Los pazos de Ulloa

Emilia Pardo Bazán fue una mujer adelantada a su época y es algo que se percibe en sus escritos.

En Los pazos de Ulloa critica la penosa situación de las mujeres sin poder decisorio, ya sean de cuna alta o baja, a las clases altas remilgadas e hipócritas de la ciudad, a los caciques rurales que se creen con derecho a todo por tener un apellido y no saben hacer la “o” con un canuto, teniendo que depender de los de su alrededor que, al final de la corrida, son los que verdaderamente mandan y a la iglesia. Doña Emilia no se deja a nadie fuera de su afilada pluma.

La historia se centra en Julian un párroco al que envían a Los pazos de Ulloa. Un lugar decadente tanto en construcciones como en sus gentes, donde el joven párroco, con grandes ideales, intenta realizar cambios topándose con Primitivo, el administrador que bajo mano, manda más que el Marqués.

Las diferentes situaciones que se dan en la novela, así como los enfrentamientos entre los personajes, junto a la atmósfera inquietante en que nos introduce la autora hace de esta obra una gran lectura.