El enfermo imaginario de Molière
Yo, querido hermano, no me impongo el deber de combatir la medicina; y cada cual, por su cuenta y riesgo, puede creer lo que le venga en gana. Lo que digo es puramente entre nosotros, y me hubiera gustado poderos sacar del error en que vivís, y, para divertiros, llevaros a ver alguna de las comedias de Moliére. |