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El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
Una de las cosas buenas que fui descubriendo con los años es que ser raro no es nada raro, contra lo que la palabra parece indicar. De hecho, lo verdaderamente raro es ser normal.
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La buena suerte de Rosa Montero
El miedo es como una piedra que acarreas dentro del estómago. Día tras día vas tragando tu maraña de temores igual que los gatos se tragan sus pelos, hasta que acaban por formar una bola de pelo en la barriga, una densa pelota que produce ganas de vomitar y te obliga a caminar un poco encorvado, como esperando un golpe. El miedo es un parasito, un invasor. Un vampiro que te chupa los pensamientos, porque no puedes alejarlo de tu cabeza. E incluso si, en un raro momento de tregua, consigues olvidar por un instante tu miedo, siempre queda cierta pesadumbre pendiendo sobre ti, una vaga premonición de riesgo y desgracia. No hay manera de librarse por completo de él.
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La loca de la casa de Rosa Montero
La realidad siempre es así: paradójica, incompleta, descuidada. Por eso el género literario que prefiero es el de la novela, que es el que mejor se pliega a la materia rota de la vida. La poesía aspira a la perfección; el ensayo, a la exactitud; el drama, al orden estructural. La novela es el único territorio literario en el que reina la misma imprecisión y desmesura que en la existencia humana. Es un género sucio, híbrido, alborotado. Escribir novelas es un oficio que carece de glamour; somos los obreros de la literatura y tenemos que colocar ladrillo tras ladrillo, mancharnos las manos y baldarnos la espalda del esfuerzo para levantar una humilde pared de palabras que a lo peor luego se nos derrumba.
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La loca de la casa de Rosa Montero
Me he acostumbrado a ordenar los recuerdos de mi vida como un cómputo de novios y de libros.
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Historias de mujeres de Rosa Montero
Y ella se despidió de todos metida en su cama eterna-cama mundo, en su velero del dolor, con la sonrisa desencajada y las manos resplandecientes de sortijas.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
"El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra. Es probable que reconozcas lo que digo; quizá lo hayas experimentado, porque el sufrimiento es algo muy común en todas las vidas (igual que la alegría). Hablo de ese dolor que es tan grande que ni siquiera parece que te nace de dentro, sino que es como si hubieras sido sepultada por un alud. Y así estás. Tan enterrada bajo esas pedregosas toneladas de pena que no puedes ni hablar. Estás segura de que nadie va a oirte." (Pág. 23).
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Cuanto más te acercas a lo esencial, menos puedes nombrarlo. El tuétano de los libros está en las esquinas de las palabras. Lo más importante de las buenas novelas se agolpa en las elipsis, en el aire que circula entre los personajes, en las frases pequeñas.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Cuanto más se envejece, más se siente que saber gozar del presente es un don precioso, comparable a un estado de gracia
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
En el origen de la creatividad está el sufrimiento, el propio y el ajeno
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
La pena aguda es una enajenación. Te callas y te encierras
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Sólo en los nacimientos y en las muertes se sale uno del tiempo; la Tierra detiene su rotación y las trivialidades en las que malgastamos las horas caen sobre el suelo como polvo de purpurina. Cuando un niño nace o una persona muere, el presente se parte por la mitad y te deja atisbar por un instante la grieta de lo verdadero: monumental, ardiente e impasible.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Antes de que llegara el invierno, la cigarra disfrutó de una vida fantástica.
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La loca de la casa de Rosa Montero
Un mundo sin libros es un mundo atmósfera, como Marte. Un lugar imposible, inhabitable. De manera que mucho antes que la escritura está la lectura, y los novelistas no somos sino lectores desparramados y desbordados por nuestra ansiosa hambruna de palabras.
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El amor de mi vida de Rosa Montero
Todo arte es la búsqueda de esa belleza capaz de agrandar la condición humana.
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La carne de Rosa Montero
La vida es un pequeño espacio de luz entre dos nostalgias: la de lo que aún no has vivido y la de lo que ya no vas a poder vivir.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Y me parece que el olvido ya viene, el horroroso olvido, que aniquila hasta el recuerdo del ser amado.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Según investigadores, que las mujeres tengan el dedo anular más largo que el índice, puede conllevar unas posibles consecuencias como, por ejemplo, que tengan un cerebro más varonil, es decir, ser muy buenas en matemáticas y orientación espacial pero flojas en capacidad verbal. Yo me pregunto... ¿En serio? Quiero pensar que esto es el siglo pasado, por lo menos |
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Gregorio Samsa es un ...