“Y quizá ese es el poder del silencio: mantenerte aislada”. En una entrevista de Ana Pastor, Brenda Navarro habla de « la pérdida de una verdad que nunca vamos a tener ». Esta novela relata ese duelo, ese esfuerzo por comprender y encajar todas las piezas. En ese proceso, se revisitan relaciones, situaciones familiares y hasta las propias vulnerabilidades. Las verdades. Los silencios. Los abandonos. Su peso. Como trasfondo, la importancia de “sentirse en casa”, ese lugar propio en el que sentir amor y seguridad, en el que poder mostrarse confiado. Su lectura me ha recordado mucho al ensayo de Judith Butler “Los cuerpos que importan”. La protagonista de esta novela representaría una de esas vidas consideradas sin valor: lo vemos en la descripción de ese México violento y corrupto pero también en la de esta España racista y clasista. ¿Cuáles son las posibilidades de que la protagonista, Diego y su familia vivan una vida protegida? Nulas, pues el orden social existente limita los accesos al bienestar social a determinadas personas. Se desgrana en cierto modo este orden social, en el que predominan los prejuicios y se reconocen los privilegios. Es un libro sobre la violencia sistémica, la que arraiga en el estado y las instituciones, incluida la familiar. Es la historia de un desarraigo y la búsqueda de oportunidades para enraizar y construir de nuevo. La novela nos narra los obstáculos a los que que ese proceso se enfrenta: ¿quién tiene acceso a verdaderas oportunidades?, ¿para quién los privilegios, incluida la posibilidad de seguir viva?, ¿qué cuenta la mirada de los demás cuando se posa sobre el extranjero o el inmigrante? He sentido vergüenza de formar parte de un sistema que asume a diario que “así es como funciona todo” (espeluznante la conversación con el tutor de Diego en el instituto, contexto que me toca más de cerca). La narración en primera persona y el léxico para mi conocido me han conectado mucho con la narración, pese a no tener nada en común con la protagonista. El estilo lleva a la confusión, no hay linealidad temporal ni estructura clara que diferencie monólogo interior, reflexiones y diálogos, pero una vez que dejas de buscar el orden, todo funciona con sentido plenamente lógico. + Leer más |