Las hermanas de Borgo Sud

Con una prosa que se asemeja al verso, Donatella di Petroantonio la autora, nos traslada a la Italia profunda con la historia de dos hermanas muy distintas entre ellas. Una de ellas, la narradora, completamente formal y con una vida estructurada, mientras que la otra es todo lo contrario, una viva la vida que se aprovecha de su hermana cada vez que puede.
En su visión retrospectiva, la narradora nos presenta a unos padres demasiados arraigados al mundo rural y llenos de prejuicios contra las novedades que llevan sus hijas con su manera de vida. Además de no apoyarlas y mostrar unas actitudes machistas típicas del mundo rural hasta comienzos del siglo XXI.
Con relación al tema principal, el amor, se distinguen dos tipos, el paterno – filial, y el amor físico. La obra nos descubre lo complicado que es demostrar los sentimientos de cariño a tus familiares cuando las personas son muy reservadas, o que mediante gestos, los cuales pasan a menudo desapercibidos, que enseñan el amor que sentimos por los padres o hermanos. Esto sucede porque estamos acostumbrados a escuchar en lugar de ver y sentir.
En el caso de los hermanos, cuando han estado muy unidos en la infancia, además con el paso del tiempo se termina ignorando los momentos más oscuros de su vida en la edad adulta, dando como resultado una imagen deformada de su realidad cotidiana.
En cuanto al amor físico, entre personas que no comparten relación genética alguna, donde a pesar de las diferentes señales que podemos ver y observar, siempre hay una de las partes que ofrece todo su ser hasta darse de lleno contra la pared de su error cuando ya es demasiado tarde.
Pero lo verdaderamente importante de este relato es la visión retrospectiva que se hace de la vida ante un hecho que puede destrozar tu vida, y hacer un examen de conciencia para comprobar cuáles han sido nuestros aciertos y fallos, y la manera de poder solucionarlos en el futuro. Dándonos cuenta que en un segundo tu vida, tu estilo de vida puede cambiar a peor (o mejor), según las circunstancias.
Por ello la novela entremezcla dos historias, la primera relacionada con el momento presente de la narradora omnisciente y protagonista que recibe una terrible noticia. Y este acontecimiento hace que escarbe en su memoria sobre el pasado suyo y sus relaciones familiares, con su hermana y sobre su matrimonio.
Por último resalta la lealtad y la manera de vivir como una gran familia que tiene lugar en los barrios más humildes de las ciudades, en especial de las grandes.
Para finalizar, y tal como indiqué al principio, la novela engancha debido a la prosa sencilla y a la vez poética que hace que se lea en poco tiempo y te sumerja de lleno en la historia que cuenta la protagonista sobre su vida.

Como ya os he dicho, no era mi estreno con esta autora, y por eso mismo me apunté con los ojos cerrados a esta nueva lectura conjunta, ya que sabía que la pluma de Donatella es de esas que te dejan huella, y aunque a priori no soy de novelas intimistas, si son de este tipo repetiré y repetiré. En esta novela vamos a conocer a dos hermanas, la que nos narra la historia, y Adriana, su hermana menor, con la que tiene una relación un tanto complicada, llena de amor pero también de reproches a la misma vez, algo no muy atípico entre hermanas verdaderamente... Por cierto, de la hermana mayor nunca sabremos el nombre.

La novela parte de un hecho acaecido en la actualidad. Antes, en el capítulo 1, la narradora recuerdo un hecho muy importante de su vida, algo que ocurrió un día clave y que pudo ser el germen de muchas cosas. A partir de ahí, nos irá relatando lo que ocurre en esos momentos, pero a la misma vez y de manera introspectiva, nos contará, de manera que ella también va a analizando para ella misma, sus relaciones con su familia y su marido Piero, y como no, con la otra protagonista de la historia: su hermana Adriana. Más que la otra protagonista, Adriana casi será la protagonista absoluta, de la que más estemos pendientes, la que más sorpresas nos de, la que destaque en la narración. Todo tiene un porqué.

