Los ingratos

No da miedo el silencio con el que vive una sorda, señorita. Da miedo el silencio con el que vive la que puede oír a las mil maravillas, pero no tiene ruido cerca. O no los quieres. O huye de ellos como del demonio. Porque se cree que toda la vida los va a tener ahí. Y no

Hay placer en la gula, hijo, en la pereza, en la avaricia la lujuria, en la soberbia y hasta en la bañera lo hay: el placer liberador del que se enfada mucho. Pero nunca hay placer en la envidia

Consciente de que crecer consistía en avanzar por un pasillo oscuro encendiendo luces.

Todas las oscuridades se parecen, pero ninguna como la de un pueblo remoto justo después del ocaso de diciembre.

Y también que, cuanto más gastado está un libro, más vivo parece.

Cuánto más gastado está un libro, más vivo parece

Cuando regresas a un lugar después de tanto tiempo, todo te parece cambiado.
Cuando llevas dos horas, todo te parece igual y es como si nunca te hubieses ido.

Porque hay cosas que no le dejan dormir a un niño. Pero son peores las que le quitan a uno las ganas de despertar.

Veníamos de las paredes de adobe. Íbamos hacia el papel pintado. Aspirábamos a ser gotelé.
Veníamos de los hijos de los que se bañaron en sangre. De esa pintura bélica veníamos. Mis amigos, mis hermanas y yo éramos la mercromina.

"De una tacada aprendí tres cosas. La primera fue que los niños también se morían. La segunda que las fronteras se podían mover. La tercera fue que mi madre también conocía el miedo."