La niña del andén

Hay lecturas que por X o por Y marcan la diferencia. Muchas veces lo que más influye no es solo cómo está escrito dicho libro, sino cómo consigue llegar al lector tocando aquellas fibras escondidas tan profundamente haciéndole sufrir a la par con los personajes que relatan su historia. Hoy, mi reseña va sobre una historia dura, triste pero aún así llena de esperanza y muy conmovedora. Es una narrativa basada en una historia real que a posteriori nos da una perspectiva sobre la cual reflexionar.

“La niña del andén” de Gill Thompson es de esos libros que nos enganchan desde la primera página, desde la primera línea escrita y no nos suelta hasta que lleguemos al final buscando y necesitando saber “qué es lo que ha pasado”, “dónde y cómo ha terminado todo”. Es de ese tipo de lecturas que consiguen transportarnos al lugar sobre el que cuentan y experimentar cada uno de los sentimientos y emociones que se describen por parte de los distintos personajes.

He leído muchos libros sobre la Segunda Guerra Mundial y, más concretamente, sobre Auschwitz-Birkenau. Todas han sido por lo general o historias autobiográficas, o relatos basados en hechos reales - mismamente “La bailarina de Auschwitz” de Edith Eger o “Una canción de cuna” de Mario Escobar. Como no quiero desviarme simplemente os diré que os recomiendo al 100% estas dos lecturas, porque son muy bonitas. El primer libro abarca toda la historia de la mismísima autora desde antes de ser llevada al campo de exterminio hasta después de haberse salvado. Cuando leo este tipo de historias me ayudan mucho a ver que incluso el trauma más oscuro y profundo puede ser sanado con el tiempo si uno lucha por ello. Son historias inspiradoras y llenas de mucha emoción que al final nos enseñan la realidad cruda y a lo que es capaz el ser humano conducido por el odio e ideologías extremas que se intentan imponer en las sociedades.

En este caso la historia no se sitúa en el campo de exterminio tan conocido por todos nosotros sino en otro que, de hecho, era la primera vez que oía hablar sobre él – el campo de concentración de Terezín. La historia se desarrolla en tercera persona, por lo que la escritora nos permite poder dar cuerpo a todo el entorno y los personajes ya que no se centra solamente en las emociones de las protagonistas. Es un punto de vista que nos permite englobar varias perspectivas y no solo de quien cuenta la historia. El libro está dividido en tres partes y nos traslada a dos entornos e historias paralelas – la de Eva y Pamela. Esa forma de trazar la línea nos da conocimientos y una visión mas completa sobre cada acción y reacción. La historia pasa por tres momentos clave – el antes, el mientras y después de la guerra.

Eva es una judía que vive con su familia en la Praga de 1939. Ella piensa y se apoya en el trabajo de su marido quien desarrolla una labor a favor de los alemanes, sintiéndose relativamente segura y a salvo. Su hija Miriam es pequeña, pero la guerra va dando paso rápido y ante la incertidumbre y el miedo Eva decide enviarla lejos para salvarla. Existen los llamados “Kindertransport” que son trenes que trasladaban a muchísimos niños enviándoles a familias de acogida fuera de los lugares directamente afectados por la guerra. Pamela es una mujer inglesa que decide ofrecerse como voluntaria para poder ayudar a salvaguardar a los pequeños e intentar ahorrarles al máximo el terror sobre el cual se cuenta en susurros llenos de miedo y temor. A lo largo del libro observamos qué es lo que pasa con cada una de las protagonistas a dónde les lleva su camino y si consiguen salvar sus vidas.

Es una narrativa que, aunque sea dura y triste de leer, en el fondo está llena de mucha esperanza. Somos espectadores de la lucha y la fuerza de voluntad de aquellas personas que entraron en la boca del lobo y sabían que la probabilidad de salir ilesas era casi nula. Pero eso no les frenó para intentar ayudar y proteger a los más débiles y quienes más lo necesitaban. Gill Thompson nos “regala” esa pequeña parte de un mundo cubierto de terror y atrocidades, donde también puede existir la esperanza por peligrosa que sea. Es una historia que nos hace reflexionar sobre a lo que somos capaces de hacer y el daño que podemos infligir consciente o inconscientemente. Se basa en las actividades voluntaria por parte de Nicholas Winton quien salvó a más de 650 niños durante la guerra. Os recomiendo este libro porque la escritora consigue trazar las palabras de tal manera que nos encadenan hasta la última palabra sin poder soltarlas. Es una lectura emotiva y repleta de amor de madre a hija y de una lucha constante en la cual uno no puede darse por vencido si lo que busca es una mejor vida, pero también crear un mejor mundo.

