El Héroe de las Eras

El mes pasado acabé de releer la primera trilogía de “Nacidos de la Bruma” y qué ✨maravilla✨ “El héroe de las Eras” es un final de trilogía espectacular. Cuando parece que Sanderson no puede sorprenderte más, ahí está, soltándote un montón de revelaciones y plot twist finales.

🔸Este tercer libro cierra todas las tramas y da respuestas a todas las incógnitas sin dejar ningún cabo suelto. Toda la información y todas las pistas que había dado en los anteriores libros empiezan a cobrar sentido y te das cuenta de lo bien hilado que está y lo bien que encajan todas las piezas.

🔹Es una novela intensa y muy completa, tiene acción trepidante, batallas y muchos secretos. Conocemos la hemalurgia, el tercer sistema de magia y el más turbio de todos. Y también conocemos en profundidad a los kandra y a los koloss.

🔸Me ha dado mucha pena despedirme de este mundo y sobre todo de sus personajes 🥺 porque me han encantado todos 😍 y cómo han evolucionado a lo largo de la trilogía. Unos personajes que cargan con el peso de todo y que, si quieren mantener la paz y salvar el mundo, tendrán que tomar medidas desesperadas y decisiones difíciles.

🔹El final no puede ser más redondo y épico, un final difícil de superar y que no te dejará indiferente. Sanderson te mantiene con el corazón en vilo hasta la última página. No soy muy de llorar, pero es que con estos libros es imposible no soltar alguna lagrimilla 🥲

🔸“Nacidos de la Bruma” es una de mis trilogías favoritas de la vida y me alegro de haber hecho relectura porque han pasado varios años desde que los leí por primera vez y la verdad es que no me acordaba de muchas cosas 😆

✨“Nacidos de la Bruma” tiene un mundo muy original, un sistema de magia espectacular y unos fantásticos personajes que vais a adorar. Libros muy recomendables a todos los amantes de la fantasía.✨

El cierre de la primera trilogía de Nacidos de la bruma, no podría ser más espectacular y sorprendente, nuevamente Sanderson expande su propio universo con giros de guion que apuntan a nuevos cuestionamientos, en los que la duda racional hacia su propia fe por parte de nuestro querido mayordomo terresiano se convierte en la directriz de la historia, si estamos muy atentos, podremos encontrar esos pequeños detalles reveladores que nos preparan para el final de la historia pero que aún así no nos salvara del asombro del giro final.
El mundo del imperio final se encuentra cerca de su extinción, las rebeliones por usurpar tronos y las campañas militares por conquistar territorios dejan mas muertes que momentos de triunfo, el emperador Venture y la emperatriz Vin, ahora ambos nacidos de la bruma, poco a poco y con la ayuda de los miembros sobrevivientes de la banda de Kelsier, siguen el rastro del plan que tanto tiempo llevo construir al lord legislador, al encontrar cada caverna de reservas y las inscripciones en metal empiezan a entender el significado de las palabras que pronuncio en sus momentos finales a manos de Vin.
Todos en las tierras que están cubiertas por ceniza sin saberlo han sido susceptibles a la manipulación del susurro de Ruina y pocos han logrado entender el plan y la ayuda que Conservación disponían para que logren sobrevivir, cuando descubren el sentido de los planes de estas dos fuerzas es demasiado tarde para que muchos perduren, unos cuantos héroes deberán morir en una épica batalla final.
La culminación de un periodo en la vida de Scadrial está enmarcado en el equilibrio entre la fe y la razón, entre las fuerzas de destrucción y las de creación, ambas forman parte de un todo que toma para sus planes a los seres más aptos o más susceptibles dándonos no solo un final bélico grandioso, también una culminación de vidas relevantes en las que sus sacrificios los llevan a la trascendencia y al cambio, guardando todo en un escrito que narrara su propia creación.

