Dónde estás, mundo bello

1.5

Sigo en mi camino a través de los audiolibros y, como llevaba tiempo viendo los libros de Sally Rooney, me decidí por este. Un error. Soy consciente de que hay mucha gente que admira y disfruta de sus novelas, incluso van a hacer una adaptación de 'Gente normal', pero está claro que no son unos libros para mí.

A día de hoy, y tras un montón de días escuchando este audiolibro, aún no tengo muy clara la trama de esta novela, ni a dónde quería llegar la autora con todo esto. Es curioso porque cuando he entrado en Goodreads para ver las etiquetas estaba marcado como romance. Y sí, hay romance en el libro, pero no he tenido la sensación de que fuera una historia de romance. Cuando lo empecé no me leí la sinopsis y pensaba que sería una novela de ficción contemporánea, reflejo de la vida actual, con reflexiones y reivindicaciones. Tiene de eso, pero tampoco es eso. El libro parece tocar varios temas, pero creo que no llega a perfilarse demasiado con ninguno, como si no quisiera mojarse al elegir.

Ya he dicho que en el libro hay reflexiones, pero veamos la estructura para explicarlo. La historia es una mezcla de narración más la correspondencia electrónica entre Alice y Eileen, dos amigas. Sí, justo como era 'Nosotros en la luna'. Sin embargo, aquí no termina de convencerme y se me hace muy raro que dos amigas se estén mandando correos en vez de mensajes. Puede que fuera porque en el otro libro le daban una explicación y aquí solo pasa, o puede que sea porque disfrutaba más de los correos en el otro. En estos correos entre las dos amigas es donde se producen la mayor parte de las reflexiones. Hablan de ética, religión, política, sociología... El problema es que parecen discursos venidos de la nada, con justificaciones que pueden darle un sentido a que aparezcan, pero no siempre funcionan.

Por suerte hay más narraciones que correspondencia y ahí es donde vemos la historia avanza, o intentarlo. Porque ya he dicho que no entendía la trama de este libro y es que parece una descripción de la vida de ellas dos. Una vida bastante común, dentro de lo que cabe. Y, como decía a un amigo, para leer una vida como la mía ya tengo la ma y las de mis amigos.

Sé que estoy muy negativa con esta reseña y puede que a vosotros os encante el libro, pero sinceramente no sé que decir bueno de él. Lo siento. Y para terminar de quejarme, vayamos con los personajes, que por cierto les encanta quejarse. Los personajes están muy bien construidos (ahí tenéis algo bueno) y es en ellos donde se centra todo. Es una novela de personajes, no de trama. Pero me han resultado insoportables. En algún momento al inicio Eileen me caía bien, pero he pasado a odiarla; Simon al inicio me parecía un poco creepy, pero ha tenido algun momento bueno; Felix también empezó mal conmigo, aunque al final de la novela era el único que me caía bien; y Alice me ha parecido insoportable todo el rato.

Ya he dicho que en el libro hay reflexiones, pero veamos la estructura para explicarlo. La historia es una mezcla de narración más la correspondencia electrónica entre Alice y Eileen, dos amigas. Sí, justo como era 'Nosotros en la luna' (reseña AQUÍ). Sin embargo, aquí no termina de convencerme y se me hace muy raro que dos amigas se estén mandando correos en vez de mensajes. Puede que fuera porque en el otro libro le daban una explicación y aquí solo pasa, o puede que sea porque disfrutaba más de los correos en el otro. En estos correos entre las dos amigas es donde se producen la mayor parte de las reflexiones. Hablan de ética, religión, política, sociología... El problema es que parecen discursos venidos de la nada, con justificaciones que pueden darle un sentido a que aparezcan, pero no siempre funcionan.

Por suerte hay más narraciones que correspondencia y ahí es donde vemos la historia avanza, o intentarlo. Porque ya he dicho que no entendía la trama de este libro y es que parece una descripción de la vida de ellas dos. Una vida bastante común, dentro de lo que cabe. Y, como decía a un amigo, para leer una vida como la mía ya tengo la ma y las de mis amigos.

Sé que estoy muy negativa con esta reseña y puede que a vosotros os encante el libro, pero sinceramente no sé que decir bueno de él. Lo siento. Y para terminar de quejarme, vayamos con los personajes, que por cierto les encanta quejarse. Los personajes están muy bien construidos (ahí tenéis algo bueno) y es en ellos donde se centra todo. Es una novela de personajes, no de trama. Pero me han resultado insoportables. En algún momento al inicio Eileen me caía bien, pero he pasado a odiarla; Simon al inicio me parecía un poco creepy, pero ha tenido algun momento bueno; Felix también empezó mal conmigo, aunque al final de la novela era el único que me caía bien; y Alice me ha parecido insoportable todo el rato.

