“Un grito tanto más sonoro, nítido y como surgido de otro mundo rasgó de pronto el silencio. Un grito claro, casi involuntario, que de manera irresistible arrancó hasta al más indiferente del silencio y del abatimiento en el que se hallaban” ~ Una boda en Lyon de Stefan Zweig. Es innegable la calidad de la escritura de Zweig (y de su traducción); y de su punto de vista a la hora de sacar los colores a la sociedad de la época –bueno y a esta también, extrapolando sus obras–, pero en este caso, los cuatro relatos que integran este breve libro no trascenderán en mi mente más allá de esta lectura. Stefan Zweig nos lleva a Lyon, donde conocemos a una pareja de enamorados que se casan en un ambiente poco común para celebrar una boda; a Jerusalén y a un caminante que busca a su salvador; a una ciudad cualquiera, donde habita un hombre con un sentido minimalista de la vida –ni pertenencias ni odios– y que con su filosofía es un hombre rico; y a una fábrica en la que dos trabajadores comparan sus obstáculos personales, consolándose entre ellos. Cumplimos con nuestro ritual lector de leer juntas un libro el primer día de año; ritual inaugurado hace cuatro años cuando @maria_patier tuvo el gran acierto de regalarme “La nieta del señor Lihn”. Lo mejor de este libro ha sido precisamente compartirlo con mis chicas etiquetadas en la imagen y con las que espero reactivar más lecturas en 2024 😉. + Leer más |