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Críticas sobre Recuerda aquella vez (23)
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hijodeletras
 22 November 2017
Me gustó mucho. Tiene una idea profunda y aseveraciones correctas sobre los recuerdos y la homosexualidad.
Enlace: https://hijodeletras.wordpre..
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AlhanaRhiverCross
 30 October 2017
Voy a comenzar aplaudiendo a la traducción del título, porque aunque al principio puse cara rara al ver cómo había quedado esta novela al llegar a España (no fue el caso del diseño de la portada obra del ilustrador Luis Tinoco, que me pareció tremendo), una vez que vas leyendo y sobre todo al terminar, sólo puedo decir que me gusta muchísimo más la idea que transmite el título en español que el suyo propio en el original. Y además la edición española es súper mona, llena de un montón de emojis cambiantes según sea el estado de ánimo que nos transmite lo que estamos leyendo y cómo se van combinando por toda la novela con su propio significado. Son apenas unos detallitos pero que ilustran muchísimo la historia con dos simples símbolos.
Metiéndonos ya en materia, la idea básica de la novela es que en un futuro no muy lejano (de hecho, podría ser el presente) se ha llegado a un avance “médico” que logra reprimir los recuerdos de alguna experiencia concreta o parte de la vida de una persona (por ejemplo, un familiar fallecido al que nos duele recordar, un accidente traumático, un antiguo amor…). Dicho así, la sola idea invita a reflexionar sobre la ética de esta cuestión y se nos plantea ya en la contraportada una simple pregunta: “¿El pasado te impide ser feliz?”

Este es el dilema del protagonista, Aaron, que por unas cosas y otras, tiene que superar un intento de suicidio propio y el suicidio de su padre. Además, a pesar de que está muy enamorado de su novia, cuando ella se marcha unas semanas del la ciudad, conoce a Thomas, un chico que va sin rumbo por la vida cambiando de trabajos, de amistades y de parejas y que vuelve sus sentimientos del revés. Cuando ni siquiera tiene claro quién es él mismo y sin soportar el rechazo de todos los que le rodean, comienza a plantearse someterse al novedoso tratamiento Leteo de la memoria, porque si no te acuerdas de que algo te duele, pues deja de dolerte.
Al comenzar a leer la voz de Aaron, me recordó sin poder evitarlo a Holden Caulfield, además de por el tono pesimista la mayor parte del tiempo, también por la forma de expresarse e ir contando su historia a través de pequeñas anécdotas que lo relacionan con todos los personajes que van apareciendo. Además, al comenzar todo tenía un aire a “Rebeldes”, de Susan E. Hinton y por toda la ambientación y el toque pandillero que tiene el protagonista, me fue inevitable no acordarme también de Ponyboy Curtis. Pero esto sólo en cuanto al principio, que todo sea dicho, me pareció un tanto lento, quizás porque al leer la sinopsis creía que el tratamiento del olvido iba a aparecer muchísimo antes en la historia y no es el caso, porque aparece de la mitad para adelante (pero confiad en mí, esto al final resulta que es un punto a su favor). Sin embargo, en cuanto hace su aparición Thomas, ese ambiente del que os hablo se va desvaneciendo y aparece algo mucho más tipo “Las ventajas de ser un marginado”.
