La Retornada

Hay libros que solo por la editorial que los publica, o la colección en la que están encuadrados, te ofrecen garantía de calidad. Eso es lo que me ocurre con la colección Nefelibata de la editorial Duomo, y por eso mismo también tenía unas expectativas muy altas con La retornada, de la autora italiana Donatella di Pietrantonio. Pues os digo desde ya que las expectativas no solo se han cumplido sino que se han visto superadas. He devorado la historia en tres ratos, como quien dice, y además es una historia de las que se te quedan rondando la cabeza tras haber sido leídas.

La historia comienza cuando la protagonista, de 13 años, ve como los que hasta ese momento ella pensaba que eran sus padres biológicos, la devuelven a los que son, realmente, sus padres biológicos. de la noche a la mañana, y siendo solo una niña, tiene que enfrentarse al hecho de que los que ella creía sus padres no lo son, a la duda de por qué le han devuelto de la noche a la mañana sin darle ninguna explicación, y al cambio que supone pasar de una vida acomodada en la costa, donde era hija única y vivía con ciertos lujos, a la vida dentro una familia que le es ajena e impuesta, de clase baja, en un pueblo y una casa llena de niños y adolescentes donde ella no solo no es nadie (e incluso mal recibida por algunos de ellos), sino que encima tiene el estigma en la frente: es la retornada, la que unos primos (eso eran realmente los que ella creía padres) han devuelto como si de una cosa o un bulto cualquiera se tratase.

"Con el tiempo perdí también aquella idea confusa de normalidad y hoy ignoro de verdad qué lugar es una madre. Me falta como puede faltarme la salud, un cobijo, una certeza. Es un vacío persistente, que conozco pero no supero. Me da vueltas la cabeza si miro dentro. Un paisaje desolado que de noche me quita el sueño y fabrica pesadillas en el poco que me deja. La única madre que nunca he perdido es la de mis sueños".

Este párrafo resume a la perfección el sentimiento que persiste en la protagonista durante todo el libro. Como narradora, tiene 33 años, y lo cuenta todo en retrospectiva, pero jamás ha sido capaz de volver a ubicarse, de tener un sentido de pertenencia a una familia, de saber lo que es una madre, después de aquel verano de veinte años atrás. Y esta idea es primordial en la historia: la pérdida del ancla que supone una madre. En lo que respecta a la figura del padre, tanto el que tenía en primer lugar como el verdadero, es secundaria. Ella quiere recuperar a su antigua madre; con quien sueña es con su antigua madre; a quien echa en falta es a su antigua madre.

El desapego con su nueva familia es constante y persistente, y por como habla en su adultez, sus padres biológicos jamás llegan a ser nada más que eso. Cuando habla de ellos son "la madre", "el padre"... jamás usa el pronombre "mi". Aun así, nos narra la niña que fue, la que luchó por adaptarse, por sobrevivir... una niña fuerte que se lo guardaba todo, que hacía frente a todo, pero que también tenía pesadillas y se sentía absolutamente perdida entre dos mundos que colisionaban entre lo que había conocido hasta ese momento y lo que tenía ahora, y que, sobre todo, no entendía qué había pasado. ¿Qué había hecho mal para que la devolviesen? ¿Si se portaba bien volverían a por ella? ¿La situación era temporal o era para siempre? ¿Por qué no iban a verla sus padres de antes, por qué no la llamaban? ¿Tan poco la querían para deshacerse de ella de esa manera, como si fuese un sofá viejo o una televisión rota? ¿Cómo pueden unos padres devolver a una hija después de 13 años sin echar ni un solo vistazo atrás? ¿Cómo pueden unos padres regalar a un bebé de meses y luego recuperarla como si nada?