Ha sido: un mas o menos. Sally Rooney escribe sobre las relaciones humanas y el comportamiento, eso ya lo sabía porque es la segunda vez que la leo.

Esta vez los personajes son mayores, el libro trata sobre cuatro personajes que rondan los treinta; y me pase toda la lectura preguntándome si a los treinta actuamos de esta forma, a mi parecer un poco inmadura, es como si lo tuvieran todo pero buscan la manera de ser infelices tomando malas decisiones para justificar que lo son.

No creo que sea un mal libro, aunque sí creo que por momentos Sally es pretenciosa con su escritura y se queda corta, no hay fluidez y parece un poco forzada.

Hace aproximadamente un año tuve la oportunidad de leer «Gente normal», mi primer Rooney, y me gustó mucho. El estilo particular de la autora y unos personajes tan cercanos, con unas reflexiones íntimas y sentimentales tan certeras y profundas hizo que decidiera leer todo lo que publicara.
Un año después, he terminado «Donde estás, mundo bello» y me ha encantado.
Ha superado a «Gente normal».

Sin perder su esencia, Sally Rooney se enfrenta a un formato distinto que consigue potenciar su estilo. Está cargado de comentarios íntimos sobre la vida (sociedad, política, derechos humanos) de una forma muy ligera. Me ha hecho reflexionar y pensar, además de engancharme desde la primera hasta la última página.

Me han encantado escenas que reflejan pensamientos con los que me he identificado, y otras que, a pesar de ser todo lo opuesto a mí, están tan bien relacionadas con los personajes y tan bien descritas que también las he disfrutado un montón.

A diferencia de «Gente normal», no se trata de una relación entre dos personas, sino dos tramas relacionadas entre sí de dos parejas. Algún personaje me ha resultado hasta desagradable en ciertos momentos, pero es propio del tinte de sus libros. Ninguna relación, ningún personaje es idílico o carente de errores. Todos somos humanos y, por lo tanto, complejos de comprender. Incluso cuando se trata de uno mismo.

Este es el primer libro que leo de esta autora y aunque en ocasiones se me hizo algo pesado, me ha resultado una lectura interesante y con un estilo algo particular.
Dos jóvenes amigas con un mundo interior inmenso, con muchas inquietudes, inseguridades y dudas existenciales.
Aunque Alice y Eileen están muy unidas, se comunican por largos correos electrónicos, en los que hablan de todo, desde política, trabajo, medio ambiente, religión, sexualidad, familia, maternidad, literatura o filosofía entre otras cosas. No tienen muchas amistades, su circulo es más bien pequeño, con la familia tampoco tienen mucha relación y también conocemos a Felix y a Simón y sus relaciones con ambas.
Los personajes son bastante complejos, todos tienen sus problemas y las relaciones de pareja están llenas de altibajos, se juntan, se distancian, son más bien solitarios y a su vez no quieren serlo.
Casi al final de la historia se reúnen y vemos como es realmente su relación y la dependencia que tienen unos de otros, sus miedos y dudas con respecto a todo y a la amistad.
Aunque no ha sido como me esperaba, la lectura me ha enganchado finalmente sobre todo con los personajes femeninos y ver en que terminaban. La redacción me ha parecido rara desde el principio, conversaciones en las que te pierdes en ocasiones y situaciones muy cotidianas. Un retrato de unos treintañeros algo tristes, disconformes con sus vidas y trabajos y que intentan seguir adelante de la mejor manera posible.
El final me ha parecido algo apresurado, después de tanta vuelta a todo, aunque ha sido el esperado o el que veía venir.

Sally Rooney, autora de "Gente normal" que vuelve a hablarnos de personas "normales" o más bien reales. ¿Existe la definición de "persona normal" o de un "mundo bello"? Para mi se trata de términos que pueden variar de significado dependiendo de la persona que trate de definirlos. Seguramente tú, que estás leyendo este texto, tendrás un ideal de momento bello que no tienen porqué coincidir con el que yo tenga. Lo mismo con tu idea de ser una "persona normal".
Sally Rooney nos cuenta en este libro la historia de Alice y Eileen, dos jóvenes amigas treintañeras que, a pesar de la distancia y sus diferencias, mantienen su amistad, contándose todo a través de mensajes de correo electrónico. Mezclando narrativa con ensayo, un ensayo que está integrado dentro de la acción de los personajes y que sirve para mostrar diferentes puntos de vista sobre diversidad de tema como la creación literaria, el ser famoso, las relaciones humanas, el sexo, la historia… temas sobre los cuales todos nosotros nos habremos parado a reflexionar en algún momento.
Los cuatro personajes que protagonizas esta obra: Alice, Eileen, Simon y Félix se enfrentan a situaciones y problemas a los que los que nos enfrentamos los jóvenes de hoy en día, como son los trabajos precarios, los alquileres imposibles , la inestabilidad emocional y el miedo a qué nos deparará el futuro.