Reconozco que estaba muy saturada de historias sobre la Segunda Guerra Mundial, especialmente en el cine, pero también esa proliferación de novelas con la palabra “Auschwitz” en el titulo. Curiosamente, esta novela me llamó la atención por su argumento, y, ¿por qué no? por su portada, que me parece preciosa.

Esta historia está inspirada en un hecho real: la hazaña de Nicholas Winton, un británico que salvó a cientos de niños justo antes de la Segunda Guerra Mundial.

En este libro, seguiremos la vida de dos familias, una en Praga y la otra en Londres, y de cómo estos niños enviados desde sus países a traves del Kindertransport (un tren dedicado a ello) escaparon del Holocausto.

Me ha gustado mucho la historia, y me ha dado ganas de volver a leer libros sobre el Holocausto. Es un episodio muy cruel de nuestra Historia, pero en el que también podemos ver el amor y la solidaridad de desconocidos. Narra unas vivencias muy duras, pero a la vez nos da un mensaje de esperanza. Me pareció todo un acierto darle a la música la importancia que se merece, me encantan las historias donde la música adquiere ese carácter esencial. Una lectura muy commovedora y recomendable para todos.

Basada en la labor que realizó Nicholas Winton, salvando a miles de niños judíos del holocausto, encontramos la historia de 2 mujeres, que por diversas razones les tocó nacer en lados opuestos de Europa pero cuyos destinos se vieron unidos por la casualidad.

Encontramos por un lado a Eva una joven pianista judía afincada en Praga antes que estallara la segunda guerra mundial, que un día se ve obligada a dejar de lado la música. Tras estallar la guerra, y a pesar de la aparente seguridad que les da el trabajo de su marido, decide enviar a su hija Miriam a Inglaterra, junto con varios niños más intentando así protegerla de lo que estaba por venir.

Por otro lado, en Londres nos encontramos a Pamela, una mujer que por razón de sus ideologías religiosas decide hacer todo lo posible por ayudar a esos niños y todas las familias que lo necesiten.

Esta es la premisa que se nos presenta, la historia de estas 2 mujeres a lo largo de los años, pero también la de sus hijos.

Usando una prosa sencilla y concisa y valiéndose de un narrador omnisciente, la autora teje esta historia, que pretende ser conmovedora sobre los lazos familiares, el amor, el sacrificio de una madre así como la solidaridad de unos desconocidos dando cobijo a cientos de niños. Quizá se abusa un poco de las descripciones, pero en mi caso no interrumpieron ni ralentizaron la historia. Estamos ante una novela de ficción histórica donde se dan una serie de casualidades poco creíbles pero que no empañan para nada el conjunto, donde la música es usada como medio de canalizar emociones y resistir adversidades.

A pesar que en su conjunto ha sido una buena historia he echado de menos un poco más de profundidad en los personajes, y quizá, dado el marco histórico en el que se enmarca, esperaba más dramatismo pero no ha sido así, al no ser una más de las múltiples historias del holocausto ambientadas en los campos de exterminio nazis.

Y vosotros, os animáis a acompañar a Eva, Pamela, Míriam y el resto de personajes de esta emotiva historia?

En la Praga de 1939, la joven pianista Eva Kolischer, toma la dura decisión de enviar a su pequeña hija Miriam a Londres con una familia de acogida para salvarla de los nazis. Será de esta forma cómo su vida se cruzará con la de Pamela, una mujer inglesa que ante la llegada de la guerra decide hacerse voluntaria ayudando a rescatar a niños judíos checos.

La niña del andén está basada en una conmovedora historia real. Gracias a un agente de bolsa londinense llamado Nicholas Winton, centenares de niños checos fueron rescatados y transportados en trenes hacia Inglaterra donde les esperaban familias de acogida, escapando así del Holocausto.