Narrada en primera persona, si algo tiene de fascinante esta novela es la voz de la protagonista... protagonista de la que nunca sabemos el nombre y solo conocemos el sobrenombre de la retornada. Es tan directa, tan franca, tan realista en cuanto a la edad que tiene... el tono fluctúa entre el desapego, la rabia, el dolor o ese humor tan italiano, tan de exagerar un poco las cosas, pero siempre de una manera desapegada, sin dramas. Tiene cosas de niña y reflexiones propias de alguien que madura a marchas forzadas. En ocasiones tiene una visión aguda e incisiva de todo lo que le rodea, y en otras se comporta como lo que es, una niña que hasta ese momento no ha tenido preocupación alguna, inocente e ingenua para entender por qué está en la situación que está. Pero sobre todo somos testigos, a través de sus palabras, del modo en que crecen sus sentimientos, de lo más bonito que tiene esta historia: la evolución de su relación con su hermana Adriana, tres años menor que ella, y que se aferra a su hermana mayor en cuanto entra por la puerta como quien necesita un amarre en medio del caos y la tormenta. Nuestra protagonista busca deseseperadamente una madre y en el proceso se encuentra una hermana, y esa es la verdadera relación familiar que consigue enraizar en su vida: esa termina siendo su ancla.

Di Pietrantonio sitúa esta historia en la región italiana de los Abruzos en los años 70, y hace mucho hincapié en el contraste entre la vida acomodada de las zonas costeras y la muy humilde del interior... en la buena vida que llevaba la protagonista en la ciudad y las privaciones que sufre en el pueblo. En lo que no hace diferencias es en el egoísmo de ambas parejas, los padres adoptivos y los biológicos, y en lo crueles que son con una niña que no tiene culpa de nada, que no entiende nada, y a la que llevan y traen, quieren y dejan de querer, cuando a ellos les conviene y les viene bien. Y sí, acabamos entendiéndolo todo, la autora no nos racanea la explicación, y eso solo hace que quieras abrazar más fuerte a la protagonista. Se podría debatir mucho sobre quién es peor en esta historia: si los padres biológicos o los adoptivos; los que regalan al bebé o se quitan de encima a la adolescente... porque nada de lo que haga o deje de hacer ninguno de ellos después de eso excusa su comportamiento. Esta niña pierde el cariño de unos y nunca siente el cariño de los otros, y los detalles puntuales no compensan eso.

La retornada es sobre todo, y ante todo, su protagonista. Tiene que enfrentarse al abandono, a la soledad, a la añoranza y a la incertidumbre de lo desconocido. Es fuerte, inteligente, una superviviente que tiene que aprender a mirar el mundo de un modo completamente distinto al que le han enseñado, que tiene que aprender a enseñar los dientes y a vivir en una situación que tarda mucho en comprender. La narración es perfecta, el modo en que te atrapa la historia es subyugante, y con cada paso que la retornada da, con cada cosa que descubres junto a ella, le aprietas la mano un poco más fuerte y no se la sueltas.

Una lectura muy, muy recomendable, y una protagonista deslumbrante con una voz única.
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De La Retornada, no vamos a conocer su nombre, sólo su historia, contada por ella en primera persona. La Retornada es una muchacha de 13 años a la que un día, sin dar explicaciones ningunas, los que pensaba que eran sus padres, y que en realidad eran sus tíos, la devuelven a su familia biológica. ¿Qué ha pasado para que suceda esto? ¿Porque la acogieron con 6 meses y con 13 años la devuelven? ¿Ha hecho ella algo malo? ¿Ha cambiado en la vida de ellos algo para que ya no la puedan tener con ellos? Todos estas preguntas se las irá haciendo al principio del relato, y se irán disolviendo estas dudas a lo largo de la historia, a veces de manera cruel, a veces por casualidad y a veces a la fuerza. Ella piensa que su "madre hasta los trece años ha enfermado" y por eso han tenido que devolverla durante un tiempo. No sabe que la realidad es otra, y que no será algo temporal.




