Dónde estás, mundo bello

Hace aproximadamente un año tuve la oportunidad de leer «Gente normal», mi primer Rooney, y me gustó mucho. El estilo particular de la autora y unos personajes tan cercanos, con unas reflexiones íntimas y sentimentales tan certeras y profundas hizo que decidiera leer todo lo que publicara.
Un año después, he terminado «Donde estás, mundo bello» y me ha encantado.
Ha superado a «Gente normal».

Sin perder su esencia, Sally Rooney se enfrenta a un formato distinto que consigue potenciar su estilo. Está cargado de comentarios íntimos sobre la vida (sociedad, política, derechos humanos) de una forma muy ligera. Me ha hecho reflexionar y pensar, además de engancharme desde la primera hasta la última página.

Me han encantado escenas que reflejan pensamientos con los que me he identificado, y otras que, a pesar de ser todo lo opuesto a mí, están tan bien relacionadas con los personajes y tan bien descritas que también las he disfrutado un montón.

A diferencia de «Gente normal», no se trata de una relación entre dos personas, sino dos tramas relacionadas entre sí de dos parejas. Algún personaje me ha resultado hasta desagradable en ciertos momentos, pero es propio del tinte de sus libros. Ninguna relación, ningún personaje es idílico o carente de errores. Todos somos humanos y, por lo tanto, complejos de comprender. Incluso cuando se trata de uno mismo.