Un ático con vistas

En el número trece de la calle Cortázar alguien ha colocado un anuncio buscando asistenta. Y la solicitud no pertenece a cualquiera. Estamos hablando del vecino del ático. Ese al que ninguno de la unida comunidad de vecinos ha visto nunca y sobre el que circulan peculiares e imaginativas teorías.

Aunque Matilde Tavera no viva en el edificio, sí lo hacen sus dos grandes amigas y, dado el tiempo que pasa en su casa, es considerada un miembro más. El destino caprichoso la hace pasar de un supuesto ascenso al paro. Y no solo mirar con curiosidad el anuncio, además, llamar para optar al puesto. Y conseguirlo. Así Matty se encontrará con el ermitaño del ático, el solitario Julian Bale, un tío alto, guapo, rubio y que parece un vikingo. Eso sí, con el que la comunicación es compleja.

Día tras día, y no sin esfuerzo, Julian y Mattyse irán acercando. Y descubrirán traumas y experiencias que los han marcado, colocándolos en posiciones aparentemente contrarias ante la vida. Él, incapaz de salir de sus dominios; ella, que ha perdido mucho tiempo, no está dispuesta a ser la secundaria de otra historia. Y el amor. Tierno. Bonito. Que se enreda y duele. A veces no es lo que parece. Y siempre atrapa. Por mucho que el miedo nos paralice o nos empuje a huir.

Un ático con vistas (Ediciones B, 2022), de Eleanor Rigby es la primera entrega de la trilogía "Juntos y revueltos". Una novela que no podréis dejar de leer por su ritmo, frescura y maravillosos personajes. Yo ya estoy deseando empezar el segundo libro de la serie. Y mudarme al número trece de la calle Cortázar.
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Sabes que una autora es para ti cuando, después de leer un libro tras otro, sigues teniendo ganas de más. Yo puedo decir a boca llena que Eleanor Rigby se ha convertido en una de mis autoras favoritas.

Un ático con vistas es el primer título de la serie “Juntos y revueltos”. Los libros de esta serie pueden leerse sueltos, pero yo te recomiendo que los leas en orden porque se van haciendo referencias a los anteriores.

En este primer libro conocemos a la comunidad de vecinos de edificio numero trece de la calle Julio Cortázar. ¡Y menuda comunidad! “La que se avecina” se queda en mantilla al lado de estos vecinos. Aunque la historia se centra en Matilda y Julian, lo cierto es que todos los personajes son relevantes y me niego a llamarlos secundarios. Pero bueno, centrémonos.

Matilda es una chica joven y tremendamente feliz a la que la vida le puso un gran pedrusco en el camino que la empujo a ser como es. Julian es un hombre con un trastorno postraumático que ha vivido durante años encerrado en el ático de este edificio despertando la intriga de todos los vecinos. Las necesidades de ambos harán que Matilda y acabe trabajando para Julian, y este choque de caracteres hará las delicias de los lectores. A mí, al menos, me ha fascinado.

Lo que mas me ha gustado ha sido sin duda la forma en que la autora trata ciertos temas, a priori difíciles, sacando la parte positiva de todo. Matilda es un clarísimo ejemplo de esto. Lo que menos… pues nada, es que me ha gustado todo. No puedo ponerle un solo pero a este libro.

En cuanto a la ambientación hay poco que decir. Casi toda la trama se centra en el edificio que está situado en Madrid. Y respecto a la pluma de Eleanor, los que ya la habéis leído lo sabéis, es clara, sencilla, coloquial y divertida. Un punto a destacar en todos los libros de esta autora son los diálogos que siempre son tremendos.

Asique nada, si no lo habéis leído, estáis tardando.