Cuando La Retornada, como la conoce todo el mundo, sus hermanos, en el colegio, en el pueblo, llega a la casa de la que proviene, se va a encontrar con unos padres que casi la desprecian, unos hermanos que en su mayoría la odian, porque para ellos es otra boca más que les quita la comida, y una pobreza a la que no está acostumbrada. No me explico como todo esto no la hace estallar, porque si te devuelven a un palacio, pues te consuelas con aquello de "las penas con pan son menos penas", pero si encima de la situación vas a un lugar donde todo es miseria, apenas hay comida, no tiene ni cama propia, no me explico como esta chiquilla es capaz de aguantar todo. Creo que es debido a que en un principio está tan confundida, llena de preguntas y descolocada, que está casi como estado de shock. Claro que al cabo de un tiempo tiene berrinches, y ataques de ira, recordemos que es sólo una cría de 13 años, pero realmente está muy contenida a lo largo de toda la historia.




Es muy interesante observar el desapego que hay durante toda la novela en general entre toda la familia. de los hermanos sólo vamos a conocer el nombre de cuatro: el mayor, el más pequeño, que es aún bebé, la hermana pequeña, que será uña y carne con nuestra protagonista, y uno de los medianos, Sergio, que será su enemigo dentro de la casa. del otro hermano ni siquiera se menciona el nombre, siempre es "el otro". Los padres están a lo suyo, buscan comida para alimentar a sus hijos, pero no les tiembla el pulso si le tienen que pegar una paliza a alguno o si les tienen que mandar a trabajar. No veo mucha empatía de los unos a los otros. Y lo más triste es que esto ocurre en cualquier hogar de este tipo, sea Italia o sea cualquier pueblo de España. Si hay muchos hijos porque no se han puesto medios, los usan como mulas de carga en los trabajos, los mandan al campo, y a veces les suponen un estorbo, no los pueden atender a todas y si alguno está enfermo luchan por él pero desgraciadamente pueden morir porque los recursos y el interés son escasos. Esto lo sabe relatar muy bien la autora, tanto que a veces te pones en la piel de la Retornada o sus hermanos y sientes indignación de porqué los tratan así, con tan pocos miramientos.

Dos de los hermanos serán fundamentales en esta nueva vida con la que se encuentra la protagonista. Vincenzo, el hermano mayor, y Adriana, la hermana pequeña. Entre los tres harán piña y por su cuenta se "buscarán las habichuelas", harán pequeñas escapadas, compartirán secretos y demás. Las escenas entre hermanos son muy tiernas y el lector se da cuenta de como los niños y adolescentes son capaces de adaptarse a las situaciones adversas más aún que los adultos. Ocurre un hecho trágico y vemos como lo afronta toda la familia, esta es una de las partes más intensas de la historia, como vemos el cariño que en verdad se tiene toda la familia y el pueblo en sí con ellos aunque parezca que allí cada uno va a su aire. La verdad es que la autora consiguió dejarme tocada con esta parte de la novela, y con un nudo en la garganta, no puedo explicar nada porque os lo desvelaría, pero sin duda esa parte será una de las que os toquen la fibra.

Y si os hablo de los hermanos, tengo que destacar a Adriana, que será el alma gemela de la Retornada cuando vuelva a su casa. Esta niña, menor que ella, le da cien vueltas como decimos en mi tierra jejeje. Es fascinante ver como se desenvuelve la cría, como se enfrenta con los mayores o sus iguales en el colegio cuando tiene que defender a su hermana, como le echa cara, como se apaña sola con el hermano bebé, es una niña sin filtros, que dice sin problema lo que pasa por su mente, y su sentido de la honestidad es brutal. Si tengo que elegir un personaje secundario, me quedo con ella, pero es que incluso consigue eclipsar a la protagonista en muchas ocasiones. Véase por ejemplo la escena final de la novela donde es ella la que toma la determinación que ni su hermana ni los adultos son capaces de tomar, impresionante!

Estructuralmente la novela está compuesta de 33 capítulos, que constan de poquitas hojas, a lo sumo 10. Tenemos una novela de unas 250 páginas que se hace muy fácil de leer, ya que es muy fluída y la historia que encierra te lleva a una curiosidad morbosa por conocer qué le pasará a La Retornada y su familia de origen y si volverá alguna vez con la familia que la devolvió y sobre todo, conocer si hay un cara a cara para pedir explicaciones de porqué lo hicieron, como si de un Sálvame se tratara. Hay algunas expresiones en italiano que están debidamente traducidas en notas a pie de página, algo que es de agradecer y es un acierto por la editorial porque si están al final del libro y hay que ir hacia delante y hacia detrás, de muchísima pereza.

