Todos mis veranos los pasé en Galvana

Hacia tiempo que tenía este libro en mi estantería y ahora era su momento antes de que acabase el verano. Ya había leído a Pablo con los dos libros de 𝘌𝘭 𝘤𝘶𝘢𝘥𝘦𝘳𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘐𝘬𝘢 y me encantaron, ya estáis tardando si no los habéis leído.
✍🏼En esta ocasión, conocemos a Lucas Laguardia, un joven escritor que huyó de su pueblo natal, Galbana, hace ya un tiempo. Se fue para no volver, para olvidar y para ser libre. Pero ahora, su hermana le pide que vuelva para ver a su padre antes de morir. al llegar allí, le recibe un pueblo, y sobre todo, su familia, muy reticente y muy herméticos. Lucas no es bienvenido y se respira tensión en el ambiente.
👨‍👩‍👦‍👦Su madre no para de presionarlo, su hermana tiene mucho que echarle en cara y su padre está en pleno proceso de una enfermedad degenerativa que le está dejando sin ser él y le está quitando todos sus recuerdos. Además, hay varios personajes más en el pueblo que tienen mucho que decir también. Galbana era/es un pueblo asfixiante, que ahoga al que quiere ser libre y al que tiene otras ideas, en cambio, al que vive y pertenece al grupo, lo protege y lo cuida.
🤫Está narrado en dos tiempos para conocer la historia pasada y el presente. El por qué Lucas huyó de allí lo tendréis que descubrir leyendo la novela, pero es un relato duro e injusto. Es una historia tierna pero con un final no tan feliz, es un romance pero trágico, son dos personas que se quieren pero están en el lugar equivocado. Y sobre todo hay muchas cosas que se ocultan porque hay secretos que es mejor guardar para siempre pero ahora que Lucas ha vuelto, todo volverá a salir a la luz, y hay heridas que por mucho que quieras cerrar siguen supurando.
🔚En el desenlace se desvela ese secreto del que nadie quiere hablar. El final es sorprendente (aunque me lo veía venir) y es un buen cierre para Lucas que puede tener su punto y aparte en esta historia.

Lucas Laguardia vuelve a Galvana, el lugar en el que vive su familia, para ver a su padre que está muy enfermo. ⠀
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Galvana es el pasado de Lucas, uno del que huyó hace más de diez años y al que no tiene intención alguna de volver. A veces es mejor dejar los secretos encerrados en la memoria. ⠀
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Cuando Lucas huyó, plasmó su vida en sus novelas y hoy en día es un escritor conocido, sobre todo porque las historias que escribió sobre Galvana han sido llevadas a la gran pantalla. ⠀
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Ahora se enfrenta al infierno de tierras áridas y secas, a ese lugar donde están sus raíces y donde su familia ha seguido su vida sin él. Y tendrá que volver a pisar las calles de su infancia, rememorando todo lo que ocurrió aquel verano en el que rompió con su vida y tuvo que escapar a Barcelona, donde terminó en un centro de menores. ⠀
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¿Cuál es la historia de Lucas? ¿Qué suceso del pasado le trae tan malos recuerdos? ⠀
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Pablo Sierra tiene una forma muy especial de acercar al lector a su narración, una que es detallada, que te hace sentir que formas parte de la historia y que consigue emocionar. ⠀
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La historia de Lucas es la de una persona que quería vivir, que necesitaba conocer mundo y empaparse de la vida fuera de un pueblo donde las costumbres se habían quedado obsoletas y donde no había vida para un joven con su curiosidad y su forma de ser. Es una historia que nos adentra en un pueblo costumbrista, donde todos conocen la vida de los demás y donde prosperar y tener un futuro es casi imposible. Así, Lucas nos cuenta su historia, pero no solo a través de su narración, sino con fragmentos de los libros que escribe, en los que sus familiares y amigos de Galvana son los protagonistas. ⠀
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Decir que la pluma de Pablo me encanta es quedarme corta. Ya la había descubierto en Lo que prefiere la nieve durante el verano y con esta novela he podido volver a comprobar que el autor consigue llegar al corazón con sus historias. Consigue que sintamos las emociones de los protagonistas. Además, descubrir los secretos que esconde, el resultado de sus decisiones y las deudas pendientes que tiene es un viaje que vale la pena emprender.
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Que el colectivo LGTBI aún tiene mucho por lo que luchar es un hecho, como también lo son sus pequeñas batallas ganadas. Todos mis veranos los pasé en Galvana refleja una realidad no tan pasada, me atrevería a decir que aún presente, cuya visibilidad contribuye a perseguir nuevas victorias.