La novela tiene dos tramas principales que discurren de forma paralela. Es una historia emotiva y conmovedora que en ciertas ocasiones ha conseguido que se me ponga un nudo en el estómago o las lágrimas en los ojos. No me quiero llegar a imaginar lo duro y desgarrador que tiene que ser separarte de un hijo sabiendo que puede significar no saber nunca más de él o no volver a verlo jamás.

Me ha encantado y prácticamente la he devorado. Este tipo de libros me fascinan y considero que aunque son historias muy duras, son libros muy necesarios que ni siquiera llegan a reflejar de todo el horror y el dolor que se llegó a vivir realmente. Se nota que hay un gran trabajo de documentación por parte de la autora y me ha encantado como ha utilizado la música como un bálsamo o un rayo de esperanza en medio de aquel horror.

Me gustó mucho conocer la gran labor humanitaria de Nicholas Winton, que salvó a muchísimos niños judíos del Holocausto durante el estallido de la guerra y mientras sus padres eran enviados a campos de concentración. Sin duda, es una novela que recomiendo totalmente.
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Eva vive en Praga y su vida, siendo muy joven ha tenido que sufrir. Quiere salvar a su hija enviándola a Londres, lejos de la guerra y de los nazis. Sube sola al tren y es alojada por una familia londinense, sabiendo que la guerra es cerca.
Es la vida de multitud de niños que fueron salvados gracias a los trenes de Kindertransport. y a muchas familias destrozadas por la guerra
Me ha conmovido la historia, es muy dura y muchas familias sufrieron la tristeza y las atrocidades de la guerra.
Que nunca más vuelva a suceder. Muy conmovedora, triste y realista.
Muchos tendrían que leerla para que se concienciaran.

Hola a todos y bienvenidos un día más a mi blog, hoy vengo con mi última lectura, y como he dicho ya en mi instagram (@liberateleyendo) ¿sabéis cuando acabáis y pensáis que vaya pedazo de libro te has leído? pues justamente así me siento, y ahora os lo explico.

Una de las cosas que más me ha gustado encontrarme en este libro es información que yo desconocía y que no estaba acostumbrada a leer en libros de este estilo, la gran mayoría de libros siempre se centran en Auschwitz, sin embargo aquí nos situaremos en otro campo de concentración.

También me ha gustado muchísimo y
hace referencia la autora como clave de la lectura, es al héroe Nicholas Winton, un hombre británico de origen judío que quiso salvar a muchísimos niños de las garras de los nazis. Se conoce como Kindertransport (transporte de niños), los mandó en trenes a Reino Unido para que los albergaran familias.

Y puestos así en situación, La niña del Andén nos cuenta la vida de dos mujeres, con una fortaleza enorme y una solidaridad tremebunda. Pamela desde Londres y Eva desde Praga, nos irán poniendo en situación de los acontecimientos de sus vidas, unos años antes desde que estallara la guerra, durante, y en la posguerra. Ellas lucharan contra viento y marea para hacer todo lo posible que esté en sus manos tanto como ayudar al prójimo como para ayudarse a ellas mismas.



Eva es pianista, o mejor dicho lo era, una de las mejores, hasta que se casó y tuvieron a su querida Miriam, una niña muy querida en la familia, pero está llegando la guerra y las cosas se están poniendo muy feas en el país, y no está dispuesta a que los nazis le toquen un pelo a su hija, así que decide con todo dolor de su corazón enviarla a un sitio seguro, donde esté a salvo, aunque eso conlleve no volver a verla nunca más.



Pamela en Londres es cuáquera, y cumple muy bien con los botos de su religión, esta dispuesta a ayudar a todas las personas, desde luego ella no se va a quedar en casa viendo lo que se viene encima, y también su labor se verá reflejada como una obra de solidaridad enorme.



Os informo desde ya que os vais adentrar en una historia maravillosa, tengo que recalcar la pluma de la autora que es excepcional y magnifica. Aunque de primeras va a parecer un libro denso, con pocos diálogos (no quiero decir poquísimos de ninguno, si no los adecuados) tengo que decirte que para nada, es un libro que te atrapa hasta el fondo de tu ser y que no vas a poder parar de leer, Gill no se deja un detalle, pero en ningún momento sientes que la lectura se está haciendo pesada, ya que constantemente hace que estés alerta de todo lo que te relata.



Y aunque la trama es bastante clara y deja ya entrever como se van a desarrollar los acontecimientos, os informo que os vais a sorprender muchísimo por que en la misma historia pasan cosas que desde luego no te ibas a imaginar en ningún momento.