Vaya! Pensaba que no tenía mucho qué contar de esta novela y al final os he hablado y hablado y podría seguir, pero no quiero cansaros. Con todo lo que os he relatado creo que ya os habré creado ganas y curiosidad por leer La Retornada. Sólo recordaros que el sello DUOMO NEFELIBATA al que pertenece esta novela, nos ofrece una selección de títulos de historias que te llegan al alma, que te encogen el corazón y que merece la pena tener en un hueco en nuestra estantería, y que esta historia se merece una lectura sosegada y con mimo, y no la olvidaréis en mucho tiempo.
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Nuestra protagonista es devuelta a casa, con sus verdaderos padres, cuando tiene trece años. Hasta entonces vivía en la ciudad con quienes ella consideraba sus padres. Llevaba una vida feliz, en el seno de una familia adinerada que la quería y le daba todas las comodidades que una niña puede desear. Pero un día, sin darle más explicaciones, le dicen que ellos no son sus padres y que ha de volver con su verdadera familiar. Y así, sin más, le dejan con unos padres y hermanos que ella no recuerda pues no vive con ellos desde que era un bebé de seis meses. Tres hermanos mayores, una hermana menor y un bebé. Un padre y una madre. Ella no conoce a ninguno, no siente por ellos ningún cariño; para ella su familia es la que ha dejado atrás

Lo peor de todo es que no le han dado ninguna explicación. ¿La ha reclamado su verdadera familia? ¿o es que con quienes estaba no pueden hacerse cargo ya de ella? ¿es posible que su madre esté enferma? Todas estas preguntas y muchas más pasan por su cabeza mientra tiene que acostumbrase a una vida completamente distinta. de una casa en la costa, en la ciudad, con todas las comodidades, ha de pasar a vivir en una casa pequeña y pobre en un pueblo. al principio hasta tiene que compartir una cama pequeña con su hermana Adriana, una duerme normal y la otra pone la cabeza a los pies para que así puedan caber ambas en la cama. Ha de conocer a una familia de la que no tenía noticias hasta hace unos días; una familia que no la acoge precisamente bien: para ellos, sobre todo para los hermanos mayores, es sólo una boca más que alimentar: la retornada

Me ha gustado muchísimo esta historia que me ha conquistado con su sencillez y la preciosa manera de contarla.

Es la propia protagonista, desde sus trece años, quien nos va contando todo. En primera persona, por supuesto. Lo hace de una manera muy contenida, impropia quizás de la edad y de la tragedia que está narrando. Es casi por los detalles que nos damos cuenta de lo que está sufriendo, de cómo le afecta esta situación. La autora podía habernos traído una tragedia pero no es ésa su intención: el lenguaje es contenido, las cosas se ven casi desde fuera. Pero se ven si prestas atención. Como muestra del estilo de narración, un botón: siempre se refiere a su madre como “la madre” en vez de “mi madre”; a los hermanos mayores como “los hermanos”… Sólo da nombre a aquéllos a quienes va cogiendo cariño como Vincenzo o Adriana. Me ha parecido magistral esta forma de transmitirnos su desapego y lejanía respecto a estas personas que son sangre de su sangre pero que ella no siente como familia.

Me ha gustado mucho, como digo, la protagonista: tanto la tesitura en la que la coloca la vida como cómo nos cuenta sus sentimientos; a mí me ha convencido totalmente esta forma de narrar. Me ha parecido tremenda su situación. Ya no sólo por el hecho de que la “retornen” a su familia sino, sobre todo, porque no le den ninguna explicación. Eso es lo peor, el no saber qué ha pasado. Y esa es la parte de intriga que tiene la novela; nosotros también querremos saber por qué unas personas que han tenido trece años a una niña y a la que parecen querer muchísimo, de repente renuncian a ella. ¿Cuál puede ser la causa?