Revisando mi anterior reseña de la Retornada, y comentándolo con Laky, nos dimos cuenta de que estas dos hermanas son las protagonistas de la novela anterior, y que la narradora de Las Hermanas de Borgo Sud es la retornada, de la que no supimos el nombre cuando la conocimos, y aquí seguimos sin saberlo. Adriana también aparecía en La Retornada, y también la eclipsaba completamente, tenía mucha más ira, era más resolutiva, destacaba muchísimo... En esos entonces eran dos niñas, con más hermanos, unos padres huraños, padres que no tenían para alimentar a todos sus hijos, por eso mandaron a la hermana mayor con otra familia, y luego les fue devuelta... Y con una gran desgracia familiar a la que se hace alusión en esta nueva novela. Os he dado unas pinceladas, pero ya os digo que no es necesario leer La Retornada para comprender y disfrutar muchísimo de Las Hermanas de Borgo Sud, ya que la autora nos da todos los datos y las herramientas para ello. No obstante, lo recomiendo porque os perderiaís una gran novela!

Adriana maneja a su hermana a su antojo, y casi a todo el que le rodea, tiene ese don. Igual que tiene el don de meterse en líos, de no elegir bien su camino, sus amores, de fomentar enfrentamientos entre quienes están cerca, y además no es nada agradecida. Pero tiene algo, un aura que hace que su hermana la intente defender siempre, saque la cara por ella, se anteponga ella y a la persona que tiene al lado ante una aparición imprevista en su casa de Adriana (y no sola). Quizás Adriana, aunque parece fuerte, es una persona que emana una debilidad que hace que los demás quieran protegerla.

Como digo, la narradora hace un repaso de toda su vida, de momentos con y sin Adriana, con breves incursiones a su niñez, al fatal hecho que marcó a la familia y a las dos hermanas de pequeñas, y muchos momentos en la actualidad, y nos muestra un compendio de las relaciones con su familia y parejas, con una familia cláramente disfuncional, donde no se sintieron muy queridas, y es por eso que se pregunta si este momento actual que viven es fruto de todos esos maltratos psicólogicos y físicos por parte de algunas personas, unas queriendo y otras sin querer, o estaban destinadas a todo esto.

También vamos a asistir a sus pensamientos acerca de la maternidad, si es merecedora de ella o no, si funcionaría como madre, y hace un análisis de su relación y su matrimonio. El marido de la narradora, Piero, es todo un sol, comprensivo, atento, no le importan las impertinencias de Adriana, la cuida... Me ha parecido un personaje tierno, dentro de su problemática, la autora hace un alegato destacando una situación que es más habitual de lo que parece, y siempre tendemos a ponernos de una parte (yo lo hice al principio, me decepcioné y lo juzgué) cuando en verdad la otra parte también puede ser más víctima que verdugo. Yo lo he entendido, y la narradora finalmente también lo hace, no puedo contar más para no desvelar qué ocurre ahí, el problema tiene enjundia y leyendo la novela lo entenderéis perfectamente.

También destaca la narradora la relación con sus padres y hermanos. Especialmente emotivo los capítulos dedicados a su madre, esa persona arisca, huraña y que nunca les demostró cariño. La mujer tuvo una vida dura, pero no era excusa para ser así, especialmente con sus dos hijas. Con todos los esfuerzos que hace la narradora, ¿cómo te relacionas, cuidas y te despides de tu madre cuándo no sabes si alguna vez te ha querido o no? Es como se nos dice en la cita anterior, una vida llena de carencias, y con esos antecedentes, ¿no será ella igual que su madre con sus hijos? Si no ha sabido cuidar de su hermana, ¿sabrá cuidar de unos hijos?. Es una gran reflexión.