Os recomiendo muchísimo esta lectura, creo que se ha convertido en una de mis favoritas, y le pongo 5 estrellas por que siempre votamos así pero si hubiera más le daría todas las que pudiera.




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"La niña del andén" es una novela histórica que ofrece perspectivas diferentes y novedosas sobre el Holocausto, una historia de familia y pérdida, pero también con algo de esperanza.

Abarcando desde 1930 hasta 1968, esta historia nos cuenta como se vivió el auge del nacismo, el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial desde diferentes puntos de vista. En Checoslovaquia tenemos a Eva y su familia, judíos, y en Londres tenemos a Pamela y su familia, cuáqueros.

Empezamos con Eva, una joven checa con un futuro prometedor en el mundo de la música, en 1930 cuando un suceso hará que su vida cambie por completo. Tras un salto temporal, volvemos a encontrarnos con Eva y su familia en Praga, y vemos como van llegando rumores del líder alemán que odia a los judíos.

Mientras tanto, en Londres Pamela hace todo lo posible para ayudar a los más necesitados. Ser cuáquero implica dar todo de uno mismo para ayudar a los demás y fomentar la paz. Pamela ayudará en la labor de Nicholas Winton para sacar a niños checos del continente y ponerlos a salvo con familias inglesas.

Eva, temiendo por la vida de su hija Miriam, decide mandarla a Inglaterra en uno de esos trenes. Y así es como la pequeña Miriam acaba viviendo con Pamela y su familia.

No quiero desvelar nada más de la trama, pero viendo los años que recorre ya os lo podéis imaginar. La crudeza de la guerra, los horrores de los campos de concentración, los crímenes contra los judíos...

El punto original que tiene esta novela es que no está centrada en Alemania, sino que ofrece puntos de vista desde Chequia y desde Inglaterra. Estos diversos puntos de vista son sus mayores logros, ofrece una visión original que consigue enganchar y estremecer.

Porque si, con este libro se sufre. Habla de unos hechos históricos realmente horribles, y la autora consigue transmitir unos momentos tan duros que es inevitable no dejar caer las lágrimas. Aunque no se explaya en los peores detalles, las pérdidas se sufren igual.

Además de esos momentos dolorosos, también nos encontramos con reflexiones muy interesantes. Que estarías dispuesto a hacer por sobrevivir? Cuál es el límite por defender la paz? Y la decisión más dura, te separarías de tus hijos si con eso les salvaras pero quizá no les volvieras a ver?

Personalmente, ha sido una novela que me ha conmovido y me ha tenido enganchada a sus páginas. También esconde bastantes sorpresas tras algunas coincidencias inverosímiles, pero que se perdonan por su valor dentro de la historia.

¡MARAVILLOSO! Es uno de los libros sobre la temática que más me ha sorprendido sin duda. Es muy diferente a lo que había leído. Y es que el libro se centra en las vidas de dos contextos diferentes, una familia en Londres y otra en Praga, dónde vamos a ir viendo su día a día, antes, durante y después de la 2ª Guerra Mundial.

Y esto lo hace muy especial, ya que vamos a sentir la incertidumbre, el miedo, la incredulidad y todo lo que ellos fueron sintiendo conforme se acercaba algo que no podían llegar ni a imaginar. El centrarse en estas emociones de los protagonistas es para mí el punto fuerte del libro.

Además, perfectamente documentado, con hechos verídicos a raíz de los que crea toda la trama, que te hará disfrutar y aprender. Y todo dentro de una trama adictiva, llena de amor y amistad, pero también de dolor y sufrimiento, y, en definitiva, llena de vida. Conforme avanza las páginas, ambas familias se irán relacionando y nos llevará a adentrarnos de lleno en cada una.

En conclusión, libro muy recomendado para amantes del género, ya que se sale de lo normal.

