenaria de Japón es muy diferente a la nuestra y quizás por ello tiene un encanto especial que enamora y seduce con sus leyendas, tradiciones y sus valores. David B. Gil nos presenta una historia con un tempo pausado, con silencios necesarios para recobrar el pulso y con escenas que se intercalan dando un respiro a la trama subyacente. Esta novela que nació autoeditada ha demostrado su calidad literaria ganando el premio Hislibris de Novela Histórica y siendo finalista del Premio Fernando de Lara. No sé hasta qué punto el autor no se ha convertido en el samurái de su señor la novela. La trama se centra en dos hilos conductores, la primera que conocerá el lector es la del samurái Kenzaburo Arima quien deberá dejar su vida atrás y a todos aquellos que ama para cuidar de su señor, Seizo Ikeda de nueve años y único superviviente de toda su familia tras una traición por poder y tierras, la segunda historia que nos presentará un nuevo personaje es la de Ekei Inafune, un médico que practica la medicina occidental en un mundo cerrado de ideas y donde Occidente es el infiel enemigo. Sus tramas se van intercalando midiendo el peso de cada una de ellas para encontrar un equilibrio perfecto y conseguir un hilado de tramas que no despista ni cansa, el lector no se verá abocado a buscar la trama de uno de ellos, sino que encontrará elementos interesantes y una gran profundidad en ambas historias cosa que facilita una lectura completa. Quiero destacar el profundo conocimiento sobre el tema en el cual profundiza el autor y que se vislumbra en sus descripciones, en el lenguaje característico y en las anotaciones al pie de página con detalles sobre el momento o traducciones de palabras, del mismo modo que el Glosario que encontrareis al final de la novela. Estamos acostumbrados a leer sobre la historia ya bien sea Europea o Americana y parece que la cultura Japonesa en novela no acaba de encontrar mucho su sitio, aunque el anime y el manga alza cotas muy altas en seguidores entre las que destacaría “Saiunkoku Monogatari”. Suma de letras nos invita a descubrir una gran traición, una venganza, una aventura en sí misma y una manera de vivir y sentir que convierten esta novela en una Sakura perfecta, florece en el momento que el lector abre sus páginas y se marchita al cerrar la última, pero a su vez y mientras vamos leyendo es una pura explosión de color y vida, un elemento casi creado por la naturaleza y que invita a hablar de ella entre amigos. Enlace: http://lapetitallibreria.blo.. + Leer más |
Debo empezar diciendo que El guerrero a la sombra del cerezo es una ficción histórica. La parte de ficción la encontramos en las dos tramas que componen la narración; cada una de ellas es singular y diferente, y han ido intercalándose en la narración con una maestría que hace muy difícil decantarse por una u otra, pues realmente el autor ha sabido equilibrarlas adecuadamente a pesar de que sus personajes, ambientes e incluso años son diferentes y distantes. La parte histórica la encontramos en la reconstrucción fidedigna de la sociedad medieval japonesa, sobre todo en la ambientación rigurosa y preciosista que David B. Gil hace de sus usos y costumbres en los datos y hechos históricos... en definitiva, la cotidianidad del Japón medieval y, en concreto, del periodo Edo de principios del siglo XVII, en los inicios del shogunato Tokugawa. En el momento en que el daimio Akiyama Ikeda (jefe del clan Ikeda) le encarga la seguridad y educación de Seizô Ikeda, su único hijo vivo, al general Kenzaburô Arima, este contrae un deber de gratitud hacia su superior, el jefe del clan. Los primeros pasos de Kenzaburô son superar y arrinconar todo su pasado, para así poder activar los engranajes de aquellos que también han contraído débitos de gratitud con él o con su familia, vía necesaria para cumplir su venganza y restaurar el honor de su daimio; de este modo justifica la verticalidad de relaciones (tate shakai) que caracterizaba a la jerárquica y estricta sociedad medieval japonesa. Kenzaburô, general de la casa Ikeda, es digno representante de su casta, los samuráis, los cuales se rigen por un código de conducta que sustenta su esencia vital, encontrando en él valores como el honor, el valor, el deber, la lealtad, la disciplina y, sobre todo, la fuerza física y mental. Aglutinando lo anterior en una sola palabra: giri (el deber de pagar la gratitud a tu superior). Al tiempo que cobra antiguos débitos, Kenzaburô intenta averiguar el qué y el por qué de lo ocurrido a los Ikeda. Mientras, hay que esperar a que Seizô siga creciendo y aprendiendo lo necesario para enfrentarse a su destino. David B. Gil, en su impecable narración y con gran sutileza, va entretejiendo y alternando la trama de Kenzaburô con la vida de Seizô Ikeda, apenas un niño y último descendiente, cuyo mundo se ha derrumbado y al que solo le queda aferrarse a la figura del general, el único que lo mantiene cuerdo y a flote. Por otro lado, en El guerrero a la sombra del Cerezo conocemos a Ikei Inafune, médico ambulante e integrador de la medicina tradicional y la occidental. Su mentalidad abierta le hace ver y entender que todos los conocimientos no son únicos, exclusivos ni pertenecientes a una sola clase o familia. Se debe a su daimio Munisai Shimizu por haberle facilitado los recursos y medios para desarrollar su profesión; por ello, cuando Shimizu activa su deuda con Ikei Inafune, este debe pagar la gratitud hacia su superior con los recursos que posee, entre los que se encuentran su infinita paciencia, disciplina, sabiduría, organización.. y el más importante: su visión de la oportunidad y el momento adecuado para sus fines. Los dos, Seizô e Ikei, están compuestos por la misma esencia, esa singularidad que se diluye para poder formar parte de la colectividad, la que representa tu casta o familia. Así pues, pueden compararse con celdas de colmenas que trabajan para un todo: un Daimio, si hablamos de Ikei, o para restaurar el honor de su uchi (familia), si nos referimos a Seizô. Así, alternando sus biografías, conoceremos la dualidad de sus deseos honne/tatemae (lo que piensan y lo que demuestran) mediante todos los giros argumentales que David B. Gil nos plantea y presenta, y cuyos elementos nutricionales principales son el honor y el deber con el propósito de cumplir una fría y afilada venganza. La narración es rica en matices y detalles. Sobre todo destaco las maravillosas descripciones de David B. Gil, que evocan tierras lejanas con unas costumbres que pueden parecernos diferentes y dispares pero que, combinándolas con los elementos narrativos occidentales empleados en la novela, el lector llega a creerse que las intrigas, venganzas y aventuras vividas por todos los personajes (principales y secundarios), lejos de parecernos extrañas, puede vivirlas cualquiera... Ello provoca ansia lectora y a la vez empatía con las historias que encierra El guerrero a la sombra del cerezo. Todos los personajes han sido construidos y diseñados magníficamente, pero mi favorito, sin duda, por los pasos que dirige hacia su destino, es Seizô Ikeda. Esos pasos revelan los principios y valores que emergen de un corazón puro. + Leer más |
Moby Dick, Herman Melville