#UnÁticoConVistas de #EleanorRigby @tontosinolees es una novela romántica que me ha sorprendido mucho.
Vamos a conocer una comunidad de vecinos muy peculiar. Todos los personajes son auténticos, creíbles y reales.
Nuestros protagonistas son #Matty y #Julian que nos van a enseñar poco a poco sus heridas, nos van a mostrar cómo se superan capítulo a capítulo y como evolucionan. Creo que tratar un tema tan delicado como el de Julian es difícil y la autora lo ha escrito de forma muy respetuosa dándole incluso toques de humor.
La trama es constante, con un ritmo delicioso que te tiene pendiente en todo momento. Aborda temas sociales serios e importantes, que le dan un plus al argumento, manteniendo la tensión y el drama.
Tiene también sus momentos divertidos, románticos y apasionados. No le falta de nada. Los diálogos me han resultado frescos y ocurrentes.
Lo cierto es que los secundarios hacen un papel crucial, convirtiéndose en algunos momentos en principales incluso, esto hace que sea aún más peculiar y diferente.
Ha sido la primera novela que leo de la autora y he de agradecer que contara conmigo para colaborar, porque me ha descubierto una lectura que he disfrutado palabra a palabra.
Añado que pese a no tener epílogo, no le hace falta, porque el último capítulo hace también esa función. al menos así ha sido para mí, dejando un final más que satisfactorio.
No será lo último que lea de ella y queda más que recomendada esta fantástica historia que me ha enamorado de principio a fin.

Es el primer libro que leo de la autora y decir que me ha gustado mucho la manera de narrar esta historia entre un alma atormentada y una flower power con la comunidad de vecinos como telón de fondo.
Matty se queda sin trabajo y sin piso, con lo que decide compartir piso con dos amigas en un edificio en donde ella ya se sentía parte de la comunidad. Los vecinos son “un clan”, una familia y dentro de ese vecindario hay un tipo en el ático que es un misterio y a todos intriga: nunca lo han visto, ni lo han oído, no sale para nada. Podría ser desde un psicopata a un vidente 🤷🏼‍♀️. Hasta que ven un anuncio de que necesita asistentA. Para Matty este hecho es muy conveniente y también para el vecindario, que por fin podrán descubrir quien se esconde en el ático.
Es una historia que no te deja indeferente, una historia de traumas, superación, amistad, de crecimiento personal, de conflictos de actualidad... la comunidad no es una al uso. Nos encontramos con unos personajes muy peculiares, Edu el peluquero cotilla, la señora mayor escritora de novela romántica junto a su nieto, familias que parecen normales, parejas que parecen ejemplares, pero que nadie sabe lo que pasa de puertas para adentro. Y en cuanto a Julian y Matty... son preciosos tal y como son. Ver como se ha ido desarrollando su relación ha sido genial. Después de esto solo puedo decir que por mi parte, recomendada 😉
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Nunca había leído a esta autora.
La conocí por videos en “tiktok”, dónde recomendaban esta saga.

La verdad que me ha decepcionado un poco. Han habido capítulos que me han parecido de relleno.

En resumen, ha sido entretenido, pero se me ha hecho un poco largo. El final me ha parecido muy rápido.

¿Podemos hablar de la profundidad que tienen los personajes creados por Eleanor Rigby? Yo lo siento si me repito con esto, pero es que me parece importante remarcarlo todas y cada una de las veces. Los protagonistas de esta historia no pueden ser más diferentes: Matty es un ser de luz, una «happy flower» como la copa de un pino y solo dan ganas de tenerla cerca para que se te pegue ese algo tan especial que tiene; Julian, por su parte, es huraño, reservado, las ha pasado canutas y te dan ganas de darle un abrazo bien fuerte. Me ha gustado mucho cómo se ha ido desarrollando su relación y no me he podido reír más con su primer encuentro (en serio, cada vez que pienso en él me río sola). Los secundarios, los vecinos del n.º 13 de la calle Cortázar, son para dar de comer aparte y los adoro por ello.

Una comedia romántica en la que no faltan los traumas, las risas, los cotilleos, la ternura y la locura. Ojalá vivir en esta comunidad de vecinos.

Una historia de superación, confianza y mucho amor.

Un ático con vistas de Eleanor Rigby es una historia que atrapará al lector, con una pareja como la noche y el día, diferente entre sí, pero bien complementada, con un romance a fuego lento donde veremos la atracción que hay entre ellos.

Número 13 de la calle Julio Cortázar, un edificio de vecinos como cualquier otro, aunque aquí a sus habitantes les gusta ser espectadores por lo que cuando el inquilino del ático, Julian Bale, pone un anuncio donde busca asistenta todos empezarán a elucubrar quién es. Las teorías son varias y tanto es el misterio que Matilda, amiga de las chicas del 4ºB, se preguntará por él. Pronto lo descubrirá ya que acabará trabajando para él y jamás pensó que el encierro de Julian era voluntario, una persona con un gran dolor emocional que le impide relacionarse con las personas. Así, cuando Matilda entre en su vida provocará un cambio en su rutina, su alegría será lo que Julian necesite para ir avanzando. Pasarán de no aguantarse a una amistad donde compartirán hechos pasados, aunque no todo será tristeza, descubrirán lo que es el verdadero amor cuando decidan entregarse el uno al otro, un romance tierno donde Matty se sentirá deseada y Julian comprobará que puede ser amado sin que sientan pena por él.