Lucas, tras un camino difícil, ha conseguido grandes cosas, pero no ha superado una: Galvana.

Localidad árida y añeja en todos los sentidos imaginables. Un pequeño reducto de esa España por la que el tiempo solo pasa en su infraestructura, en la que valores e ideas que deberían ser tan ruinosas como sus rincones, perviven con el mismo lustro. O casi.

Casi porque a veces el silencio, el secretismo, el miedo o la vergüenza son los verdaderos perpetuadores de algo que ya no tiene sentido.

Lucas creció en Galvana. Se sintió asfixiado en un lugar que no le aportaba lo que buscaba, tuvo pánico a reconocerse en un ambiente que no le reconocía y vivió un verano que lo cambió todo.

Pablo Sierra nos habla de valientes y de cobardes o simplemente de formas diferentes de encontrar nuestro lugar en el mundo (que no siempre nuestra felicidad). Nos habla de rencor, de perdón sin reconciliación, de autodestrucción y autodescubrimiento, y todo ello con un estilo fluido, accesible, con el que he encajado perfectamente.

Todos mis veranos los pasé en Galvana me ha abierto la puerta al mundo sobre el que Pablo escribe y quiero seguir investigando.

Punto fuerte - Me he sentido en Galvana e incluso no dudé en buscar en Google maps ese lugar que el autor había dibujado con tanta maestría en mi mente, infructuosamente por supuesto, porque Galvana es como Lucas: ese fruto de la imaginación de alguien que ha vivido en mí unos días.

Se trata de una novela en la que acompañaremos al escritor Lucas en su vuelta a su pueblo, Galvana, años después por el aviso del grave estado de salud de su padre. Una historia de memorias que iremos reviviendo gracias al propio Lucas y sus novelas.

Lo más destacable para mí ha sido la manera de contarlo de Pablo. Ya conocía su pluma de su primera novela, que leí hace casi dos años y me gustó mucho, pero creo que en esta se superó. Sensibilidad, fluidez e incluso intriga entre sus páginas.

La trama va de menos a más. Reconozco que su primera mitad, a pesar de leerse muy fluida no me estaba diciendo demasiado, pero con el paso de los capítulos gana muchos enteros para acabar con un final que, si bien me ha gustado, no me ha encantado. Y en cuanto a la trama tengo que decir que ha habido una cosilla que no me ha cuadrado mucho y que hablando con otras lectoras he coincidido, pero eso no empaña el conjunto ni mucho menos.

¿Lo recomiendo? Sí, bastante, ambos libros del autor me parecen más que disfrutables y no tengo duda de que leeré alguno más suyo más adelante.

Valoración: 7.5/10

Una novela que tenía muchas ganas de leer por las buenas críticas que había visto del autor en general y no me ha defraudado en absoluto.

Es cierto que al principio, cuando leí los primeros capítulos, me pareció algo lento y que quizá no iba a ser para mi pero según fui avanzando, me di cuenta de que ese inicio era completamente necesario para conocer a nuestro personaje principal y sus circunstancias y para comprender más adelante el por qué de muchas cosas que van saliendo en la historia.

Comenzamos el viaje con un escritor afincado en Barcelona que, por diferentes circunstancias se ve obligado a volver al pueblo que le vio nacer y donde se crió pero al que odia por algún motivo y al que se resiste a volver de ninguna manera.

Durante su estancia en el pueblo, iremos conociendo el presente del protagonista pero también su pasado a través de pasajes de sus libros que son bastante autobiográficos.

Creo que es un libro que esta muy bien llevado, con unos personajes que están muy bien construidos y que, aunque se centra mucho en el protagonista y su visión de la historia, el resto de personajes tienen gran relevancia en la misma.

Esta novela, aunque bastante cortita, me ha despertado sentimientos muy diversos, como pena por la situación de algunos personajes, impotencia y enfado ante determinadas situaciones, ternura con determinados momentos...

