El retrato de Dorian Gray

" Sé que me tiene afecto. Claro que yo lo halago terriblemente. Y encuentro un placer singular en decirle cosas que sé que sentiré luego haberle dicho. Generalmente está muy cariñoso conmigo, y nos sentamos en en el estudio y hablamos de miles de cosas. De cuando en cuando, sin embargo, se muestra terriblemente desconsiderado y parece complacerse en hacerme sufrir. Y entonces, Harry, siento que he entregado mi alma entera a un ser que la trata como si fuera una flor puesta en el ojal, una condecoración que halagan su vanidad, el adorno de un día de verano"

"Yo establezco una gran diferencia entre la gente. Escojo mis amigos por su buen aspecto, mis conocidos por su buen carácter y mis enemigos por su buen intelecto. Un hombre no puede poner mucho cuidado en la elección de sus enemigos. Yo todavía no he tenido ninguno que fuera tonto. Todos son hombres de cierta inteligencia y, por lo mismo, me aprecian."

"No hay libros morales ni inmorales, sólo hay libros que están bien o mal escrito. Eso es todo."

La juventud es la única cosa de valor. Cuando note que me hago viejo, me mataré.

- ¡Que triste es! -Murmuró Dorian Gray con los ojos todavía fijos sobre su propio retrato-. ¡Que triste es! Me volveré viejo y horrible. Pero esta pintura permanecerá siempre jóven. Nunca será más vieja que este día de junio... ¡Si ocurriese al contrario! ¡Si yo fuera siempre jóven y la pintura envejeciera! or eso..., por eso..., ¡yo lo daría todo! ¡Sí, no hay nada en el mundo que yo no diera! ¡Daría hasta mi alma!

Solamente la gente frívola no juzga por las apariencias. El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible...

Había algo en su cara que atraía. Poseía todo el candor de la juventud, así como toda su pasión. Uno se daba cuenta de que el mundo aún no le había manchado.

Considero que el hecho de que cualquier hombre culto acepte las normas de su época supone una de las formas más flagrantes de inmoralidad.

La buena influencia no existe. Toda influencia es inmoral, inmoral desde el punto de vista científico. Porque influir en una persona significa entregarle el alma. Ya no piensa con sus propios pensamientos, ni se consume en sus propias pasiones. Sus virtudes dejan de ser reales. Sus pecados, si es que existe tal cosa, son algo prestado. Se convierte en el eco de una música ajena, en el actor de un papel que se ha escrito para otro.

Nada puede curar el alma como los sentidos, al igual que nada puede curar los sentidos como el alma.