A lo que voy es que esta novela bebe de muchas otras novelas juveniles y en ese sentido no tiene nada novedoso, porque hay muchísimas historias de adolescentes que no encajan y se siente más o menos rechazados, deprimidos y en modo “Yo solo contra el mundo”. Pero a la vez tiene algo distinto que resulta de alguna forma (nunca mejor dicho) inolvidable, porque la originalidad de la idea central para contar un problema tan extendido como el que sufre Aaron y los giros argumentales que hay a lo largo de las cuatro partes en las que está dividida la novela, convierten una trama muy sencilla en la superficie en una novela muy profunda en cuanto al fondo. Y sobre todo es una historia muy personal, de reflexiones y sentimientos en las que el protagonista es el personaje absoluto encargado de transmitirnos tanto sus desgracias como sus alegrías, sus inseguridades y sus certezas. Así que es normal que encontremos muchísimos párrafos de texto en los que Aaron nos narra sus vivencias, y también numerosos diálogos con otros personajes en los que debemos leer entre líneas porque no siempre se están diciendo lo que de verdad piensan o sienten.
Con una sencillez abrumadora, Adam Silvera plasma una realidad demasiado frecuente en muchas personas, sobre todo jóvenes, que tratan de buscar su propia identidad y sentirse aceptados por quiénes son (no por cómo son). A través de la primera persona del narrador, Aaron, es imposible no sentirse identificados en algún pasaje, situación o conversación a lo largo de la novela, porque a pesar de que la historia gira sobre todo en torno a la identidad sexual de Aaron, los muchísimos temas que se tratan (amistad, familia, recuerdos, traumas, relaciones sinceras…) hacen que de una manera o de otra te emociones por la cercanía de las situaciones. “Recuerda aquella vez” es una novela que en realidad no trata del rechazo de los demás hacia una persona por la condición que sea, sino del propio rechazo de uno mismo. La historia de Aaron nos enseña que más importante que los demás nos acepten, es aceptarnos a nosotros mismos y a partir de ahí, cada uno puede aprender a ser feliz sin pensar en esa felicidad como la meta, sino más bien como el camino (como se suele decir).
Al terminar esta novela queda un sabor agridulce que va a permanecer mucho tiempo en mi memoria (otra vez, qué irónico) y seguramente recuerde historia como una de las más conmovedoras (no en el sentido romántico ni bonito, sino que remueve conciencias) que he leído. Sinceramente espero que se convierta en una novela de culto para muchos jóvenes (y no tan jóvenes) que pueden encontrarse en etapas de la vida en que no todo es felicidad. de verdad, una historia que puede gustar a todo tipo de lector, que debería ser lectura recomendada en los institutos de muchos países e incluso sería un regalo perfecto para abrir muchas mentes.
Si no me equivoco, Adam Silvera está a punto de publicar su segunda novela y sólo espero que también llegue a publicarse en España, porque me ha convencido tanto su forma de escribir como su forma de contar la historia. Ha sido todo un descubrimiento del que estaré muy pendiente a partir de ahora, ya que me ha demostrado que no hace falta contar una historia bonita ni feliz ni divertida para poder trasmitir un mensaje de lo más esperanzador.
Enlace: http://enmitiempolibro.blogs..
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Nedyah
 26 October 2017
'Recuerda Aquella Vez' me llamó la atención en cuanto supe de su publicación. La premisa de la que parte es bastante original y también juega con factores personales y subjetivos como la propia felicidad y lo que uno podría estar dispuesto a hacer para alcanzarla y para borrar, en este caso, los recuerdos que manchan el pasado del protagonista y le impiden alcanzar la alegría que él considera plena. Es un libro que con el paso de las páginas va adquiriendo más profundidad. de hecho, la sinopsis refleja una mínima parte de lo que nos encontramos en su interior y, la verdad, es que me ha sorprendido muchísimo el giro que se va dando en torno al protagonista. En ningún momento me esperaba que la historia tomase esa inclinación y me ha gustado muchísimo más por ello, haciendo que adquiera más peso y sentimiento.

