Tengo la firme convicción de que cuando una cosa ha sido premiada por un grupo de expertos, no es para mí, me lo ha demostrado la experiencia y pocas veces no se cumple. Desgraciadamente, en este caso, sigue la regla. No he podido pasar del primer capítulo. La narración está llena de florituras en las descripciones que aunque no niego que dan cierta calidez, en este caso se hacen demasiado pesadas y llegan a perderme (leyendo las críticas, me siento algo mejor sabiendo que no soy la única que no conecta con esto) Además, en mi opinión carece de una presentación del contexto y los personajes que ayude a quienes no están familiarizados con ese momento de la historia de Nicaragua, como es mi caso. Quizá a alguien le guste, pero definitivamente no ha sido para mí. |
En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, llegan a la península ibérica dos barcos con seiscientos alemanes provenientes de Camerún. Se han entregado en la frontera guineana a las autoridades coloniales por ser España país neutral. Se instalan, entre otros lugares, en Zaragoza, donde forman una pequeña comunidad que jamás regresará a Alemania, aunque no podrán escapar al devenir de la historia cuando se produzca el auge y la caída del régimen nazi. Entre sus descendientes están Eva y Fede, quienes, más de un siglo después, se encuentran en el cementerio alemán de Zaragoza en el entierro de Gabi, su hermano mayor. Junto con su padre, ellos son los últimos supervivientes de los Schuster, una familia que llegó a tener un importante negocio de alimentación hoy desaparecido. Con una intriga que crece página a página, Los alemanes es una ficción sobre la culpa, el poder y la corrupción que alumbra el infierno que puede llegar a ser, en ocasiones, la familia.
«Narra con maestría un suceso muy poco conocido de la historia española relacionado con las mutaciones del nazismo y con hondas consecuencias en el mundo actual. Oscuros secretos familiares encierran un pasado amenazador capaz de destruir el presente. ¿Heredan los hijos la culpa de los padres? Una novela apasionante que pone a prueba la conciencia de los personajes y que sacude la del lector».
Del acta del jurado del XXVII Premio Alfaguara de novela, integrado por Sergio Ramírez, Juan José Millás, Laura Restrepo, Rosa Montero, Manuel Rivas y Pilar Reyes.