El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
La vida es una constante reescritura del ayer. Una deconstrucción de la niñez .
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El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
La vida es una constante reescritura del ayer. Una deconstrucción de la niñez .
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
La infancia nos forja y lo que somos hoy hunde sus raíces en el pasado.
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El amor de mi vida de Rosa Montero
nuestro cuerpo es el mundo en el que tenemos que vivir toda nuestra vida. Y hay libros que son como cartas de navegación de ese planeta corporal, mapas de la terra incognita de nuestro organismo
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Pero no te recuperas nunca, ese es el error: uno no se recupera, uno se reinventa.
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El amor de mi vida de Rosa Montero
Los buenos escritores son capaces de hacer novelas muy grandes con personajes muy pequeños
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La desconocida de Rosa Montero
Si la gente está desencantada contigo desde el principio, ya no se puede decepcionar.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
"Los raros, los diferentes, los monstruos. Que suele ser la gente que más me interesa. Por añadidura, con el tiempo he descubierto que la normalidad no existe"
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El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
"Volviendo a la abundancia de manías entre los creadores, y por mencionar a modo de aperitivo tan solo unas cuantas, diré que Kafka, además de masticar cada bocado treinta y dos veces, hacía gimnasia desnudo con la ventana abierta y un frío pelón; Sócrates llevaba siempre la misma ropa, caminaba descalzo y bailaba solo; Proust se metió un día en la cama y no volvió a salir (y lo mismo hicieron, entre muchos otros, Valle-Inclán y el uruguayo Juan Carlos Onetti); Agatha Christie escribía en la bañera; Rousseau era masoquista y exhibicionista; Freud tenía miedo a los trenes; Hitchcock, a los huevos; Napoleón, a los gatos; y la joven escritora colombiana Amalia Andrade, dequien he recogido los tres últimos ejemplos de fobias, temía en la niñez que le crecieran árboles dentro del cuerpo por haberse tragado una semilla (lo encuentro bastante parecido a lamer cobre). Rudyard Kipling solo podía escribir con tinta muy negra, hasta el punto de que el negro azulado ya le parecía «una aberración». Schiller metía manzanas echadas a perder en el cajón de su mesa, porque para escribir necesitaba oler la podredumbre. En su vejez, Isak Dinesen comía únicamente ostras y uvas blancas con algún espárrago; Stefan Zweig era un obsesivo coleccionista de autógrafos y enviaba tres o cuatro cartas al día a sus personalidades favoritas para pedirles la firma... Por no hablar de Dalí, que siempre fue el rey de las extravagancias." + Leer más |
El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
Vas haciéndote mayor y un día de repente te enteras de que algo en lo que creíste firmemente en la infancia era una falsedad o una tontería. La vida es una constante reescritura del ayer. Una deconstrucción de la infancia.
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El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
La existencia es un caos y uno de los servicios que prestamos los novelistas (una de las razones primeras por las que me lees, por las que yo leo) es dar una apariencia de causalidad y de sentido a una realidad que es solo furia y ruido.
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El amor de mi vida de Rosa Montero
Personalmente, creo que como lectora no hay placer comparable a que te guste mucho una novela y que esta sea muy larga. Pero de cuando en cuando cae en tus manos una miniatura maravillosa que te deja embelesada o incluso temblando.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Los humanos no sabemos qué hacer con la muerte. Grande impensable inmanejable cruel horrible. Así que, como no sabe qué hacer, hemos fabricado túmulos, dólmenes, necrópolis megalíticas, mastabas, pirámides, sarcófagos, panteones, tumbas colectivas, tumbas individuales, sepulcros, monumentos memoriales, lápidas, criptas, nichos, osarios, solemnes cementerios. El tiempo, el dinero, el esfuerzo y el espacio invertidos en construir para los muertos hubiera podido mejorar bastante la vida de los vivos.
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La buena suerte de Rosa Montero
En lo que se divide de verdad la humanidad es entre buena y mala gente. Entre las personas que son capaces de ponerse en el lugar de los otros y sufrir con ellos y alegrarse por ellos, y los hijos de puta que sólo buscan su propio beneficio, que sólo saben mirarse la barriga.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Qué pena que olvidé que podía perderte. Si hubiera sido consciente, te habría querido no más, pero mejor. Te habría dicho muchas más veces que te amaba. Habría discutido menos por tonterías. Me habría reído más...
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El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
Muy a menudo envejecer es irse rindiendo a la melancolía.
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La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
El verdadero dolor es indecible. Si puedes hablar de lo que te acongoja estás de suerte: eso significa que no es tan importante. Porque cuando el dolor cae sobre ti sin paliativos, lo primero que te arranca es la palabra.
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El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
Nadie recuerda ya a los millones y millones de individuos que nos precedieron, esa inmensa legión de existencias minúsculas. Si afinas mucho el oído quizás puedas escuchar el rumor de sus pasos sobre la Tierra, el ritmo de sus pies bailando el Gran Baile.
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La edad de la inocencia