Ha pasado un año desde que Vin y Elend liberarán al ser catastrófico denominado Ruina del Pozo de la Ascensión y de que, en consecuencia, Elend se convirtiera en alomántico. Vin creía que hacía lo correcto y que seguía su instinto al guiarse por la profecía del héroe de las eras, pero se dio cuenta demasiado tarde de que estaba siendo manipulada por Ruina y ahora este ser vaga por el mundo completamente libre, manejando los hilos del destino a su antojo para abocar el mundo a su destrucción. La única forma que tienen Vin, Elend y el resto de la banda de Kelsier de seguir adelante y de tratar de desentrañar el misterio que rodea los deseos y planes de Ruina es encontrar los sótanos secretos que Lord Legislador ocultó con tanto empeño, donde se encuentran no solo suministros que ayudaran a la humanidad en el caso de que tengan que esconderse, sino que también albergan placas de metal con ciertas pistas del tirano que les ayudaran a comprender mejor qué es Ruina y qué pretende, convencidos de que en esas advertencias encontraran alguna pista para detener al ser. Todo indica que el mundo tal y como lo conocen está a punto de llegar a su fin: la intensidad con la que los Montes de Ceniza expulsan la ceniza sepultando ciudades y vegetación, los terremotos que no paran de asolar la tierra y las brumas que atacan a la gente y las hace enfermar, incluso llevarlos a la muerte.

Ante esta situación desesperada Elend, rey de Luthadel, y Vin, la mejor nacida de la bruma jamás conocida, necesitaran tomar medidas igual de desesperadas para contener lo que sea que han desatado con sus acciones. Lo prioritario es encontrar y controlar los almacenes ocultos de Lord Legislador, por lo que la acción en esta tercera novela se concentrará en dos ciudades que hasta ahora no habían aparecido: Urteau y Fardex. Tras la caída del Imperio Final, en Urtreau los skaa se hicieron con el gobierno y purgaron a gran parte de la nobleza del lugar, siguiendo lo que ellos consideraban como los designios de Kelsier, convertido ahora en un dios. A Urtreau será enviado Fantasma para tratar de contener la agitación creciente entre sus ciudadanos y a su vez buscar sus puntos débiles para controlar la ciudad y ofrecérsela en bandeja a Elend y sus planes. Por otro lado tenemos Fardex, donde el obligador Yomen hace pervivir los cimientos del sistema de gobierno creado por Lord Legislador y gracias a ello mantiene el control entre su gente. de Fardex se encargarán Vin y Elend, sobre todo porque sospechan que puede ser en ese último almacén donde Lord Legislador guarde sus enormes reservas de atium, uno de los metales más poderosos para los alománticos. El mundo está a punto de terminarse y Vin y Elend, una nacida de la bruma mortal y un rey inteligente y estratégico, son la última esperanza de la gente. Pese a tener todo en su contra, harán lo posible por arreglar las consecuencias del asesinato de Lord Legislador y por pararle los pies a Ruina, una fuerza destructora que hará lo posible por llevar sus retorcidos planes a buen término.

En este tercer libro comienzan a cerrarse todas las tramas e incógnitas que fueron surgiendo en sus predecesores, lo que hace que sea la novela más intensa, completa e interesante de las tres. En El héroe de las eras, Sanderson nos presenta un mundo devastado que empieza a creer firmemente que el fin de todo lo que conocen se acerca, una población que trata de sobrevivir como puede y que se aferra con esperanza a la religión del Superviviente, donde Kelsier y sus hazañas son lo único que mantiene la cordura de una gente cada vez más desesperada. En este libro se nos resuelve quién o qué es exactamente Ruina, quién o qué es Conservación, la verdadera naturaleza de las brumas y pequeños detalles que quizá se nos hayan pasado por alto en lecturas anteriores, pero que ahora alcanzan todo el sentido y son relevantes para la sucesión de los hechos. Lo que más me impresionó fue precisamente eso, cómo detalles nimios y a priori insignificantes que el autor diseminaba por allí y por allá sin ningún significado aparente, resultan ser primordiales para desentrañar algunos de los misterios que se nos plantean en esta trilogía. Esta última parte está plagada de sorpresas, de giros de trama y de descubrimientos absolutamente fascinantes que hicieron que devorara sus casi 800 páginas sin despegarme de ellas. Además, tenemos la acción dividida principalmente entre Fardex y Utreau, dos ciudades completamente opuestas, que nos permite tener una visión más amplia de lo que está sucediendo en el Imperio Final y de cómo los distintos actores del mismo lo perciben.

