El corazón helado de Almudena Grandes
"Soy mejor que tú, y no quiero que se nos olvide a ninguno de los dos"
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El corazón helado de Almudena Grandes
"Soy mejor que tú, y no quiero que se nos olvide a ninguno de los dos"
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El corazón helado de Almudena Grandes
"Se divide entre todos el mérito de unos pocos y la responsabilidad de unos pocos se multiplica por todos, para que nadie tenga nunca ningún mérito ni responsabilidad alguna"
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El corazón helado de Almudena Grandes
"Desea el hombre una cosa, parece un nundo, luego que la consigue, tan sólo es humo"
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El corazón helado de Almudena Grandes
"Mi madre envió a aquella entrevista al hijo equivocado y ya nada volvió a ser como antes"
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Inés y la alegría de Almudena Grandes
Solo existe una dicha más grande en la vida que enamorarse, y es enamorarse bien.
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Atlas de geografía humana de Almudena Grandes
Otro día le contaré la verdad, me iba diciendo mientras mentía a medias, rebozando cada palabra en la calculada distancia de un lenguaje mecánicamente prestigioso, o mejor dicho, lo que sospecho de la verdad, esa esfera gigantesca, perfecta como todas las cosas redondas, que ha explotado de repente en el parto de millones de verdades pequeñas y astilladas, células toscas e inermes de una realidad que se ha roto con ellas, sin dejarme instrucciones para su reconstrucción.
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Atlas de geografía humana de Almudena Grandes
Los que hemos nacido sin dientes para comernos el mundo, sólo podemos aspirar a dar algún mordisco desde detrás de una pantalla que no tiene ojos, que no tiene oídos, pero le pone rostro a un esclavo tan fiel como el genio de Aladino, y a él no le impresionan los currículos, no entiende más que su propio idioma, no valora la buena presencia. Es tan tonto o tan listo como su amo, y como él, útil o inútil, y aun más.
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Atlas de geografía humana de Almudena Grandes
He pasado veinte años —y no es una frase hecha, han sido veinte años de verdad, uno detrás de otro, aunque hasta a mí me parezca mentira— cultivando la utopía de un mundo mejor, más justo y más feliz para todos, con los mismos gestos cursis y relamidos que empleaban para trabajar en su jardín las ratitas presumidas de los cuentos que no me contaron de pequeña.
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Atlas de geografía humana de Almudena Grandes
Yo sólo quiero flotar, y por más que esté dispuesta a retorcerle el cuello al azar para conseguirlo, nadie parece dispuesto a pasarme la receta.
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Atlas de geografía humana de Almudena Grandes
porque los colores dejan de ser cualidades para convertirse en seres completos cuando alguien los abandona para irse a vivir a un gigantesco patio de armas triste de gris, sucio de negro.
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Los pacientes del Doctor García de Almudena Grandes
Rita me había preguntado una vez qué habíamos hecho nosotros para que nos hubiera ido peor que a los nazis, y no quise legar a mis hijos en herencia esa pregunta y todas sus respuestas
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Los pacientes del Doctor García de Almudena Grandes
El destino de los exiliados es conocer solamente una fecha, la del día que abandonan su país, nunca la de su vuelta
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Almudena Grandes
La expectativa de felicidad es más intensa que la propia felicidad, pero el dolor de una derrota consumada supera siempre la intensidad prevista en sus peores cálculos.
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Inés y la alegría de Almudena Grandes
La Historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos mortales
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Inés y la alegría de Almudena Grandes
Si no te quisiera, los paparajotes me saldrían tan malos que me pedirías pan con manteca para merendar
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Los besos en el pan de Almudena Grandes
Las infidelidades no tienen por qué ser graves, pero lo grave de verdad, lo verdaderamente intolerable, es la traición. Quien traiciona a un ser amado no merece querer, ni que le quieran.
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El corazón helado de Almudena Grandes
-¿Y por qué no os venís con nosotros, abuela? -Porque a tu abuelo no le da la gana, porque es el hombre más cabezón que hay en el mundo. Cuando quisieron darle la nacionalidad francesa, no la quiso él, cuando pudimos empezar a ahorrar, se negó a comprar un piso. Aquí estamos y aquí seguiremos. Nos volveremos los últimos, mira lo que te digo, los últimos. -Pero a ti te gustaría... -Claro que me gustaría -la abuela sonrió, se sentó en una silla, la cogió en brazos. Si me hubiera casado con un francés, como Olga, pues no, pero... Me casé con tu abuelo, tuve esa suerte, porque hemos sido muy felices pero siempre en español, hablando en español,cantando en español, criando hijos españoles, con amigos españoles, comida española, costumbres españolas, comiendo tarde y cenando más tarde todavía, trasnochando y durmiendo la siesta. Aprendí a guisar igual que mi suegra, cocido los sábados, paella los domingos, lo he seguido haciendo todos estos años. Ahora ya no sé qué hacemos aquí, qué vamos a hacer aquí, sobre todo cuando os volváis vosotros. Si fuera por mí, ya estaríamos en Madrid. + Leer más |
Las tres bodas de Manolita de Almudena Grandes
"En España todo se va a ir a la mierda, hijo mío, y la universidad lo primero, como de costumbre"
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¿En qué ciudad nació Almudena Grandes?