Un libro que me ha gustado bastante, Rooney no decepciona, aunque creo que sigo quedándome con su “Gente normal”.

Las reseñas sobre las novelas de #SallyRooney siempre me suponen un esfuerzo extra a la hora de transmitir todo lo que quiero contaros en este espacio tan reducido. “Dónde estás, mundo bello” vuelve a ser el tipo de novela sin trama -al menos sin trama convencional-, al que la autora nos tiene acostumbradxs, en el que sus protagonistas sienten la necesidad vital de “conectar”.

Así, Alice y Eileen, los dos personajes femeninos principales -mejores amigas de la universidad, ahora en la cúspide de los 30-, lidian diariamente en sus luchas internas por descubrir cómo deben vivir y encontrar significado en un mundo que cada vez se nos muestra más complejo -cuestiones que, por otro lado, también surgen en la edad adulta-. Junto a ellas, aparecen Felix y Simon, los hombres con los que ambas mantienen sendas relaciones afectivo-amorosas.

Paralelamente a la narración del día a día de los personajes -y algunos flashbacks para conocer el pasado de ellas-, nos encontramos un intercambio de correos electrónicos que se alterna con los capítulos: mensajes con reflexiones divertidas, a menudo profundas, sobre temas como la Edad del Bronce, el cambio climático y la naturaleza y el propósito de la belleza estética.

De nuevo, la prosa sin adornos de Rooney es rica en conversaciones que son, a la vez, quejumbrosas e irónicas, desgarradoras y despectivas. El libro representa un poderoso reflejo de un momento definido por la interioridad existencial y la incertidumbre (reflejo de ello es el personaje de Alice, una novelista que lucha con la fama de la noche a la mañana, en la que Rooney ha volcado su propia angustia).

Me han gustado muchas cosas de esta novela inteligente y reflexiva, y he disfrutado muchísimo la lectura, muy cercana a “Conversations With Friends”, con sus cuatro personajes centrales ‘chocando' con las necesidades, creencias y deseos de los demás.
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Un retrato de la amistad, el amor, las idas y venidas, encontrarse a una misma y la felicidad. Me ha gustado bastante, aunque había partes que se me hacían un poquito pesadas. Me gustan las reflexiones que saca entre los emails de las dos amigas y como ambas van creciendo.

Destaco que me da la impresión que la autora se ha retratado en las dos protagonistas y me parece algo curioso.

Una lectura al estilo de sus anteriores obras, contando historias de personas sin grandes artificios y como la vida misma.

Sally Rooney es una de esas autores que según dicen amas u odias, convirtiéndose, casi sin quererlo, en uno de los debates literarios de los últimos años. A través de sus obras "Conversaciones entre amigos" y "Gente normal" ha logrado plasmar las preocupaciones de la generación millennial con sumo cuidado, ofreciendo una visión realista de las relaciones personales en un entorno cambiante, volátil e inestable fruto de la crisis económica, social y medioambiental que rige el mundo actual.

Dónde estás, mundo bello es una novela realista que aborda la cotidianeidad y lo hace sin excesos. En ella encontrarás la historia de amistad de Alice y Eileen, mujeres que cerca de la treintena continúan buscando algo que dote de sentido real a su existencia. Aunque viven en ciudades distintas y llevan tiempo sin verse, logran salvaguardar su relación a través del envío de correos electrónicos, medio a través del cual reflexionan sobre el rumbo de sus vidas, su experiencia con un mundo en inminente colapso y sus relaciones personales.

Alice, novelista, se encuentra recuperándose de una crisis nerviosa en un pequeño pueblo irlandés, lugar en el que se cruzará con Felix, que trabaja en un almacén, con quien entablará una relación «sin ninguna clase de forma preestablecida», porque en boca de la misma protagonista «lo que la hace distinta, en otras palabras, no somos ni él ni yo, ni ninguna cualidad personal particular que poseamos, ni siquiera la combinación concreta de nuestras personalidades individuales, sino el método por el que nos relacionamos el uno con el otro; o la ausencia de método» y, aunque «a veces de la impresión de que va fatal», otras «parece la única clase de relación que valdría la pena tener».

