El perfume

El perfume es un libro precioso, preciosista si se quiere. Una novela magníficamente planificada y con una realización a la altura de su diseño. Un éxito de críticas y ventas a nivel mundial. Pero a mí no me gusta, ni la recomiendo, a pesar de sus evidentes virtudes.


La novela relata la historia de Jean-Baptiste Grenouille, un muchachito nacido en el populoso y empobrecido París del siglo XVIII. Huérfano, resulta ser rechazado por todos quienes lo rodean, presas de un miedo atávico, debido a una característica particular: Grenouille no tiene olor. No huele a nada.


Sin embargo, como contrapartida, Grenouille posee un olfato superlativo: es capaz de oler casi cualquier cosa, de identificar, recordar e imaginar el olor que él desee. Un genio, pero en un ámbito efímero y despreciado por los hombres, acostumbrados a aprehender el mundo con los ojos en lugar de con la nariz.


Grenouille consigue trabajar con un perfumista y soportar ser explotado por éste, a cambio de aprender los secretos del oficio. Y es que nuestro protagonista no ambicionaba riquezas ni honores (eso se lo llevaba su jefe), sino aprender: ser capaz de acceder a todos los olores, destilarlos, vivir en el mundo abstracto y aéreo de los aromas. Y sobretodo, uno: el aroma de ciertas muchachitas.


Esto último lo convertirá en un asesino de mujeres. Son todas bellas, pero él no lo ve. Son jóvenes, pero a él no le interesa. Sólo le interesan los olores, y aspira a crear, con sus esencias, un perfume final, la obra de su vida, un perfume que sea capaz de enloquecer a la gente, de sacar la parte más primitiva de las personas, esa que -como el olfato- nos emparenta con el menos evolucionado de los animales.


Toda esta historia está, además, narrada con un lenguaje precioso: Patrick Süskind es un maestro del lenguaje, y sus páginas están llenas de momentos de enorme belleza. Süskind es un arquitecto finísimo, y construye su novela con precisión de relojero: nada se le escapa, ni en el plano mayor de la historia ni en los pequeños planos de cada página, párrafo y frase, donde no falla ningún adjetivo.


Sin embargo, después de terminar la lectura, quedamos admirados del talento del autor, pero fríos. El perfume impresiona, pero no emociona: pese a tratar de un mundo tan prerracional como el olfato, pese a hablarnos del mundo físico, y de un hombre de pocas ideas y de muchas percepciones, se trata de una novela esencialmente racional, demasiado pensada, demasiado intelectualizada. Una hermosa novela con poca alma, bella y fría como abrazar a la Luna.


Hay lectores para cada libro, y a algunos El perfume les maravillará: quienes admiren la belleza pura, los estilistas, los estetas disfrutarán este libro. Por mi parte, y con el máximo respeto que esta estupenda obra merece, necesito sangre, alma, pasión. Aunque a veces haya imperfecciones: las imperfecciones son seña de humanidad.

No le doy todas las estrellas posibles a esta novela porque sí, a veces se hace lenta y a veces te desespera ese hecho, pero lentitudes de prosa aparte, las cuales no me molestan tanto, me encanta todo: el concepto, el personaje protagonista... es un relato original, crudo, interesante y un concepto de novela que deja de lado algunos puntos que "deben tener" todas las novelas y que ésta se las salta, con un buen resultado.

No ha sido lo que esperaba. Creí que sería un libro sobre los asesinatos en serie de Jean-Baptiste Grenouille y es de lo que menos se habla. La mayor parte de él se dedica a contarnos su obsesión por los olores, detallar el proceso para desarrollar perfumes y mostrarnos la mente del protagonista, siendo la parte criminal el tema menos tratado. La novela tiene altibajos y, aunque toda ella tiene un ritmo lento, algunos fragmentos resultan bastante tediosos. Me ha costado terminarla. le doy dos estrellas porque el argumento me parece muy original.

"En el siglo XVIII vivió en Francia uno de los hombres más geniales y abominables de una época en que no escasearon los hombres abominables y geniales."

Así comienza la historia de Jean-Baptiste Grenoville, desde su nacimiento en uno de los lugares mas asquerosos que he leído en mi vida, a el descubrimiento de la creación de perfumes y su obsesión por crear la fragancia perfecta, con el aroma mas magnifico que Grenoville ha tenido la fortuna de captar en toda su vida, una joven pelirroja virgen.

Lo primero que me sorprendió al comenzar la lectura es el talento de Patrick Suskind a la hora de narrarnos la vida del peculiar Grenoville, su mundo gira en torno a los olores y por igual el nuestro comienza a hacerlo. Estamos acostumbrados a que nos describan personajes, paisajes, objetos del modo que realmente podamos distinguirlos, pero nunca había visto describir olores de una manera mas magnifica, mostrándonos las diferencias sutiles y logrando traer a nuestra memoria esos aromas.
Pero es que no solo logra describir sino que produce algo en nosotros, que el narrar el simple aroma de una joven pueda parecer lo mas sensual que hubiera leído, y recalco que esto lo produce solo detallándonos una fragancia.

