Todos mis veranos los pasé en Galvana

La pluma de Pablo se hace muy ligera, escribe de una forma sencilla, pero que te atrapa y te invita a seguir conociendo la historia de Lucas. Es una novela en la que se mezcla el presente con algunos flashbacks de la adolescencia del protagonista, presentados a modo de páginas de su propia novela.

Los personajes están muy bien construidos y el protagonista me ha gustado mucho. He sentido mucha impotencia y rabia con su historia. Que bien podría ser la historia real de muchos otros. Este libro refleja la realidad que ojalá no estuviera presente, pero que por desgracia sigue ahí.

Se tratan dramas familiares y se mantiene el hilo misterioso del suceso que llevó a Lucas a huir de su pueblo. Trata temas como el colectivo LGTBI y los prejuicios que conlleva pertenecer al mismo. Nos habla de los miedos, de la valentía, y también de la ignorancia propia de un pueblo en el que todos hablan y juzgan.

Es un libro cortito, de apenas 239 páginas, pero que contiene una historia que merece la pena ser leída.