Los pazos de Ulloa

Leyendo este libro me he dado cuenta que no tiene por qué gustarme todo lo que escribe un mismo autor. Me encantó "Insolación y otros relatos" pero sin embargo no he podido con este libro. Me ha parecido que escribe de una forma muy distinta a la forma en que lo hace con los relatos. La historia de este libro en si no está nada mal pero me han sacado de contexto tanto la forma en que está escrito por tener muchos galicismos y ser más recargada que en sus relatos como los temas alternativos que agrega a la historia como son en este caso temas políticos y de caza. La trama central que gira entorno al párroco que va a poner orden en la casa del Marqués de Ulloa y que vive prendado por Nucha me ha encantado y lo mismo con el triángulo amoroso en el que viven el ama de llaves, Nucha y el Marqués. Lastima que el lenguaje me sacará tanto de la historia.

Lo de esta señora, de la S a la A, es una cosa loca. No sé cómo consigue que me gusten, disfrute y necesite seguir leyendo qué pasa en unos pazos, clasismos naftalínicos, machismo a punta pala, un pintoresco cuadro de España tal cual era y es, según. Me puede contar la lista de la compra que considero muy probable querer leerla con gusto. Tiene algo especial. Siempre. Desde sus relatos policiacos a las novelas...

Emilia Pardo Bazán fue una mujer adelantada a su época y es algo que se percibe en sus escritos.

En Los pazos de Ulloa critica la penosa situación de las mujeres sin poder decisorio, ya sean de cuna alta o baja, a las clases altas remilgadas e hipócritas de la ciudad, a los caciques rurales que se creen con derecho a todo por tener un apellido y no saben hacer la “o” con un canuto, teniendo que depender de los de su alrededor que, al final de la corrida, son los que verdaderamente mandan y a la iglesia. Doña Emilia no se deja a nadie fuera de su afilada pluma.

La historia se centra en Julian un párroco al que envían a Los pazos de Ulloa. Un lugar decadente tanto en construcciones como en sus gentes, donde el joven párroco, con grandes ideales, intenta realizar cambios topándose con Primitivo, el administrador que bajo mano, manda más que el Marqués.

Las diferentes situaciones que se dan en la novela, así como los enfrentamientos entre los personajes, junto a la atmósfera inquietante en que nos introduce la autora hace de esta obra una gran lectura.

Emilia hace una foto de los pazos raquíticos de la Galicia de mediados del S. XIX.
Caricaturiza a personajes típicos de esa época, nobles venidos a menos, sacerdotes que dirigen bajo cuerda, corrupciones políticas, y misoginia, mucha misoginia.
A pesar del castellano antiguo se lee bastante bien, la prosa de Emilia es envolvente, con sus descripciones ves y sientes aquellas tierras, hueles los pazos, y conoces a los personajes con todas sus virtudes y, sobretodo, sus defectos.
Me queda seguir por “La madre naturaleza”, así que pronto volveré a encontrarme con Doña Emilia, una grande de la literatura española, ¿nuestra Brönte?

Otro de los clásicos que aproveché para leer durante el viaje, qué bueno rescatar autores y obras del pasado de vez en cuando en lugar de dejarnos arrastrar siempre por la inmensa ola de novedades editoriales.

Publicada originalmente en 1886, esta novela nos sitúa en una Galicia rural, concretamente en los pazos pertenecientes a Don Pedro, Marqués de Ulloa. El protagonista es Julián, un sacerdote cándido e inocente al que envían al lugar para sustituir al antiguo cura en las labores de administración y cristianización. Su primer encuentro con el Marqués, su mayordomo Primitivo y el cura será totalmente revelador. Los tres han estado cazando y, posteriormente, durante la comida, emborracharán a Perucho, un niño pequeño que vive en el pazo (y que, con el tiempo, sabrá que es hijo ilegítimo del Marqués). Todos estos actos dejan patidifuso a Julián, puesto que se salen de lo que manda el Señor que debe hacerse.

Poco a poco irá aumentando el listado de cosas reprobables que suceden en el lugar. Se suma la presencia de Sabel, la hija de Primitivo, una mujer que, a su modo de ver, utiliza su sensualidad con fines perversos. Mientras Primitivo, un hombre analfabeto pero muy ambicioso, es el verdadero administrador del lugar, robando siempre que puede al Marqués y poniendo en su contra a todos los trabajadores si algo no le gusta. Poco puede hacer Julián frente a él, lo único que consigue es que el Marqués se case con Nucha, su prima, que resulta ser una joven muy religiosa a la que Julián tienen en un pedestal. Pero Primitivo y su cohorte harán que la vida de Nucha y su futura hija en el pazo sea muy complicada…

Se trata de una obra muy entretenida en la que la autora demuestra su maestría a nivel prosístico, además de en el estilo naturalista, en el que el ambiente y la naturaleza son determinantes en la vida del individuo. Pardo Bazán consigue representar al a perfección los entornos y el contraste entre la vida en el campo y en la ciudad, dejando entrever una crítica importante al uso y abuso del poder a todos los niveles.

Emilia Pardo Bazán nos dibuja (literalmente es igual de visual que ver un dibujo, ya que su forma de describir el entorno es grandioso) una historia que transcurre en la Galicia rural del siglo XIX.

Don Julián, joven sacerdote, es enviado a los Pazos de Ulloa para intentar poner un poco de orden en las tierras de Don Pedro Moscoso, alias el Marqués de Ulloa. Julián se ve enseguida abrumado frente a tanto despropósito moral (y no sólo moral), la decadencia en los Pazos es general.