Junto a nuestra pequeña protagonista, tenemos un elenco no muy amplio de personajes secundarios formado por su propia familia: quienes hasta ahora eran sus padres, los padres verdaderos, sus tres hermanos, su hermana Adriana, el bebé y su amiga Patricia. Los personajes no están apenas desarrollados; de hecho, de algunos no llegaremos siquiera a saber el nombre. La mejor caracterizada es Adriana quien, por otra parte, es mi personaje favorito: una niña pizpireta y encantadora, con mucha personalidad, que hace las delicias del lector

La historia se narra de forma delicada, sin ahondar demasiado en los sentimientos sino más bien sugiriéndolos. La lectura resulta muy sencilla y las páginas pasan rápido. Podría perfectamente leerse del tirón; no obstante, yo la he hecho durar varios días pues estaba disfrutando mucho con la historia y la prosa.



Lo que más me ha chocado es la aparente falta de cariño que reina en la familia. He visto a los padres muy despegados desde el principio, no sólo respecto a la retornada sino también respecto a los demás. Me ha resultado raro, yo era más de la idea de que en esas familias tan humildes no habría pan para comer pero el amor sobraría. No obstante, cuando las cosas se complican, cuando hay problemas, se muestran los verdaderos sentimientos. Es ahí cuando nos damos cuenta de que quizás no sean unos padres de andar dando caricias y besos a sus retoños pero que les quieren con locura y que están ahí cuando les necesitan.


Conclusión final

Muy bonita esta novela que ha debido ser un éxito en su país y no es de extrañar, tanto por la historia en sí como la delicada forma de narrar de Donatella di Pietrantonio. La recomiendo.
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Lastima es lo que sentimos cuando descubrimos que nuestra protagonista, a la que no pondremos nombre a lo largo de la lectura, aparece con unas pocas pertenencias en su nuevo hogar. Una pequeña maleta y una bolsa llena de calzado será lo único que se lleve, eso y el recuerdo de la familia que tuvo. le han dicho que su familia biológica la reclama y debe dejar atrás a los que hasta ese momento pensó que eran sus padres, para irse a vivir a una casa que poco tiene de lo que ella conoció hasta ese momento.

Ruido, suciedad, olor a frito y niños gritando, será lo primero que experimente en ese nuevo hogar; un ambiente empobrecido que dista mucho de la vida acomodada que tenía. Pero aparecerá Adriana, su recién estrenada hermana, que será como un soplo de aire fresco y la guiará en su nueva vida. Adriana será su bálsamo en todo lo que viva a lo largo de la historia, es más pequeña que ella, pero eso no impedirá que se convierta en su protectora. Adriana sí está acostumbrada a esa vida, a lidiar con sus hermanos o evitar las burlas en el colegio.

Tras el chasquido metálico apareció una niña con las trenzas flojas, hechas hacía días. Era mi hermana, pero no la había visto nunca."

Las condiciones de vida serán diferentes, aunque acabará por adaptarse. Pero no lo hará al hecho de haber sido abandonada sin ningún tipo de explicación. Además con su nueva familia es imposible hablar del tema y los padres que tenía parecen haberse esfumado. Solo sabe que nació en ese pequeño pueblo de montaña al que la han devuelto, que más tarde sus padres reales la entregaron a una de sus tías porque no podía tener hijos, y que así pasó a formar parte de una vida de lujos que más tarde la quitarían de un plumazo, como si fuera un objeto al que mover a su antojo sin pensar en sus sentimientos.

"Me quedaba huérfana de dos madres vivas. Una me había dado con su leche aún en la lengua, la otra me había devuelto a los trece años. Era hija de separaciones, parentelas falsas o calladas, distancias. Ya no sabía de quién provenía. En el fondo tampoco lo sé ahora.

Se trata de una historia dura, sin artificios, donde el estilo sencillo y directo de la autora no resta impacto en el lector. Además, el hecho de que esté narrado por la protagonista muchos años después ayuda a entender perfectamente a esta joven abandonada; una niña que debería de estar disfrutando de su paso a la vida adolescente, y que de pronto pasa a ser etiquetada como "la retornada". La niña devuelta a su familia biológica. Aunque los motes no serán lo más doloroso, lo peor será la falta de respuestas, necesita saber el porqué, igual que lo necesitamos los lectores. Necesita poder comprender y asimilar lo ocurrido.