La pluma de la autora es implecable, consiguiendo una narración que se te clava en el alma. Con una prosa tan cuidada, tan personal y especial que sientes, de alguna manera, que estás invadiendo la intimidad de la narradora, su espacio personal y estás entrando en sus sentimeintos más profundos y suyos. Es como si la estuvieras espiando, oyendo cosas que son sólo suyas y que no te corresponde oír, eres como una extraña que oye sin querer una conversación privada o que lee un diario ajeno.

Creo que con todas estas pinceladas ya podéis discernir que la novela y la autora me han gustado mucho una vez más. Porque nos encontramos ante una historia que no nos va a dejar indiferentes, con muchos matices tristes y otro muy bonitos, en donde hay una calma tensa a lo largo de todas las páginas, que van a converger en un final necesario y que a mí me ha dejado satisfecha, y aunque esperaba saber algo más de las protagonistas una vez llegados a este final, me queda la esperanza de que sea porque habrá una nueva novela y sabremos más acerca de estas dos hermanas. Es por eso que la recomiendo!
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Una mujer -de la que nunca llegaremos saber el nombre- nos cuenta que está regresando a su Italia natal. Algo ha pasado pero no sabemos qué ni lo sabremos hasta casi el final del libro. En ese retorno, aprovecha también para volver al pasado y nos va a contar su vida, centrándose especialmente en su relación con su hermana pequeña Adriana.

Mediante saltos continuos entre el presente y diversos momentos del pasado, la novela va avanzando y retrocediendo para ir dándonos pinceladas de a poquito, que nos permiten ir haciéndonos una idea de lo que ha pasado en esa familia. Pero son poquitos datos que, más que dar información, te dejan con la miel en la boca porque está claro que en la familia de la narradora ha pasado algo pero no somos capaces de saber qué.

Os vais a reír pero no sabía que esta novela era “continuación” de “La retornada”. Y no lo he sabido hasta ahora mismo, al buscar información para hacer la reseña. Me he ido a mi reseña y a la sinopsis de la anterior novela y me he quedado sorprendida al ver que la chica que retornó a su familia es la protagonista y narradora de esta novela y que la Adriana de ésta es la hermana pequeña de la retornada, la que le abrió los brazos y la acogió a la familia. Ya os imagináis que no es necesario haber leído “La retornada” para leer “Las hermanas de Borgo Sud”; yo la había leído y no me he dado cuenta de que era continuación (de lo cual me avergüenzo un poco, la verdad). Pero sí que es verdad que ahora, sabiéndolo, veo de otra manera esta nueva novela. de haberlo sabido al principio, supongo que hubiese entendido desde el principio ciertas cosas. Ahora, desde luego, la veo de otra manera…

La novela está narrada en primera persona por la protagonista la cual ni en la primera novela ni en ésta tiene nombre así que la seguiré llamando la retornada. Con un estilo cuidado como corresponde a una mujer de un cierto nivel cultural, nos cuenta cosas de su pasado, desde que era una adolescente (en la anterior novela supimos de su infancia y del momento en el que con trece años retornó a su familia, en esta veremos lo que pasó después). Veremos lo que estudió, en qué trabaja, cómo se enamoró y casó, los amores de su hermana y la relación tan mala que la propia narradora y sobre todo Adriana tienen con sus padres.

Decía en la reseña de la anterior novela que mi personaje preferido era Adriana, a la sazón una niña pizpireta y caprichosa. Pero ha crecido y se ha convertido en un personaje un tanto problemático, al que su hermana está muy unida pero que va y viene como el Guadiana. No me ha gustado tanto como en la anterior novela, en esta ocasión mi preferida ha sido la propia narradora.

Como en la anterior novela, la autora dice las cosas como sin decirlas, sin ahondar en los sentimientos, tan solo sugiriéndolos. Pero en todo momento sobrevuela el drama: no sabes qué va a pasar pero sí que va a pasar algo y que no es bueno y esa cierta “intriga” te incita a leer. Ya os aviso que hay alguna sorpresa para mí absolutamente inesperada.