Me identifico plenamente con la cita de Primo Levi incluida en esta novela y que dice: "Si entender es imposible, conocer es imperativo porque lo que sucedió podría repetirse". Creo que no deberíamos evitar leer todo lo que caiga en nuestras manos sobre este vergonzoso capítulo de la Historia, porque eso ayudaría a mantener vivo su recuerdo para que no se vuelvan a repetir aquellos mismos errores que acabaron con la vida de miles de inocentes. Esto fue lo que hizo que me decantase por "La niña del andén", una novela de ficción histórica basada en unos acontecimientos reales centrados en la persona de Nicholas Winton, un agente de bolsa británico de origen judío que puso anuncios en los periódicos pidiendo a la ciudadanía que acogiera a niños checos, obteniendo como respuesta un alud de solicitudes ofreciendo espacio en sus casas y bondad en sus corazones para aquellos pequeños refugiados que pudieron salvarse del Holocausto.

Todo se inicia con un prólogo perturbador pero necesario, que nos sitúa en la Praga de 1930, porque a medida que avancemos en la lectura comprenderemos lo crucial del suceso que en él se desarrolla y así conectarlo todo más adelante. La novela centra su argumento en la lucha de dos familias por sobrevivir en circunstancias adversas, antes y durante la Segunda Guerra Mundial, y en cómo sus vidas se verán entrelazadas irremediablemente.

Eva Kolischer es una joven judía checa que decide enviar lejos a su pequeña Miriam de cinco años porque su país está siendo invadido por las tropas alemanas y sabe que nadie estará a salvo de la crueldad nazi. ¿Cómo iba a sobrellevar estar lejos de su hija? Pero ¿cómo soportar, por otro lado, la preocupación y el miedo que sentía teniéndola allí con ella? Esta será sin duda una decisión terrible que tomará aún a riesgo de no volver a verla nunca más. Por otro lado, en Gran Bretaña la ocupación nazi era una posibilidad remota mientras que en el norte de Europa era una realidad. En Londres encontraremos a Pamela Denison, una mujer de clase media alta que se ofrece como voluntaria para ayudar a encontrar un hogar a los niños judíos que buscan refugio en su país…

Escrita con una prosa sencilla y concisa, una narrativa tan vívida que facilita concebir cada escenario donde transcurren los hechos con bastante claridad, pero que contiene innecesarias y profusas descripciones que son como hiedra que lo engulle todo, aunque es algo que no empaña el conjunto de la trama pero sí que ralentiza la fluidez de la lectura, y de la mano de un narrador omnisciente que asumirá la voz del relato y será el encargado de mostrarnos los diferentes puntos de vista de su amplia galería de personajes, la autora ha tejido una conmovedora historia sobre los lazos familiares, el amor y el sacrificio de una madre, así como la solidaridad de unos desconocidos que dieron cobijo a cientos de niños judíos. Una historia de pérdidas, de incertidumbres, pero por encima de todo de esperanzas y valor, de supervivencia.

Gill Thompson ha trazado una historia que tiene como protagonistas absolutas a las mujeres, unos personajes fuertes de carácter y decididas a no ser derrotadas por la horrible situación en la que están atrapadas. Para mí, Eva es una auténtica heroína al demostrar su lealtad y amor a su familia, con la que he tenido cierta conexión emocional, entendiendo lo doloroso que debió ser para unos padres tomar la decisión de enviar a sus hijos a un país desconocido, solos y alejados de sus familias. Fue una joven prodigio del piano y su meta en la vida había sido la música, que le aceleraba el pulso y hacía saltar su corazón, hasta que un terrible incidente hizo añicos sus esperanzas. Aunque con el tiempo ella encontrará la luz en el lugar más sombrío, pudiendo dar un sentido a su vida y algo de esperanza y resistencia. En cuanto al resto de personajes secundarios, están perfilados en su justa medida, lo suficiente para que podamos identificarlos sin problema.

Sintetizando: "La niña del andén" es una novela de ficción histórica que cuenta con un giro argumental sorprendente y me ha revelado dos aspectos de este conflicto bélico que desconocía: el gueto de Terezin y los Kindertransport (trenes que trasladaron a niños judíos hasta Gran Bretaña para ponerlos a salvo). Una historia en la que se dan una serie de casualidades poco creíbles pero que no empañan por completo el conjunto, y en la que se pone de manifiesto la música como manera de canalizar las emociones, un medio para expresarse y poder resistir las adversidades. Una lectura emotiva que me dejó con un nudo en el corazón y lágrimas en los ojos, pero en la que he echado en falta una mayor dosis de dramatismo, ya que la autora apenas incide en las humillaciones y crueldades soportadas por los judíos en el gueto de Terezin, un lugar de paso hacia los campos de exterminio.
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En 1939, justo antes de que diera comienzo el asedio a los judíos en Praga por parte del ejército nazi, Eva, de familia judía, envía a su única hija a Inglaterra con el objetivo de ponerla a salvo.