En esta novela Aaron nos cuenta su historia en primera persona. Es un chico que no está pasando por su mejor momento ante el suicidio de su padre y la cicatriz en forma de sonrisa que tiene en su muñeca y le recuerda, asimismo, su intento fallido de quitarse la vida. Sólo gracias a la compañía y el apoyo de su novia, Genevieve, Aaron siente que tiene algo por lo que seguir adelante; y más aún cuando conoce a Thomas, un joven que rápidamente se convierte en su mejor amigo y confidente. Pero las preguntas y las inseguridades siguen agolpándose en la mente de Aaron. El suicido de su padre le sigue atormentando y ello, unido a acontecimientos recientes, le llevará a plantearse el concertar una cita en el instituto Leteo, un centro médico donde todo el que lo desee puede someterse a un tratamiento para reprimir determinados recuerdos traumáticos, tristes o de cualquier otra índole que les impide ser felices y avanzar. ¿Qué hará Aaron? ¿Seguirá con la idea de suprimir recuerdos? ¿Qué es lo que le impide ser feliz? ¿Podrá superarlo sin recurrir a intervenciones médicas?

La trama comienza muy lenta. Prácticamente en la primera mitad del libro no sucede gran cosa. Aaron nos cuenta su día a día tras el suicidio de su padre, así como su intento de quitarse la vida poco después y cómo Genevieve, su novia, ha sido el gran pilar que la ha ayudado a superar la tristeza y pensar que merece la pena seguir viviendo. También nos narra las tardes de juego con su grupo de amigos y cómo la llegada de Thomas resulta ser un soplo de aire fresco en su vida, un buen amigo en quien confiar y compartir planes y experiencias durante las semanas que pasa lejos de su novia.
Como veis es un apartado que no tiene mucho de trascendente, narrando las idas y venidas normales y corrientes de un chico de dieciséis años, y en varias ocasiones me pregunté cuándo comenzaría de verdad lo bueno.
Por suerte, una vez que intuí por dónde iban a ir los tiros, la trama adquiere otro cariz diferente y me fue imposible parar de leer. Cuando descubres la intención del autor con la forma de desarrollar la trama, y se hace claro también el dilema del protagonista, empecé a reflexionar sobre las cuestiones éticas que plantea el tratamiento de borrado de memoria del instituto Leteo. En el caso de que existiera realmente tratamientos así... ¿sería merecedor de la supresión de recuerdos alguien que vive con la culpa de haber matado a otra persona aunque fuese de forma imprudente? ¿Los recuerdos tristes y dolorosos son los culpables de que las personas no alcancen nunca la felicidad o ayudan a fortalecer el carácter y a aprender de ello? ¿Serías capaz de empezar de cero?... o como bien dice la portada del libro... ¿Alguna vez has deseado ser otra persona? Son muchas las preguntas que el lector se va planteando al ritmo de la lectura junto a Aaron, un chico con inseguridades que empieza a ver en el instituto Leteo la única solución a su problema, a su incapacidad de aceptar que las cosas suceden sin más y que está en uno mismo echarle valor a las cosas y aceptarse tal como es.
Así que, una vez pasado el carácter introductorio, la historia engancha y cada giro de trama sorprende muchísimo sobre todo porque, dentro del toque futurista del tratamiento, expone temas muy a la orden del día entre adolescentes, como son el suicidio y el bullying, de forma original, dando giros argumentales a lo largo de las cuatro partes en las que está dividida la novela, convirtiendo una trama sencilla en apariencia en una historia con más profundidad de la que se espera, cargada de reflexiones y emociones. Además, tiene un final que no esperas para nada, mostrando las consecuencias de todas y cada una de las decisiones del protagonista, haciendo sopesar qué hay de bueno y de malo en todo lo que nos pasa en la vida, así como el grado de importancia o afectación que le demos a cada hecho. La verdad es que el final deja con una sensación un tanto extraña que no sé definir. Lo que sí tengo claro es que te hace pensar, y mucho.


En cuanto a los personajes, tienen una personalidad muy acertada para cada papel que desempeñan. El que más me ha gustado de todos es Thomas, que rompe con todo cliché en cuanto a cómo debe ser una amistad entre chicos. No se fija en el qué dirán porque le dé un abrazo más largo de la cuenta a Aaron o que pasen mucho tiempo a solas haciendo planes y divirtiéndose. Son amigos y, como tales, libres de demostrar la confianza y el cariño que se tienen como quieran, sin que por ello tengan que ser gais y gustarse desde una perspectiva sexual. Así que me ha gustado mucho que este chico haya entrado en escena para romper el típico cliché entre dos buenos amigos.
Con respecto a Aaron, es un personaje que me ha ido ganando con el paso de las páginas. al principio, y quizá también por la lentitud de la trama, no conseguía empatizar con él, pero evoluciona muy bien y hacia el final me parecieron muy acertadas las decisiones que toma y cómo se enfrenta a la realidad que le rodea.
También tenemos a Genevieve, a la familia de Aaron y a otros amigos de la pandilla que tienen su parte de importancia en la historia.

Por último, y como mera anécdota, la portada (muy original, por cierto) ha sido un auténtico martirio durante la lectura. ¡He perdido la cuenta de las veces que he pasado la mano por la portada con la intención de quitar las virutas de la goma de borrar! xDDD. ¿A alguien más le ha pasado? Se ve tan auténtico el relieve y el acabado que se han quedado conmigo muchas veces 😂

En resumen, en 'Recuerda Aquella Vez' Adam Silvera ha desarrollado una historia con cierto toque futurista pero con una premisa actual que hace que el lector se replantee y cuestione qué es lo que haría si estuviera en la piel de Aaron, el protagonista. Es una novela para jóvenes que buscan su propia identidad y que necesitan sentirse aceptados por quiénes son y no por cómo son, aprendiendo que la felicidad no está en cómo te ven los demás, sino en cómo te ves a ti mismo y sentirte a gusto y feliz con ello.

Enlace: http://eraseunlibro.blogspot..
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