La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
La creatividad es justamente esto: un intento alquímico de transmutar el sufrimiento en belleza
|
La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
La creatividad es justamente esto: un intento alquímico de transmutar el sufrimiento en belleza
|
La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
La Muerte juega con nosotros al escondite inglés, ese juego en el que un niño cuenta de cara a la pared y los otros intentan llegar a tocar el muro sin que el niño los vea mientras se mueven. Pues bien, con la Muerte es lo mismo. Entramos, salimos, amamos, odiamos, trabajamos, dormimos; o sea, nos pasamos la vida contando como el chico del juego, entretenidos o aturdidos, sin pensar en que nuestra existencia tiene un fin. Pero de cuando en cuando recordamos que somos mortales y entonces miramos hacia atrás, sobresaltados, y ahí esta la Parca, sonriendo, quietecita, muy modosa, como si no se hubiera movido, pero más cerca, un poquito más cerca de nosotros. Y así, cada vez que nos despistamos y nos ocupamos de otras cosas, la Muerte aprovecha para dar un salto y aproximarse. Hasta que llega un momento en que, sin advertirlo, hemos agotado todo nuestro tiempo; y sentimos el aliento frío de la Muerte en el cogote y, un instante después, sin siquiera darnos ocasión de mirar de nuevo para atrás, su zarpa toca nuestra pared y somos suyos.
+ Leer más |
El amor de mi vida de Rosa Montero
Todo recuerdo es mentiroso y toda memoria un producto más o menos elaborado de nuestra imaginación.
|
La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
El amor consiste en encontrar a alguien con quien compartir tus rarezas
|
|
|
La buena suerte de Rosa Montero
Eres una cuidadora, pero para cuidar a los demás primero tienes que cuidarte a ti misma.
|
La carne de Rosa Montero
La vida es un pequeño espacio de luz entre dos nostalgias: la de lo que aún no has vivido, y la de lo que ya no vas a poder vivir. Y el momento justo de la acción es tan confuso, tan resbaladizo y tan efímero que lo desperdicias mirando con aturdimiento alrededor
|
Bella y oscura de Rosa Montero
Desde entonces cada vez que pienso en aquellos crepúsculos finales los veo en mi memoria del color de la sangre, hermosos y transparentes y terribles. Así de cerca está la dulzura del horror en esta vida tan bella y tan oscura.
|
Lágrimas en la lluvia de Rosa Montero
Bruna había visto cosas peores en sus años de milicia. Mucho peores. Sin embargo, el gesto inesperado y feroz de su vecina le había resultado especialmente turbador. El dolor y el desorden irrumpiendo en su casa a media tarde.
|
La ridícula idea de no volver a verte de Rosa Montero
Honrar a los padres, pues: qué tremendo mandato, qué obligación subterránea y a menudo inconsciente, qué trampa del destino.
|
|
El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
La vida es una constante reescritura del ayer. Una deconstrucción de la niñez.
|
La buena suerte de Rosa Montero
¿Que es lo que uno siente cuando, de pronto, descubre que el Mal forma parte de su familia? Pablo no sabe responder a esa pregunta: su conciencia es un pantano de emociones. |
La buena suerte de Rosa Montero
En los crímenes más terribles, en las matanzas, en las violaciones, siempre hablamos y nos compadecemos de los muertos, de las víctimas directas. Pero ¿quién se acuerda y se preocupa de esas otras víctimas que son los familiares de los verdugos?
|
|
La hija del Caníbal de Rosa Montero
He observado que la realidad tiende a manifestarse asi, insensata, inconcebible y paradójica, de manera que a menudo de lo grosero nace lo sublime, del horror, la belleza, y de lo transcendental, la idiotez más compleja
|
El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
Creo que la gente bloquea a menudo el recuerdo de sus infancias porque les resulta un recuerdo intolerable.
|
El peligro de estar cuerda de Rosa Montero
La vida es un sueño diminuto, un espejismo de luz en una eternidad de oscuridades. Y eso es nada, y es todo.
|
La loca de la casa de Rosa Montero
Pienso que tal vez la imaginación compita contra la memoria para apoderarse del territorio cerebral. Puede que uno no tenga cabeza suficiente para ser al mismo tiempo memorioso y fantasioso. La loca de la casa, inquilina hacendosa, limpia los salones de recuerdos para estar más ancha.
|
Fue publicada en ...