Esa falta de respuestas y la sensación de no pertenecer a ningún hogar, será lo que guíe toda la historia. Siempre desde un tono de desconcierto y dolor, que no debería de sufrir una niña de su edad.

A pesar de que puede parecer demasiado dramático todo lo que he contado, nada más lejos de la realidad. "La retornada" no solo perderá, también ganará con este cambio. Descubrirá nuevos sentimientos desconocidos a través de Vincenzo, y experimentará uno de los vínculos más brutales y bonitos de la vida: el hecho de ser hermano. Adriana pasará de ser una hermana impuesta, a una persona fundamental en su vida. Su relación es una gran protagonista en esta lectura, y quizás es lo que la hace tan especial.

"La retornada" es una lectura para disfrutar de la narración delicada de su autora, pero también para reflexionar sobre el sentido de pertenencia a un lugar o a alguien que se convierte de pronto en "familia". Cómo tener alguien puede cambiar el sentido de las cosas en los peores momentos. Una lectura deliciosa y emocionante que no dudo en recomendar.
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Tenía pendiente la reseña, y aunque ya ha pasado algo de tiempo sigue en mi memoria esa sensación de desarraigo, abandono, impotencia y desamparo.
Todo empieza cuando la protagonista, a la que llaman La retornada y de la que en ningún momento conoceremos su nombre, nos cuenta su historia.
De la noche a la mañana se encuentra con una realidad que no podía ni imaginarse y que más parece una pesadilla. Con tan solo trece años se ve devuelta a la casa de sus padres biológicos y es difícil de asimilar que ha estado viviendo una mentira, los que tú crees que son tus padres en realidad son unos parientes que no tenían hijos. Los motivos por los que es devuelta solamente los conoceremos al final. Lo peor es que ella tampoco sabrá al principio los motivos por los que fue apartada de su familia, ni tampoco por los que es devuelta, ella piensa que su madre está enferma y no puede ocuparse de ella. Tiene que costar mucho asimilar todo lo que le ocurre y más a esa edad. Veinte años después y desde una cierta distancia es cuando nos cuenta esos sucesos que marcaron su vida para siempre.

Poco a poco iremos conociendo a los miembros de su familia y también a sus anteriores padres. Como era su vida con su familia anterior en la que no le faltaba de nada y como en la actual pasan todo tipo de estrecheces y problemas económicos. Aunque a ella le pasará su antigua madre una pequeña asignación y también recibirá algún que otro regalo por su parte, lo que le hace todavía más distante de algunos de sus hermanos, verdaderos extraños con los que no había tenido relación. Algunos de sus hermanos no ven con buenos ojos que la hayan devuelto. Es muy distinta a ellos, tal vez por la educación, modales, estudios... Pasar de ser tratada como hija única a ser una más entre un montón de hermanos.

De entre sus hermanos con quien mantiene una relación más estrecha es con la hermana menor, Adriana, de diez años, entre ellas se creará un vínculo especial. El mayor Vincenzo, de dieciocho años también la tratará bien. En cambio, uno de los medianos, Sergio, la tratará con hostilidad, como a una intrusa y es bastante cruel con ella. No han compartido nada, no se conocían, era tan solo un bebé cuando la dieron a sus parientes. ¿Cómo pudieron deshacerse de ella así? Es tanto el desapego que tiene con alguno de sus hermanos que no se menciona su nombre. Adriana se gana un protagonismo importante en la historia, es vital para su hermana y encontrarse con ella es una de las mejores cosas que le pueden pasar, tener una persona que la ayude y la quiera en su nueva situación. Es imposible no sentir empatía y a la vez rabia. Es una lectura que te remueve por dentro, es todo tan injusto. Refleja una parte de la realidad de la sociedad italiana de la época. Se lee rápido y tiene un final que no esperaba.

La Retornada es una novela dura y emotiva a la vez, que cuenta una historia que te atrapará desde el principio y con un sorprendente final.


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