Amphitryon de Molière
¡Ah!, ¡cuán poco halagan las lisonjas, los honores y todo lo que acarrea una gran victoria, cuando en el alma se sufre un vivo dolor!
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Amphitryon de Molière
¡Ah!, ¡cuán poco halagan las lisonjas, los honores y todo lo que acarrea una gran victoria, cuando en el alma se sufre un vivo dolor!
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Amphitryon de Molière
Unos encuentran mil delicias en arriesgarse, yo las encuentro en conservar mi vida.
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Les Précieuses Ridicules de Molière
MAGDELON.- ...Así es como las cosas se tratan en los modales refinados, y son reglas, de las que no se puede prescindir en la buena educación. ¡Pero venir de punta en blanco al enlace conyugal, no hacer el amor más que con el contrato matrimonial, y tomar justamente la novela al revés...!
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El Tartufo de Molière
¡Ah! No porque sea devoto dejo de ser hombre; y cuando llega uno a contemplar vuestros celestiales hechizos, el corazón queda prendido en ellos y no razona. Ya sé que tal discurso parece extraño en mí, mas, señora, después de todo no soy un ángel; y si condena la confesión que le hago, culpe de ello a sus encantadoras prendas.
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El Médico a Palos de Molière
Sganarelle.-¡Qué bobería! Al contrario, una mujer que no habla es un tesoro. La mía no padece esta enfermedad, y si la tuviese, yo me guardaría muy bien de curarla. |
El Médico a Palos de Molière
Sganarelle.-Ya está usted perdonado. Usted no sabe latín, y por consiguiente está dispensado de tener sentido común.
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El Médico a Palos de Molière
Sganarelle. -Hipócrates dice que los dos nos cubramos. D. Geronimo. -¿Hipócrates lo dice? Sganarelle.-Si señor. D. Geronimo. ¿Y en que capítulo? Sganarelle.- En el capítulo de los sombreros. D. Geronimo. -Pues, si lo dice Hipócrates, será preciso obedecer. |
El enfermo imaginario de Molière
BERALDO. Cuando recibáis la toga y el birrete de médico, adquiriréis también toda esta sabiduría, y seréis después más hábil de lo que os pensáis. ARGAN. ¡No me digáis! ¿Se sabe discutir sobre las enfermedades sólo con poseer tal indumentaria? BERALDO. Sí; no se necesita más que hablar, vistiendo una bata y un gorro como ésos, y cualquier galimatías se vuelve ciencia pura, y cualquier tontería, una razón |
El enfermo imaginario de Molière
ANTOÑITA. (A ARGAN.) Señor, hay un médico que desea veros. ARGAN. ¿Y qué médico? ANTOÑITA. Un médico de la medicina. |
El enfermo imaginario de Molière
ARGAN :Y andad con cuidado en lo que decís, porque este dedito que aquí veis me dirá en seguida si mentís.
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El enfermo imaginario de Molière
ANGÉLICA. Pues la gran prueba de amor está en someterse a la voluntad de aquella a quien se ama.
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El enfermo imaginario de Molière
TOMÁS. (Saludando a ARGAN una vez más.) También con el permiso del señor, os invito a venir a presenciar, uno de estos días, por simple diversión y solaz, la disección de una mujer, sobre la que he de hacer mis comentarios. ANTOÑITA. La diversión será agradable. Hay quien invita a ver una comedia a las personas amadas, pero ofrecer una disección es algo muchísimo más galante. |
El enfermo imaginario de Molière
...hace suyas ciegamente las opiniones de nuestros antecesores, y que nunca ha querido comprender ni escuchar las razones y experiencias de los pretendidos descubrimientos de nuestro siglo con respecto a la circulación de la sangre y otras opiniones de la misma calaña.
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El misántropo / El burgués gentilhombre de Molière
JOURDAIN. -¿Conque no hay más que prosa o verso? FILÓSOFO. -Nada más. Y todo lo que no está en prosa está en verso; y todo lo que no está en verso, está en prosa. JOURDAIN. -Y cuando uno habla, ¿en qué habla? FILÓSOFO. -En prosa. JOURDAIN. -¡Cómo! Cuando yo le digo a Nicolasa: "Tráeme las zapatillas" o "dame el gorro de dormir", ¿hablo en prosa? FILÓSOFO. -Sí, señor. JOURDAIN. -¡Por vida de Dios! ¡Más de cuarenta años que hablo en prosa sin saberlo! No sé cómo pagaros esta lección... |
El Tartufo de Molière
Tartufo conoce a quien engaña, aprovechase ofuscándole con cien apariencias y con su hipocresía le saca sumas a toda hora, adquiriendo además el derecho de censurarnos a todos.
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El enfermo imaginario de Molière
Yo, querido hermano, no me impongo el deber de combatir la medicina; y cada cual, por su cuenta y riesgo, puede creer lo que le venga en gana. Lo que digo es puramente entre nosotros, y me hubiera gustado poderos sacar del error en que vivís, y, para divertiros, llevaros a ver alguna de las comedias de Moliére. |
El misántropo de Molière
[...] salgamos de esta selva y de esta ladronera, y puesto que los humanos vivís como verdaderos lobos, traidores, que no me veréis entre vosotros más.
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Gregorio Samsa es un ...