Como relato está muy bien. Además, convence sobradamente para animarte a leer la novela de David B. Gil, El guerrero a la sombra del cerezo. A través de sus palabras te permite situarte en el siglo XVI, en Japón, imaginando perfectamente el lugar donde te encuentras y la sociedad en la que se mueven los personajes. Con un planteamiento y un desenlace, el nudo se queda en nada, aunque no es algo que le reste interés a la lectura, sino . Ha estado muy bien. Creo que es un relato que viene a sumar más sobre el personaje del médico y su capacidad de sacar conclusiones y utilizar su intelecto para ir más allá, además de afianzar la capacidad de este autora para construir historias. |