Es narrado de forma pausada pero no lenta, tomándose el tiempo para contarnos cada uno de los pasos de Jean-Baptiste a lo largo de su singular vida.
¿Que hay de especial en esta vida? Grenoville es quien convierte todo esto en especial, es un personaje muy completo, como nunca habíamos leído antes, no solo por su don a los olores sino por su forma de ver al mundo, su manera de observar las cosas se me hacia interesante, pero también me demostraba que era alguien a quien nunca llegaría a entender del todo. Un sentimiento algo acertado considerando que podemos observar como piensa este asesino.

Y si Grenoville no nos es suficiente, "El perfume" cuenta con una amplia gama de personajes de todos los gustos y colores, todos muy bien construidos, creativos, y con ese aire a personas del siglo XVIII.
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Las descripciones que tiene este libro te hacen sentir que estás dentro de él, podes imaginarte claramente los paisajes, los olores y hasta se vuelve un poco agobiante. La historia me mantuvo atrapada desde el principio, excelente.

Me ha parecido una novela muy interesante, te atrapa desde el principio y esta escrita de una manera impresionante que consigue que sientas exactamente lo que el escritor quiere, aunque a veces el autor se extralimita con las descripciones, sobre todo respecto a los olores o al paisaje.
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libro que te lleva por los miterios y pensamiento de un asesino que desea crear un perfume perfecto que logra peroi a costa de la vida humana

Adentrandonos en la piel del protagonista, suskind nos remite a uno de los sentidos mas olvidados por el hombre, el olfato, para llevarnos por un viaje determinado por los bajos instintos del protagonista Grenouille en la busqueda del perfume perfecto, el irresistible, el dominio de su capacidad para crear perfumes lo lleva incluso a evadir la accion de la justicia, para finalmente y de manera inusitada encontrar el final perfecto para las situaciones por el creadas, lo lei, y me remiti inmediatamente al mismo juego de estereoquinesis de Laura Esquivel en su libro “ Como Agua para Chocolate “

Leído es una experiencia...ahora que su versión cinematográfica lo dio a conocer a las nuevas generaciones. Llegas a empatizar con el protagonista.

Grenouille nace en 1738, en París, más particularmente en un mercado de pescado. Su madre da a luz y lo abandona, pensando que en poco tiempo morirá, pero el llanto del niño alerta a las personas que pasaban por allí y detienen y ejecutan a la madre, llevando al niño a la iglesia. Éste pasa por diferentes nodrizas, pero todas lo devuelven al poco tiempo diciendo que es un monstruo, que nunca sacia su hambre y les vacía los pechos y no huele como los demás bebés, no huele a nada.
El padre Terrier por un momento compadece al pequeño, pero cuando comienza a llorar se convence que es un monstruo y lo lleva a un orfanato; así es como Grenouille se cría en una casa donde habita el desprecio y la falta de amor.

El sentido más desarrollado por nuestro personaje es el olfato, sólo puede encontrarle sentido a las palabras que puede oler... a la madera, personas, animales, las palabras de lo que no desprende olor carecen de significado para él. Es así que va coleccionando distintos olores y los mezcla y recuerda en su mente.

Siendo un poco más grande trabaja como curtidor de pieles, luego termina trabajando con Baldini, un perfumista reconocido donde lo ayuda a crear una imitación de un perfume e incluso logra mejorarla, agregando y quitando cantidad de otros elementos... Así comienza a familiarizarse con todo el proceso de la creación de perfumes, jabones y demás.
Ésta parte de la historia es bastante extensa y monótona. Me costó bastante encontrar la motivación para seguir leyendo ya que menciona muchas flores y pasos que siguen para crear todo; los detalles son muy amplios y los párrafos demasiado largos.

La ausencia de olor en Grenouille viene acompañada de la ausencia de sentimientos que uno pueda tener hacia él. Prácticamente no me causó nada en todo el libro, y eso que estamos hablando de un asesino, lo que le pasaba me era indiferente. Su falta de olor lo hace deshumanizado y nos lo presentan como tal, como alguien sin alma, que sólo busca los olores y no a la persona en sí; nada tiene sentido para él... nada que esté fuera de los olores.

Y la verdad que se me está complicando poder contarle más sobre el libro, tardé mucho en terminarlo porque se me hacía muy lento, pero también hubieron momentos que me atraparon completamente, que quería saber qué mas pasaba... pero no estoy segura si lo volvería a leer o si realmente me gustó. El final fue bastante inquietante, pero tiene un encanto que sorprende.

En conclusión, si quieren leer sobre un personaje fuera de lo común y vivir una historia de asesinatos diferentes, éste es el libro exacto.
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