El príncipe Nejliúdov no está conforme con su objetivo en la vida. Por ello, y a pesar de los consejos contrarios de su tía, decide cortar de raíz con sus estudios universitarios e irse al campo, a las tierras de su familia y hacer todo lo posible por ayudar a los campesinos que las trabajan. Son tiempos difíciles para la vida rural a mediados del siglo XIX y Nejliúdov siente que él puede y tiene los medios para mejorar la vida de sus campesinos. En esta breve narración el lector acompaña al joven príncipe durante toda una mañana en que se dedica a ir de puerta en puerta para atender y escuchar las necesidades de los campesinos. Nejliúdov ya lleva un año como terrateniente y ha adquirido suficientes conocimientos sobre el trabajo rural, pero siente que ha avanzado poco en su objetivo. “Desde hacía mucho tiempo Nejliúdov conocía, no de oídas, no por dar crédito a las palabras de otros, sino en la práctica, el grado extremo de pobreza en la que se encontraban sus campesinos; pero esta realidad era tan contraria a toda su educación, a la estructura de su mente y a su manera de vivir que a pesar suyo la olvidaba, y cada vez que como ahora se la recordaban de una forma tan viva y tan palpable, su corazón se llenaba de una tristeza insufrible, como si lo atormentara el recuerdo de un crimen cometido y no expiado.” Tolstói nos muestra sabiamente a través de esta historia, basada en su propia experiencia como terrateniente, la extrema pobreza de la vida rural en su época con viviendas a medio derrumbar, cosechas perdidas, falta de comida y salud y sin dinero para mejorar. Nos enseña también el sueño de muchos, como él, de socorrer y mediar hacia una necesaria mejora y lo hace a través de su protagonista; pero no es un camino fácil y rápido. “¡Cuánta razón tenía mi tía cuando me escribió que es más fácil encontrar la felicidad para uno mismo que dársela a los demás!” El autor con gran habilidad nos enseña el choque de pensamiento entre Nejliúdov y sus campesinos, sus vidas son muy diferentes y donde el aristócrata ve una posible solución pensando en el futuro y viendo más allá, el labrador ve un sinfín de inconvenientes pensando en el día a día. Además, dentro del digamos mismo estatus social hay diversidad de personas, el joven príncipe se encuentra con campesinos en la miseria que no tienen ya ni fuerzas para querer cambiar; los hay también mentirosos o que no confían en él para contarle todas sus penas y necesidades e incluso alcohólicos hundidos en la miseria a raíz de desgracias como la pérdida de un ser querido; pero también los hay con mejor suerte, más trabajadores y calculadores. Toda esta realidad choca con el sueño de Nejliúdov quien ve que no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Por todo ello y a pesar de su brevedad es una historia muy interesante que hace un tremendo retrato de la vida rural rusa del siglo XIX y de la necesidad del cambio habiendo buenas personas que no solo desean su bienestar sino también el del prójimo. Me ha gustado mucho también el detalle en los diálogos al mostrar el dialecto de los campesinos con pequeñas expresiones o incluso palabras mal pronunciadas o insultos mostrando así esa vida de duro trabajo desde niños sin recibir educación escolar, algo en lo que el propio Tolstói se volcó de lleno con la creación de una escuela gratuita para pobres y sin exigencias. Además, con la lectura se aprenden muchos aspectos de la cultura y vida rural rusa que asimismo se complementan con algunas notas de la traductora muy interesantes como, por ejemplo, todo el tema de las viviendas de campo rusas, las isbas, con sus rincones rojos y negros. En conjunto es un relato que deja huella, con el que se aprende y que, al ser una historia con tintes autobiográficos, es perfecto para acercarse a Tolstói. + Leer más |
La escritora mexicana Ángeles Mastretta y la encantadora actriz Naian González Norvind nos deleitan con una entretenida charla que gira alrededor de tres obras clásicas de la literatura universal escritas por mujeres.
Además, comparten un fragmento de "Arráncame la vida", obra emblemática de nuestra invitada. Para finalizar, Mastretta nos conmueve con una interesante anécdota sobre su contacto con los escritos originales de una de sus autoras favoritas.
Libros leídos:
“Anna Karénina” de Lev Tolstói
“Madame Bovary” de Gustave Flaubert
“Orgullo y prejuicio” de Jane Austen
“Arráncame la vida” de Ángeles Mastretta
Autores mencionados:
Gustavo Sainz
Émile Zola
Guy de Maupassant
Charles Dickens
Gabriel García Márquez
Octavio Paz
Carlos Fuentes
Libros mencionados:
Las flores del mal de Charles Baudelaire
Lejos de Cassandra de Jane Austen
La cabeza de mi padre de Alma Delia Murillo
Pedro Páramo de Juan Rulfo
Leonora de Elena Poniatowska
La guerra de Galio de Héctor Aguilar Camín