Un ático con vistas

Descubrí a Eleanor gracias a El diablo también se enamora, la novela ganadora del Premio Vergara - El Rincón de la Novela Romántica 2018 y me gustó mucho tanto su pluma como la historia, así que estaba deseando leer alguna otra novela suya.


Empezando por los protagonistas, me han gustado mucho. Matty sufrió mucho en su adolescencia y desde entonces vive con la filosofía de que hoy puede ser tu último día, así que hay que disfrutarlo al máximo. Es alegría y dulzura en estado puro, y no soporta ver a nadie sufrir, siente la necesidad de contagiar su buen humor al mundo entero. Hay suficiente dolor y maldad en este mundo como para dejar que nos limite y deberíamos apreciar más las cosas buenas de la vida.


Julian lleva toda su vida combatiendo con sus propios demonios interiores, pero quebró por completo hace casi dos años y no se ha recuperado desde entonces. El miedo y la soledad han hecho que se construya una coraza que lo aísla del mundo y Matty está dispuesta a acabar con ella y ayudarlo a ser feliz, algo que Julian no se tomará bien y no le pondrá fácil. Cuando te has habituado a vivir con un sentimiento, de una forma concreta, es difícil desprenderse de ese habito que tanta seguridad te da.
Para ellos, llegar a conocerse en profundidad, dejar que el otro forme parte de su vida, con sus defectos y virtudes, con sus miedos y alegrías, y aceptar los sentimientos que tienen el uno por el otro será toda una aventura, la mayor de sus vidas.

De verdad, su historia ha sido taaan bonita y adorable, que tenéis que leer este libro aunque sólo sea por disfrutar de ella. El desarrollo de la historia es ascendente, va aumentando en intensidad según se acerca al final. La última parte del libro es todo sentimientos y emociones, escenas muy bonitas y románticas, pero también tristes, que acaba con un final perfecto para esta historia.


Eso sí, esta novela tiene muchas cosas más a destacar a parte de la relación de Matty y Julian. Los personajes secundarios son simplemente geniales, me he divertido muchísimo con ellos. La manera en la que Julian interactua con los vecinos me ha parecido muy original y la manera en la que la autora hace una crítica social de forma tan natural me ha encantado. Toca temas muy delicados de forma muy acertada, introduciendolos en la historia sin que quede forzado y dándoles la importancia que necesitan en la trama, ni más ni menos. Por no hablar de lo increíblemente bien construida y documentada que está la historia, con un montón de referencias y simbolismos que me han encantado. La autora ha hecho un trabajo magnífico. Su pluma es elegante y esta vez la ha mezclado con cierta sencillez y lenguaje coloquial que ha creado una cercanía mayor hacia los personajes. Es también descriptiva pero amena, ingeniosa con un toque sarcástico que nuevamente me ha conquistado. Estoy deseando poder disfrutar del resto de novelas que tiene publicadas hasta el momento.


En definitiva, si os gusta el género os recomiendo totalmente esta novela. Es una historia entretenida, original, llena de amor y pasión, con unos personajes adorables y bien construidos, que engancha y se lee en un suspiro. Espero que os animéis con ella y la disfrutéis, es una historia muy bonita.

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Matilde (Matty) es una joven que acaba de ser despedida y no sabe cómo va a poder pagar el alquiler los próximos meses. Por suerte, gracias a unas amigas estupendas que la acogen en su casa, acepta la propuesta de trabajo como asistenta del misterioso hombre que vive en el ático de la finca donde vive desde hace poco con sus amigas. ¿Por qué nadie lo ha visto nunca?¿será Batman?¿un asesino?

Julian Bale es un hombre con un pasado muy duro que ha provocado que se acabe aislando del mundo dentro de su ático del edificio 13 de la calle Cortázar. Hasta ahora solo había tenido contacto humano con su hermana, pero ha llegado el momento de forzar la situación y permitir que otras personas entren en su vida para intentar lo que ella, como psicóloga y hermana, no ha conseguido.

Matty es divertida, sensible, cariñosa, alegre… emite luz por los poros de su cuerpo, es una de esas personas que todo el mundo deberíamos de tener cerca. Es un poco extravagante a la hor de elegir sus prendas de vestir pero ¡me encantan sus calcetines!. No se rinde, es tenaz y persigue la felicidad con todas sus fuerzas.

Julian es sensible, muy educado, tímido, bueno, reservado… ha perdido la esperanza de ser feliz, vive en la más tremenda soledad y, aunque necesita ayuda, no sabe bien cómo pedirla. Gracias a Matty y a su contagiosa alegría encontrará el camino y la motivación para mejorar poco a poco. Me he reído mucho con las conversaciones que mantiene Julián con los vecinos desde su ático, o mejor dicho, consigo mismo pero como si las estuviera teniendo con sus vecinos.

La pluma de Eleanor está repleta de emoción, es ágil, te hace reflexionar y plantearte muchas cuestiones que a veces se dan por sentado y de las que resulta fácil olvidarnos. No deja ningún cabo por atar y logra que empatices desde el primer momento con todos y cada uno de los personajes, incluso con los secundarios.

Eleanor logra dar una profundidad asombrosa a los personajes, sobre todo al personaje de Julian, a través de los magníficos diálogos crea. Alison, Eli, Tay y todos los otros vecinos del edificio están muy bien estructurados y forman una comunidad, más bien familia, de lo más entrañable.

Un ático con vistas no solo es una novela romántica, sino que a través de ella Eleanor ha dado voz a todas aquellas personas que, como el protagonista, se ven sumidos en una situación traumática que te conduce a aislarte y alejarte del contacto humano sin poder evitarlo. Es una crítica a todas las personas que miran hacia otro lado, a la sociedad individualista en la que vivimos, a cómo podemos llegar a desnaturalizar, criticar y juzgar el dolor y las situaciones ajenas en lugar de ofrecernos para ayudar a los demás.


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Es el primer libro que leo de la autora y decir que me ha gustado mucho la manera de narrar esta historia entre un alma atormentada y una flower power con la comunidad de vecinos como telón de fondo.
Matty se queda sin trabajo y sin piso, con lo que decide compartir piso con dos amigas en un edificio en donde ella ya se sentía parte de la comunidad. Los vecinos son “un clan”, una familia y dentro de ese vecindario hay un tipo en el ático que es un misterio y a todos intriga: nunca lo han visto, ni lo han oído, no sale para nada. Podría ser desde un psicopata a un vidente 🤷🏼‍♀️. Hasta que ven un anuncio de que necesita asistentA. Para Matty este hecho es muy conveniente y también para el vecindario, que por fin podrán descubrir quien se esconde en el ático.
Es una historia que no te deja indeferente, una historia de traumas, superación, amistad, de crecimiento personal, de conflictos de actualidad... la comunidad no es una al uso. Nos encontramos con unos personajes muy peculiares, Edu el peluquero cotilla, la señora mayor escritora de novela romántica junto a su nieto, familias que parecen normales, parejas que parecen ejemplares, pero que nadie sabe lo que pasa de puertas para adentro. Y en cuanto a Julian y Matty... son preciosos tal y como son. Ver como se ha ido desarrollando su relación ha sido genial. Después de esto solo puedo decir que por mi parte, recomendada 😉
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