Los personajes experimentan también una evolución espectacular. Quizá los más evidentes sean Elend, Fantasma y Sazed. Tras lo sucedido en el Pozo de la Ascensión, Elend ahora es alomántico. No solo eso, sino que es más poderoso que la propia Vin, quien había demostrado hasta ahora ser la mejor en su campo. Por lo tanto, a la presión de tener que gobernar sobre un reino que se desmorona, que parece abocado al fracaso y con un montón de factores difíciles de predecir y controlar, Elend ahora se enfrenta a tener que aprender a valerse como alomántico y cómo puede usar esta recién adquirida habilidad en su lucha. Elend ya no es el crío idealista e ingenuo del primer libro. Si bien mantiene aquella esencia y sigue fiel a sus ideales de equidad, se ha dado cuenta por las malas de que para conseguir una sociedad democrática y justa, el diálogo no es suficiente en su mundo y necesita mano dura para gobernar, así como tomar decisiones complicadas y, muchas veces, sanguinarias. Aun así, es un rey muy respetado y que se esfuerza constantemente por conseguir crear un lugar mejor y seguro, aunque para ello tenga que derramar sangre él mismo o aprender a doblegar a un ejército de koloss, criaturas violentas e ingobernables. Por su parte, Fantasma sigue obcecado en que su papel dentro de la banda de Kelsier es irrelevante. Ahora que este ha muerto y que él mismo ya no es el crío al que conoció en vida, quiere esforzarse para estar a la altura de las expectativas y contribuir a la causa. El crecimiento de este personaje es muy patente así como su madurez. Nos encontramos con un Fantasma atormentado, sin autoestima y que no confía en sus capacidades, por lo que se llevará a sí mismo al límite para demostrarse y demostrarle a los demás que es digno de la confianza que Kelsier depositó en él. Por último, tenemos a Sazed. Sumido en una profunda depresión tras la pérdida de Tindwyl, aunque sus amigos necesitan de su sabiduría y sus consejos, apenas es capaz de levantar cabeza. Toda su fe en las religiones y todo su esfuerzo por recopilarlas y predicarlas como buen guardador, se va al traste cuando se da cuenta de que ha perdido la fe y de que no es capaz de encontrar consuelo en las miles de mitologías que almacena en sus mente cobre. Me ha gustado mucho el cómo se trata el tema de la depresión, pues a pesar de que el foco principal está en la acción, los misterios y las intrigas políticas, el autor profundiza en sus síntomas y, de la mano de Sazed, exploramos sus sentimientos y cómo es percibido por los demás. Es un cambio bastante radical del Sazed que conocimos en los libros anteriores, pero es un personaje que, aun así, no ha perdido su esencia y con el que podemos empatizar a la perfección.

La acción es trepidante. Se alternan capítulos convulsos y que te mantienen con el corazón en vilo, con otros más calmados y reflexivos. La narración sigue a cada uno de los personajes por lo que vemos la historia desde diferentes prismas, lo que enriquece la trama y la experiencia lectora, además de permitirnos una visión mucho más completa de lo que está sucediendo o cómo distintos personajes se enfrentan a los mismos fenómenos. Esto nos permite, por ejemplo, seguir el proceso de duelo de Sazed, como ya he comentado, aprender más sobre la cultura de los kandra, dirimir qué está sucediendo en los diferentes frentes bélicos abiertos o descubrir más sobre la alomancia de la mano de Vin. Cada capítulo era como adentrarse en una nueva aventura, sin saber qué nos iban a deparar las siguientes páginas o qué as bajo la manga nos tenía preparado el autor. Tal y como nos tiene acostumbrados Sanderson, nos ofrece giros de trama magistrales y una manera sublime de unir las diferentes piezas para formar el rompecabezas al completo.

El final fue increíblemente satisfactorio. No solo se resuelven los conflictos y cualquier cabo suelto que pudiera quedar, sino que el desenlace es tan redondo y tan épico, que los últimos capítulos se te quedan grabados en la mente por más tiempo que transcurra desde que los leíste por última vez. También es agridulce y triste y alegre en cierta medida, porque hay que recordar que en esta trilogía hay una guerra y toda guerra implica pérdida. El cierre de esta trilogía solo puedo calificarlo como magistral. al principio del libro, Sanderson dice que quería que El héroe de las eras fuera un colofón perfecto y por eso trabajó mucho en ello, y yo creo que lo ha conseguido con creces.

La primera era de Nacidos de la Bruma es una de esas trilogías que siempre voy a recomendar a cualquier lector que disfrute de la fantasía. Me ha enamorado, impresionado, alarmado, mantenido pegada a sus páginas durante horas, emocionado e incluso me ha sacado alguna que otra lagrimita. Estos tres libros me han dado todo lo que me gusta, quiero y necesito cuando leo. Ha sido una experiencia increíble y El héroe de las eras es una conclusión que ha estado a la altura.
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Leer esta trilogía al completo es asistir a un ejemplo de planificación extraordinario. Todo encaja, y cada trocito de información cobra sentido. ejemplo admirable del UEN hacer de Sanderson como escritor. Me lo he pasado genial leyéndolo. Imprescindible.

Un final absolutamente perfecto para la trilogía. Un montón de cosas sucedieron en este libro, pero lo primero que quería mencionar es que ¡Me encantan Elend y Vin! Simplemente siguen creciendo hasta convertirse en personajes adorables. al principio no me conectaba realmente con Elend y Vin simplemente me molestaban. ¡Estoy tan feliz de que mis opiniones sobre ellos hayan cambiado! Ahora no quiero sumergirme en lo que sucedió exactamente en este libro porque sé que voy a estropear todo y cualquier cosa al respecto. Solo debes saber que este libro despertará tantas emociones extrañas en ti. Además de esos dos, Spook y Sazed definitivamente también me gustaron. Lo que pasaron esos dos personajes en este libro definitivamente me hizo sentir por ellos, y luego me enamoré aún más de ellos. En general, me ha encantado esta trilogía.

Brandon vuelve a hacerlo una vez más. ¿El qué? Todo:
Repite los mismos (pequeños) errores de El Pozo de la Ascensión, con un nudo bastante perezoso, además de dejar de lado a personajes importantes en su mayoría del tiempo y centrarse en nimiedades para darle algo de relleno a la historia. Por suerte, también repite las bondades tanto de El Imperio Final como del segundo libro, lleva el desarrollo de los personajes, la religión y la política a un nuevo plano casi desde las primeras páginas.
Por otro lado, es espectacular la facilidad con la que Sanderson describe todos y cada uno de los combates, dándoles una epicidad que muy pocas veces he podido encontrar en otros muchos autores.
El Héroe de las Eras es, sin duda, un gran punto y aparte en la saga Nacidos de la Bruma y un gran punto final a esta primera era con un desenlace que, pese a ser previsible en muchos puntos, es increíble.

Como viene a ser habitual en los libros de Brandon Sanderson, la construcción del mundo de esta novela es increíble, desde la ambientación hasta la estructura social y política. Aunque quizá lo más destacable, no porque el resto sea peor, sino porque en mi opinión es una de las mejores habilidades del autor, es el impresionante sistema de magia.
La Alomancia y la Feruquimia son originales y concienzudas. La magia en los mundos de Sanderson suele ser como las Matemáticas: 2+2 siempre dará cuatro. Hay una forma específica en la que la magia funciona, no se puede saltar sus propias reglas, y hacerlo tiene consecuencias.
Este mundo devastado por la niebla y la tiranía del Lord Ruler (básicamente Dios) te empieza atrapar aunque la trama desnuda de ornamentos nos suene familiar; es la típica historia del "elegido para", "descubre tus poderes"..., pero también sabe utilizar muy bien el tropo de "encuentra tu propia familia", que personalmente me encanta. El punto fuerte es que sabe revestir muy bien una trama clásica, crear personajes carismáticos y aportarle los giros adecuados.
Otra cosa que me encanta de los libros de Sanderson es que mientras los vas leyendo sientes como estás tejiendo un gran telar que nos sabes muy bien dónde te lleva, pero que al final te da esta agradable sensación de ver que todo encaja al milímetro.
Sin embargo, el libro también tiene algunas debilidades para mí: algunos diálogos poco naturales, mucho infodumping, un tono un poco juvenil que no termina de ir con la trama y el ambiente oscuro que el autor ha creado, bastantes clichés..., pero para mí lo peor es la parte romántica, me parece muy poco natural, algo falsa, no puedo terminar de creérmela, no veo de dónde surgen los sentimientos, las interacciones son algo incómodas...
Pero, como conclusión, en este libro las cosa buenas lo son tanto que compensan las cosas que no me han gustado y, además, hacen que te quedes pegado a las páginas y a la historia.

En El pozo de la ascensión quedó de manifiesto que la gran amenaza del Lord Legislador era en efecto una importante advertencia de lo que vendría a continuación. Un mundo cada vez más inestable, asustadizo y oscuro, un enemigo indescriptible y un acertijo que esconde el único poder capaz de impedir la destrucción. ¿Podrán Vin y Elend resolverlo a tiempo?

Brandon Sanderson nos trae una novela muy inteligente, frenética y trascendente, no sólo por su papel como cierre de esta magnífica trilogía, sino porque en ella se revelarán las incógnitas que han acompañado al lector desde sus inicios como el porqué de la niebla y las cenizas y el rol del Lord Legislador en el mantenimiento del equilibrio natural.

Una vez más, temo hablar mucho en la reseña porque es un libro que recomiendo coger a ciegas (después de haber leído los dos primeros, claro está) y dejar que te sorprenda. El autor mide cada palabra, hace guiños a lo que pasará (que en cierto modo siempre ha estado ahí a la vista a la par que escondido) y lo va resolviendo de una forma única y original que te hace dudar de ti mismo y de las palabras. Para mí ha sido una novela increíble, altamente recomendable y con un final que no sabría describir sin adentrarme en el pantanoso terreno de los spoilers, pero que sin duda no te deja indiferente. Su estilo narrativo es único, de una sorprendente sencillez, ya que el universo creado no lo es tanto pero te permite sumergirte en él plenamente y entender todo lo que se desarrolla sin sentirte sobrecargado. Además, incluye fragmentos muy poéticos, de una belleza extraordinaria, que combinados con los sucesos que describen conmocionan al lector.

Me alegro de veras de haberme iniciado en la lectura de esta trilogía, nunca dejaré de recomendarla y quedo a la espera de seguir sumergiéndome en el Cosmere y en los demás mundos creados por Sanderson. La recomiendo a todos aquellos fanáticos del género, pero también a los que no se sienten muy atraídos por él, puesto que es un tipo de fantasía muy especial, humana y bella.

Ya he llegado al final de la primera trilogía de Nacidos de la bruma. Y a diferencia de "El pozo de la ascensión" que me costó mucho leerlo por todo el tema de la trama política, este final de trilogía me lo he leído sin darme cuenta. 

El autor ha sabido cerrar muy bien todas las tramas de todos los personajes. En el segundo libro me dejó con un regusto amargo porque parecía que se había olvidado a algún personaje por el camino. Pero en este tercer libro todos tienen igual de importancia. Cada uno tiene su misión en la historia. Me ha recordado mucho al primer libro, pero no era esa misión que tenían los protagonistas planeada. Sino una misión conjunta de trama para que se resuelva la historia que idea el autor. Y me encanta como tiene todo hilado. Sobre todo porque te va dando pistas en esos encabezados de cada principio de capítulo que son como extractos de otro libro que uno de los protagonistas está escribiendo. 

Además te engaña. Te quiere hacer pensar que pasa una cosa a lo largo de la trama pero luego pasa otra. Te tienes que fijar en los detalles siempre. Si ya eres un "experto" lector de Sanderson, esto no te pasará desapercibido e irás leyendo con cautela. Esperarás los giros de trama inesperados al final del libro. Pero para quienes sea su primera trilogía del autor, estos giros serán  realmente inesperados y quedarán encantados. A mi es lo que más me gusta de Sanderson, nunca sabes lo que te vas a encontrar al final de sus historia. Piensas que la trama va a ir por un camino y toma tal giro que sorprende hasta a los lectores más expertos del autor.

Me ha gustado mucho la evolución de todos los personajes de la historia. Sobre todo de los personajes que empezaron siendo muy secundarios en el primer libro o incluso podrías pensar que eran de relleno y a la larga acabarían desapareciendo, en este tercer libro se convierten en protagonistas de sus propios capítulos y arco argumental. 

Por supuesto, también destaco la gran importancia que le da Sanderson a la religión en esta trilogía. Pero en este tercer libro ya es muy muy descarada. En el primer libro se olía, en el segundo se veía a la legua. Pero este tercero es muy descarado. 

Luego, es muy interesante que aunque es un tercer libro y final de trilogía, el autor nos presenta nuevos personajes y más razas que se nombraban en los anteriores libros. Son muy importantes para entender el desarrollo final pero que dejen un  eslabón tan importante para el final, es como el as guardado en la manga del autor.

En conclusión, un final de trilogía que cierra muy bien todas las tramas. Da mucho protagonismo a todos los protagonistas, incluidos los secundarios o a los nuevos u olvidados en el segundo libro. Como siempre la religión tiene su hueco en esta historia, pero en esta ocasión se ve mucho. Puede que en algún momento sea un poco lento pero no tanto como el segundo libro. Pero me ha gustado mucho el final que le ha dado a todo en general. Como siempre la trama tiene una serie de giros inesperados que nunca piensas que puedan pasar.
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Cierro la primera era de Nacidos de la bruma por todo lo alto con "El héroe de las eras". En esta tercera parte la acción va a ser mucho más continuada, vertiginosa de principio a fin. Los distintos personajes que han llegado hasta esta última entrega van a dividirse por diferentes partes del mundo, con una misma misión, conseguir información para luchar contra un enemigo común. La acción está asegurada.

He sentido un gran cambio con respecto a las anteriores partes en la forma de contar la historia, ya que esta no está tan focalizada en destacar una o varias figuras centrales, si no que parece más una historia coral, con diferentes puntos de vista y muchos personajes que aportan por igual. No perdemos de vista a los grandes protagonistas, pero sí que algunos más secundarios o que tenían menos trama, en este destacan muchísimo y crecen enormemente. de hecho, el crecimiento de personajes ha sido una cosa que ya me gustó mucho en la segunda parte, pero que me resulta hasta más evidente en "El héroe de las eras".

El enorme abanico que ya abarcaba el sistema de magia en los libros anteriores, vuelve a dar un vuelco en esta entrega, y se expande aún más, haciéndolo de una manera tan buena, tan bien creada, que no deja de asombrarme. Durante los tres libros incluso he ido pillando apuntes, ya que me estaba gustando tanto que quería entender como funcionaba todo lo relacionado con esta magia que bebe de la ciencia. Aunque ya solo sea por esto, el autor me parece un genio digno de valorar.

Otro de los grandes méritos del libro es lo brutal del final. Me ha encantando porque es de esas historias donde todo cuadra, todo tiene sentido. Desde el mismo principio la historia está plagada de detalles, de pistas, que cobran sentido al final y que le dan autenticidad a lo que cuenta. No soy un lector fácil para los finales en historias tan grandes como esta, porque al abarcar tantas cosas es fácil caer en sacar finales poco elaborados de la manga. Pero este me ha parecido redondo e inmenso, y me ha emocionado muchísimo. En serio, que mano tiene este señor para los finales, y que bien da los giros. Giros por aquí, giros por allí, y todos bien dados.

No quiero dar muchos detalles, porque al ser una secuela, que además cierra la historia, cualquier cosa sería destriparla, pero ha estado totalmente al nivel de los otros dos, aunque los tres son bastantes diferentes entre sí."El héroe de las eras" es el que tiene el ritmo más rápido y pese a que profundiza en los personajes, la trama no se mantiene estática en ningún momento. La única cosa a mejorar para mí en cuanto a Sanderson, es el apartado femenino. Está muy bien que los personajes femeninos que tiene sean tan poderosos y tan potentes como Vin o Tindwyl, pero sus historias necesitan más personajes femeninos, muchos más. Por lo demás, impecable. Me guardo para siempre personajes como Vin, Sazed, Kelsier, Tindwyl o Fantasma.