En Inglaterra, Pamela, se ofrece voluntaria buscando familias de acogida para los niños judíos que vienen huyendo desde el continente.

"La niña del andén" está inspirada en la labor de Nicholas Winton, que salvó a cientos de niños del holocausto en los llamados Kindertransports.
Siempre ha habido y habrá novelas sobre el holocausto nazi. Esta ambientación da pie para relatar miles de historias duras y dramáticas en las que sale a la palestra lo peor del ser humano, pero también suelen resaltar lo mejor, la familia, la unión y la solidaridad.

Con solo leer el prólogo, el lector ya va a quedar cautivado tanto por la belleza de su prosa como por la dureza de lo que nos está relatando Gill Thompson.

A diferencia de otras novelas ambientadas en el holocausto, "La niña del andén" está inspirada justo antes de que comience todo. Los nazis ya han ocupado Praga y los judíos cada vez tienen menos derechos, pero aún no han sido detenidos ni trasladados a otros lugares. Aún había cierta normalidad, pero Eva tenía miedo sobre todo por su hija. Había escuchado que muchas familias estaban enviando a sus hijos a otros países, previo pago de una cantidad, junto a familias de acogida hasta que todo el conflicto se solucionase.

Este episodio ocurrió en la vida real. Nicholas Winton, filántropo inglés con orígenes judíos, organizó el llamado Kindertransport. En menos de un año logró salvar a cientos de niños judíos. Organizaba el viaje, y ponía en contacto a las familias con la esperanza de que los niños volvieran a su país una vez acabado el conflicto. Pero como todos sabemos, todo acabó mal y millones de judíos fueron asesinados en campos de concentración dejando huérfanos a miles de niños.

"La niña del andén" no es novela de un solo protagonista. No es solo la historia de esa niña del andén, es la historia de dos familias unidas en un principio por esa niña. Curiosamente, Gill Thompson ha creado un puñado de protagonistas femeninas fuertes y valientes, sobre todo madres. Lógicamente también hay protagonistas masculinos, pero la autora no le ha dado tanto valor como a la mujer.

La historia está dividida en tres partes, abarcando desde el año 1933, cuando los judíos en Praga aún tenían ciertas libertades, hasta el año 1950. Casi veinte años en los que veremos evolucionar toda la historia y sobre todo a sus personajes.

Gill Thompson nos ofrece dos puntos de vista muy distintos del holocausto. Con Eva y su familia viviremos todo desde el principio, desde que los judíos empiezan a ver su libertad cada vez más oprimida, hasta que son llevados a campos de exterminio. En el otro punto de vista, podremos vivir también todo esto desde fuera, concretamente desde Londres, cuando aún no había entrado en guerra. Y veremos cómo las gentes de allí se volcaron con los judíos, acogiendo a cientos de niños llegados desde el continente.

La música está muy presente en casi todas las historias sobre campos de concentración. de todos es conocida la afición de los soldados nazis por la música, así es que permitían a los prisioneros tocar algún instrumento, incluso si tenían la voz bonita, cantar. Aquí, la artista es Eva, quien de pequeña tocaba magistralmente el piano. Gracias a él, en un futuro tendrá una gran alegría dentro de toda la desgracia que es la guerra y el exterminio.

Por otra parte, ha habido partes de la historia en que me he desorientado un poco. al tratarse de una novela en la que transcurren desde el principio hasta el fin casi veinte años y la autora en cada capítulo no nos dice en qué fecha estamos exactamente, a veces me he perdido en el tiempo. En algunas páginas, hay párrafos que de uno a otro ha pasado quizás meses y la autora no lo explica. También he detectado alguna que otra incongruencia en la parte en la que nos explican cómo llegaban los niños desde Praga hasta Londres. Gill Thompson ha creado una historia en la que abusa de las casualidades, pero aun así el lector va a quedar satisfecho con su lectura.

En resumen, "La niña del andén" es una historia dura y emotiva, en la que veremos madres valientes que arriesgan todo por sus hijos. Si te gustan las novelas con el fondo histórico del holocausto nazi, con unas protagonistas fuertes, "La niña del andén" te va a emocionar.


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