Desde la perspectiva de Julián, la autora nos crea una imagen de la organización social y política de esa zona ficticia de Galicia. A partir de ahí es capaz de crear grandes personajes que permiten que la trama sea interesante para el lector. Cuánto aprecio le puedes coger a algunos y, por contra, qué personajes tan malvados se sacó de la manga.

Injusticia, avaricia, ansias de poder, misoginia o violencia son algunos de los temas que se tocan en la novela, a través de una impecable pluma de Pardo Bazán. La calidad literaria que atesora este escrito es muy alta. Da gusto leer libros así, éste en concreto sería disfrutable aunque la historia fuera un esperpento (pero no, la historia también es buena).

Me ha resultado una lectura muy placentera, y además la tenía pendiente desde hace mucho. Si hay alguien que tiene este libro en su lista, le recomiendo que no lo deje esperar mucho, porque merece la pena.

El centenario de Emilia Pardo Bazán era el momento para acercarme a una de las novelas cumbre de su carrera y de nuestra literatura. Como ya me ocurrió el año pasado con el #AñoGaldós, me ha servido para descubrir más acerca del autor que hay detrás de este ‘must' literario: una mujer que fue la primera escritora española “profesional” que pudo vivir gracias a sus ingresos literarios.

La historia comienza cuando don Julián, un joven sacerdote, es enviado a la mansión de los Pazos de Ulloa, en un recóndito y salvaje paraje de Galicia, para ejercer de capellán. Como Julián, el lector espera encontrar una gran hacienda propia de un marquesado, pero en su lugar nos encontramos con los ecos de lo que fue. Así, convencido de mejorar las cosas, Julián convivirá con don Pedro Moscoso, el marqués, un hombre rudo y amante de la caza que, pese a tu título nobiliario, se pliega ante las decisiones de su astuto mayordomo, Primitivo, y de su hija Sabel, la joven criada madre del hijo bastardo al marqués.

A la trama principal hay que añadir los “tejemanejes” de los caciques locales durante las siguientes elecciones y la irrupción de la política en la aristocracia gallega, que constituyen un retrato soberbio de los entresijos por perpetuarse en el poder de aquellos que siempre lo habían ostentado.

La prosa de “Los Pazos de Ulloa” es magnífica y sus personajes, intensos y profundos, el punto fuerte de la historia. Como otras novelas europeas que se ambientan en el cambio de siglo, me gusta esa contraposición entre el atraso y la decadencia, las ambiciones y el aislamiento, el instinto frente a la sociedad, y la inanidad de la nobleza frente a la férrea determinación del aldeano. Todos estos aspectos conviven en esta historia que todos deberíamos leer, al menos, una vez en la vida.
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Una gran novela, de lectura indispensable, sobre la crudeza de la condición humana entremezclada con la frondosidad de las tierras húmedas gallegas a finales del siglo XIX. Con una narración bella, cargada de una gran riqueza léxica y de la influencia naturalista, la autora nos relata una historia de desencanto y decadencia, fiel reflejo de la España del caciquismo.

Recomiendo este libro con la seguridad de que no dejará indiferente a nadie. Emilia Pardo Bazán con esta obra, nos ofrece una de las mejores muestras del Naturalismo español. Recrea paisajes y personajes de una forma realista y magistral, donde enfrenta al campo y la ciudad destacando lo poco avanzada que estaba la población rural de la época.

Deseando continuar con la segunda parte, “La Madre Naturaleza”.

Hace un par de días terminé Los pazos de Ulloa en uno de los hoteles de Disneyland París. Cuando mis hijos se dormían pensando en atracciones, espectáculos y personajes de dibujos animados yo viajaba a Galicia junto a Julián, Don Pedro, Primitivo, Perucho, Sabel, Nurcha...

Lo de Emilia Pardo Bazán también es mágico. No me suelen atraer las descripciones que se alargan demasiado, pero estas sí las he disfrutado. No sé si ha sido por lo que cuenta, por cómo lo cuenta, por ser consciente de que se publicó en 1886 o por el conjunto de todo, pero la novela me ha gustado mucho.

Esta noche he regresado a Bilbao, pero mi cabeza sigue en París... y en Ulloa.

Hace unos días terminé Los pazos de Ulloa, de Emilia Pardo Bazán, en esta edición de @alianzaeditorial.

En esta novela de 1886 nos trasladaremos a Galicia acompañando al sacerdote Julián, que se acaba de trasladar a los pazos que dan título al libro para hacer de administrador. Todo lo que se encontrará allí y los sucesos que ocurrirán más tarde dan forma a esta historia en la que "no pasa mucho más que la vida".

Novela en la que, para mí, vemos una clara evolución en la historia. Si bien empieza bastante bien y con mucho interés, llega un momento en el que se estanca, pero remonta más adelante para entrar en su mejor parte, su último tercio. Con estanca me refiero a que se me ha hecho un poco lenta en algunas partes; esto no tiene por qué ser malo para el lector, pero en mi caso lo ha sido, quizás por las fechas en las que lo he leído.

Me gustaría destacar también los grandes paisajes que iremos recorriendo en los constantes viajes, y los personajes, tanto principales como secundarios.

¿Me ha gustado? Sí, bastante, pero también es verdad que llevaba las expectativas muy altas por la obra que era y no las ha llegado a cumplir del todo. Me quedo con lo que decía del final, muy ágil, que completa una gran historia y que me ha dejado con ganas de seguir con su siguiente novela: La madre naturaleza.

3,5.