Por otro lado, Eileen, asistente editorial de una pequeña revista, se encuentra superando una ruptura amorosa cuando se reencuentra con Simon, su primer amor, por las calles de Dublín. Él, un exitoso consejero político, cinco años mayor que Eileen, servirá de ancla a partir del cual se desarrollará la acción de ambos personajes. Una complicada relación en la que se entremezclan sentimientos de amor y amistad, de éxito y fracaso, de deseo y religiosidad.

Ambas protagonistas acaban entablando relaciones que mueven una trama casi invisible, donde lo cotidiano se hace con el relato. Pero no hay que dejarse engañar, detrás de esa anodina normalidad encontramos una lectura profunda de una sociedad marcada por la precariedad laboral, la inestabilidad personal, el declive medioambiental, la sobreexposición en las redes o el capitalismo salvaje. Contexto socioeconómico que acompaña a nuestras protagonistas vehiculando su particular visión del mundo —como algo feo y decadente—, su propia identidad y la forma en que se relacionan con los demás.

La obra nos muestra como, en ocasiones, las expectativas de vida pueden llegar a chocar con la realidad, y lo hace a través del desánimo de unas protagonistas que ante el avance del tiempo se topan con la imposibilidad de desarrollar metas profesionales, objetivos vitales y relaciones sociales plenas. La nostalgia de un tiempo pasado que fue mejor, el temor al fracaso, el miedo al dolor emocional o el recelo a la sobreexposición social modularán su relación con los demás, limitando su propio desarrollo personal. La superación de esa frontera social requerirá de un acto de valentía, la vulnerabilidad. Las protagonistas deberán aprender a compartir su intimidad con otras personas —a volverse vulnerables—, porque aunque pueda resultar doloroso son los vínculos afectivos lo que dotan de sentido la vida, convirtiendo el mundo en un lugar mucho más bello.

¿Recomendaría su lectura? La respuesta es sí, pero sin pretensiones. La autora construye un escenario realista a través del cual la mayoría de millennials podrían sentirse identificados, logrando articular la trama a través de las relaciones de sus personajes —las cuales dotan de movimiento a la acción— en una realidad aparentemente anodina. Como punto fuerte destacaría la delicadeza con la que la autora desarrolla la vida de sus personajes, la forma en que modula sus singulares relaciones personales y las reflexiones que intercambian las protagonistas a través del uso del correo electrónico. No obstante, la lectura requiere de cierto esfuerzo cognitivo para entender los debates intelectuales que se generan acerca de las problemáticas del mundo contemporáneo, lo que en ocasiones puede resultar algo pesado—e incluso forzoso. Así mismo, en algunos momentos he tenido la sensación de que durante el relato no ha pasado nada realmente trascendental para la historia y que —quizás— me ha faltado que me contarán algo más. A mi parecer, acaba resultando una lectura recomendable e incluso necesaria para entender algunas de las problemáticas con las que se enfrenta toda una generación, pero es cierto que a veces la historia cruza la delgada línea de lo insustancial —pudiendo llegar a resultar poco atractiva. Si algo me quedo de esta obra es el profundo trasfondo que se encuentra detrás, y que nos muestra como las relaciones personales son uno de los pocos reductos de la humanidad que aún pueden salvarnos del declive.
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A pesar de que Gente normal no me apasionó como todo el mundo decía; decidí darle una oportunidad al último libro de Sally Rooney. Y esta vez, me gustó más de lo que esperaba.

Como en todos sus libros, las historias de Rooney giran en torno a personajes que muestran algunos problemas a nivel emocional. En esta ocasión, las protagonistas son Alice y Eileen. Alice, escritora de éxito con problemas psicológicos, acaba de mudarse a un pueblito costero alejado del ruido del mundo para intentar encontrarse a sí misma; pero allí encontrará a Félix, que también tiene sus propios problemas personales.

Eileen, por su parte, vive en Dublín, “maltrabaja” en una empresa y está locamente enamorada de Simon desde que es adolescente. Simon y Eileen mantienen un tira y afloja continuo que les empuja a mantener relaciones amorosas bastante tóxicas con otras personas.

Rooney nos presenta de nuevo una novela de iniciación, de conocimiento de uno mismo, en la que un grupo de 4 jóvenes lucharán por encontrar su camino antes de llegar a los 30.

Me resultó mucho más fácil verme reflejada en algunos de los personajes de esta novela, quizás por su cercanía a mi edad actual o porque sus problemas pueden ser más parecidos a los míos. Lo que menos me ha gustado del libro son los e-mails que las dos amigas intercambian y que van intercalados entre los capítulos del libro. Se me hicieron bastante pesados y me costó entender el objetivo de su aparición en la novela.

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