Creo que es un libro muy recomendable y yo pienso continuar leyendo al autor porque me ha encantado su pluma, la forma de llevar y criticar determinados temas y como concluye toda la historia dejando al lector con ganas de más.

Como digo, me ha gustado mucho y la recomiendo al 100%.

La pluma de Pablo se hace muy ligera, escribe de una forma sencilla, pero que te atrapa y te invita a seguir conociendo la historia de Lucas. Es una novela en la que se mezcla el presente con algunos flashbacks de la adolescencia del protagonista, presentados a modo de páginas de su propia novela.

Los personajes están muy bien construidos y el protagonista me ha gustado mucho. He sentido mucha impotencia y rabia con su historia. Que bien podría ser la historia real de muchos otros. Este libro refleja la realidad que ojalá no estuviera presente, pero que por desgracia sigue ahí.

Se tratan dramas familiares y se mantiene el hilo misterioso del suceso que llevó a Lucas a huir de su pueblo. Trata temas como el colectivo LGTBI y los prejuicios que conlleva pertenecer al mismo. Nos habla de los miedos, de la valentía, y también de la ignorancia propia de un pueblo en el que todos hablan y juzgan.

Es un libro cortito, de apenas 239 páginas, pero que contiene una historia que merece la pena ser leída.

Intentar hacer una reseña de un libro de Pablo Sierra sin desvelar ni uno de sus secretos, se ha vuelto una misión prácticamente imposible.

Lucas Laguardia es un joven que se ha criado en Galvana, en plena España vaciada. Tierra árida y de recias costumbres, como sus gentes. ¿Qué pasa cuando no encajas en el lugar donde vives? ¿Qué alternativa existe cuando tú mismo estás empezando a descubrirte?

Cualquiera que tengamos pueblo y hayamos pasado un verano en él, sabemos de los ritmos, de las costumbres, de hacer lo que se debe para que no te señalen... Pero Lucas decide virar el rumbo de su vida, casi por accidente, en un verano que lo cambió todo. Y como la vida es cíclica, años después, ha de enfrentarse a todo aquello de lo que huyó y que le ha convertido en la persona que es hoy...

Es el tercer libro de Pablo que me leo y, de nuevo, me ha conquistado. En esa forma suya tan particular de narrar despacio, como si no pasara nada y, cuando quieres darte cuenta, pasó de todo.

Lectura muy recomendable y deseando que llegue el siguiente libro.

Un libro muy entretenido. Últimamente nada de lo que leía conseguía engancharme, así que podemos decir que Lucas me ha sacado del bloqueo lector. Esta novela trata el problema que por desgracia sigue viviendo mucha gente homosexual cuando vive en un pueblo o una ciudad pequeña, aunque poco a poco irá eliminándose. Contada de una manera ágil y sencilla y con la historia de un libro dentro del mismo libro. Sí es verdad que hasta la mitad, aproximadamente estaba esperando a que pasara algo y se me hizo un poco más lenta, pero el resto me lo leí en un suspiro. Ánimo a Pablo a seguir luchando por su sueño.

La novela me ha enganchado a muerte, no podía dejar de leer. La manera de innovar en la forma de contar la historia se hace muy dinámica, intercalando la narración del presente con flashbacks en forma de extractos de novelas del protagonista. Desde el principio el libro se hace ligero de leer, te atrapa y te lleva al corazón de Galvana y de sus habitantes. Además, la #novela trata temas como los dramas familiares, la ansiedad o el mundo #LGTBIQ, lo cual es🔝.

La ambientación es maravillosa. Galvana se configura como el pueblo de todos, perdido en la España vaciada, y toma un protagonismo brutal en la trama. La novela tiene un aire a "La familia Pascual Duarte" (aunque actualizado al siglo XXI) en cuanto a ambientación, costumbrismo y personajes. Estos están genial dibujados, tienen una forma de ser muy marcada y es fácil saber cómo piensan.

La manera de escribir de Pablo es maravillosa y sus historias te atrapan para siempre. Para mí este libro ha sido un soplo de aire fresco. al final es uno de esas #novelas que te recuerdan por qué leer es tan especial&#xNaN.