Eleanor Rigby nos presenta una comunidad donde seremos testigos de historias divertidas, pero también veremos el lado amargo de la vida. Aquí cada vecino aportará algo a la obra, pero también a Julian ya que gracias a todos se sentirá parte de ellos. Cuando escuchó reír a Matilda por primera vez, su risa entibió su alma y le hizo desear más. Por ella veremos como Julian recupera la ilusión, su alma sanará a su ritmo recobrando la vida que dejó atrás, pero volver a confiar en las personas es algo que le costará realizar. Aún así, esta comunidad es especial y todos pondrán de su parte para darle la mejor bienvenida. En definitiva, un edificio atípico, pero especial, donde Julian y Matilda nos seducirán con una historia de amor vibrante y llena de pasión.

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¿Conocéis la enfermedad de la agorafobia?
Buenas, hoy os traigo una novela que tenia muchas ganas de leer ya que hace tiempo leí la bilogía “De armas tomar” de la misma autora y me encantó y estaba deseando leer más de ella.
Esta novela es totalmente diferente a la bilogía, pero tengo que me admitir que me ha gustado muchísimo. Todo el libro transcurre en un edificio, pero en diferentes apartamentos y la verdad que la parte de que Julian pueda escuchar todos los chismeríos ha sido un puntazo.

En cuanto a los personajes me ha encantado Matty, sobre todo al principio cuando Julian se lo pone super difícil y no le dejaba entrar al apartamento y hacia todo lo posible para echarla, pero ella con su fuerza de voluntad pude con eso y además ayudarle a él.
A todo lo anterior hay que sumarle que la pluma de la autora es super ágil y te mantiene enganchada hasta el final y sabe como alternar perfectamente entre comedia y romance.
Una novela que os hará fantasear con enamoraros con el vecino ermitaño y os mondareis de la risa con las situaciones surrealistas.
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No es el primer libro de la autora que leo, por lo que ya tenia una idea de lo que me iba a encontrar. Pero ha sido mejor de lo que me esperaba porque me lo he pasado pipa con esta comunidad de vecinos.
Todos los inquilinos de este inmueble están más para allá que para acá. Cada cual tiene sus cosas, sus traumas y su vida pasada pero está todo contado con gracia y salero de forma que la lectura se hace muy amena y te encuentras queriendo leer más.
He disfrutado de lo lindo con este libro y espero hacerme pronto con el segundo que ya está en las librerías.

No tenía ninguna expectativa cuando empecé esta novela y la verdad es que ¡me ha encantado!
Me declaró fan incondicional de Matilda y sus botines con cerezas estampadas, de su positivismo, su dulzura, su inocencia hasta y de su "hit the road Jack" como insulto definitivo.
Matilda no vive en el edificio situado en el número 13 de la calle Julio Cortazar pero forma parte del día a día de esta variopinta comunidad gracias a sus dos amigas, Eli y Tamara a las que visita con frecuencia.
Julian es el misterioso vecino del ático y la comidilla de la comunidad. Nadie lo ha visto nunca, nunca ha salido del ático y eso ha provocado que circulen todo tipo de teorías sobre él por los rellanos: como que podría ser un peligroso delincuente buscado por la interpol, un asesino en serie, un vampiro o incluso batman.
Un anuncio en el tablón del edificio será la oportunidad de desvelar el misterio. ¿Imagináis quién será la encargada de hacerlo? Exacto: Maldita, digo Matilda.
A pesar de que los protagonistas de esta historia son Matilda y Julian, todos los secundarios son imprescindibles. Esa disparatada comunidad de vecinos que bien podría ser el 13 Rue del percebe en lugar del 13 Julio Cortazar no tiene desperdicio.
Lo que no saben es que Julián los conoce más de lo que imaginan, que "el oráculo" lo escucha todo desde sus dominios, lo bueno, y tambien lo malo, porque no es oro todo lo que reluce y no debemos juzgar a la ligera las vidas ajenas.