Un estilo delicado y sutil el de Donatella di Pietroantonio, una forma muy bonita de contar las cosas y algunas frases demoledoras como cuando la narradora dice que ella y su hermana fueron hijas de ninguna madre. Durísimo, ¿no os parece?

Conclusión final

“Las hermanas de Borgo Sud” es una preciosa novela intimista sobre dos hermanas y la relación tan complicada que existe entre ellas y el resto de su familia. Una historia de amores y desamores que me ha gustado mucho.
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Hace 3 años que leí por primera vez a esta escritora italiana con "La retornada", un libro que me gustó mucho y del que dije en su momento que era "un caos oscuro con algunos rayos de luz". Adriana, la hermana de la protagonista, fue justamente uno de esos rayitos de esperanza, y me ha encantado que esta vez profundizara en este personaje y saber un poquito más de ella.

En esta nueva novela, finalista del Premio Strega (el más importante de Italia), volvemos a encontrarnos con las dos hermanas, ahora ya adultas y con unas vidas complemente distintas entre ellas. Cada una ha tomado un camino, pero a pesar de esas diferencias siguen apoyándose la una en la otra y, con sus más y sus menos y a su manera, permanecen unidas. Con esa voz narrativa que la caracteriza y que tanto me gustó pero que ha evolucionado, percibiéndose ahora mucho más madura y serena, la protagonista vuelve a hablarnos de su familia, de su vida en pareja, de las relaciones familiares. Esos silencios, esas palabras no dichas que se quedan a mitad de camino complicándolo todo, el pasado que vuelve y se mezcla con el presente... Una novela de personajes, de las que me gustan, sin una trama trepidante pero emocionalmente muy intensa.

Y aunque reconozco que al principio me costó un poco engancharme, me fue ganando según avanzaba y al final me ha gustado más de lo que esperaba.
No es necesario haber leído "La retornada" anteriormente, aunque están relacionadas entre sí se puede seguir el hilo de cada una independientemente de la otra, pero yo os recomendaría que leyerais las dos. Vale la pena conocer a Donatella y a estas dos hermanas tan especiales.

Adriana y la protagonista, de quién nunca llegamos a saber el nombre, son dos hermanas con una relación complicada. Adriana, alocada y egoísta, actúa siempre en su propio beneficio. Enamorada desde joven de un hombre que no le conviene y con quién tiene una relación de lo más inestable. La protagonista, por su parte, se casó hace años con Piero y tiene con él una relación en apariencia perfecta. Ambas hermanas no podían ser más diferentes, ni sus caminos diferir más. Tras una larga separación, Adriana busca en la protagonista apoyo cuando se encuentra sola y con un hijo. ¿Podrán salvar las distancias y convertirse en un apoyo la una para la otra?

La lectura de Las hermanas de Borgo Sud me resultó tremendamente tediosa. Poco después de terminar me enteré que es la segunda parte de "La retornada", libro que no he leído, por lo que es muy probable que me haya perdido ciertos matices. Aún así, dudo que pudiera haber disfrutado lo más mínimo de la lectura. El estilo de la autora, que intenta ser poética pero a mi parecer no lo consigue, no me ha resultado en absoluto convincente. La estructura de sus oraciones (ya no sé si por culpa de la narrativa original o de la traducción) me hacía muy pesado avanzar, pues en muchas ocasiones ni se entendía. A pesar de ser corto, se me ha hecho difícil de leer por todas estas cuestiones.

En cuanto a los personajes, no he conectado con ninguno de ellos. Son historias duras que deberían invitar a la empatía, pero yo no podía estar más desvinculada de ellos. Me daban igual todos, y eso es señal de que la historia no me ha transmitido lo que imagino quería transmitir.

En cuanto al final, tan en el aire y tan falto de emoción, ha sido la guinda del pastel.

Tristemente, no salvaría nada de la historia.