Recordó que cuando era hombre exigía que las mujeres fueran obedientes y castas, que aparecieran perfumadas y exquisitamente ataviadas. "Ahora tendré que pagar en carne propia por esas exigencias".
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Recordó que cuando era hombre exigía que las mujeres fueran obedientes y castas, que aparecieran perfumadas y exquisitamente ataviadas. "Ahora tendré que pagar en carne propia por esas exigencias".
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Una cosa es el verde en la naturaleza y otra en la literatura. La naturaleza y las letras parecen tenerse una natural antipatía; basta juntarlas para que se hagan pedazos.
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Vale más estar vestida de pobreza e ignorancia, estar libre de ambición marcial, de codicia del poder y del resto de los deseos varoniles con tal de disfrutar en su plenitud de los arrobamientos más sublimes que de que la mente humana es capaz, que son la contemplación, la soledad, el amor. Gracias a dios que soy una mujer.
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Por diferentes que sean los sexos, se entremezclan. En todo ser humano hay una vacilación de un sexo al otro, y a menudo es sólo la ropa lo que mantiene la apariencia masculina o femenina, mientras que por debajo el sexo es lo contrario de lo que es por encima. De las complicaciones y confusiones resultantes todo el mundo ha tenido experiencia.
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Por más que registrara el idioma, le faltaban las palabras. Necesitaba otro paisaje y otra lengua. El inglés era demasiado abierto, demasiado cándido, demasiado meloso para ella.
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"¿Estamos hechos de tal modo que necesitamos diariamente pequeñas dosis de muerte porque si no nos podríamos llevar a cabo la tarea de vivir?"
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"El atuendo no es otra cosa que un símbolo de algo escondido dentro. Fue una transformación en el interior de la misma Orlando lo que determinó que eligiera el atuendo de mujer y el sexo de mujer. Y quizá al obrar así, ella solo expresó más abiertamente de lo habitual --es indiscutible que la franqueza era la esencia de su naturaleza-- algo que ocurre a muchas personas sin que lo manifiesten. De nuevo nos encontramos ante un dilema. Por diversos que sean los sexos, se entremezclan. No hay ser humano que no oscile de un sexo a otro, y a menudo solo los trajes siguen siendo varones o mujeres, mientras que el sexo oculto es lo contrario a lo que está a la vista." (Cap.4 Págs.165-166. Lumen ilustrados).
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"No hay, en el tumultuoso pecho del hombre, una pasión más fuerte que la de imponer su creencia a los otros. Nada puede secar la raíz de su dicha y llenarla de ira como saber que otro desprecia lo que él venera." (Cap.3 Pág.134. Lumen ilustrados).
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"El lector que haya intimidado con las severidades del trabajo de redactar no necesitará los pormenores de la historia: cómo escribió y le pareció adecuado; releyó y le pareció repulsivo; corrigió y rasgó; omitió; agregó; conoció el éxtasis, la desesperación; tuvo sus buenas noches y sus malas mañanas; atrapó ideas y las perdió; vio ante sí su libro concluido y después desvanecerse; representó los diálogos de sus personajes mientras comía; los declamó sin pronunciarlos al salir a caminar; rio y lloró; vaciló entre uno y otros estilos; prefirió a veces el heroico y presuntuoso; otras el directo y sencillo..." (Cap.2 Pág.81).
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"Su afición por los libros era temprana. De chico, los pajes lo sorprendían leyendo a medianoche. Le quitaron la vela, y crio luciérnagas para satisfacer su empeño. Le quitaron las luciérnagas, y casi prendió fuego a la casa con una mecha." (Cap.2 Pág.74, Lumen ilustrados).
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Su nombre de nacimiento es: