El Héroe de las Eras

El cierre de la primera trilogía de Nacidos de la bruma, no podría ser más espectacular y sorprendente, nuevamente Sanderson expande su propio universo con giros de guion que apuntan a nuevos cuestionamientos, en los que la duda racional hacia su propia fe por parte de nuestro querido mayordomo terresiano se convierte en la directriz de la historia, si estamos muy atentos, podremos encontrar esos pequeños detalles reveladores que nos preparan para el final de la historia pero que aún así no nos salvara del asombro del giro final.
El mundo del imperio final se encuentra cerca de su extinción, las rebeliones por usurpar tronos y las campañas militares por conquistar territorios dejan mas muertes que momentos de triunfo, el emperador Venture y la emperatriz Vin, ahora ambos nacidos de la bruma, poco a poco y con la ayuda de los miembros sobrevivientes de la banda de Kelsier, siguen el rastro del plan que tanto tiempo llevo construir al lord legislador, al encontrar cada caverna de reservas y las inscripciones en metal empiezan a entender el significado de las palabras que pronuncio en sus momentos finales a manos de Vin.
Todos en las tierras que están cubiertas por ceniza sin saberlo han sido susceptibles a la manipulación del susurro de Ruina y pocos han logrado entender el plan y la ayuda que Conservación disponían para que logren sobrevivir, cuando descubren el sentido de los planes de estas dos fuerzas es demasiado tarde para que muchos perduren, unos cuantos héroes deberán morir en una épica batalla final.
La culminación de un periodo en la vida de Scadrial está enmarcado en el equilibrio entre la fe y la razón, entre las fuerzas de destrucción y las de creación, ambas forman parte de un todo que toma para sus planes a los seres más aptos o más susceptibles dándonos no solo un final bélico grandioso, también una culminación de vidas relevantes en las que sus sacrificios los llevan a la trascendencia y al cambio, guardando todo en un escrito que narrara su propia creación.