1984

Nada cambiará mientras el poder siga en manos de una minoría privilegiada.

Existía la posibilidad, por primera vez en la Historia, de obligar a los gobernados, no únicamente a una absoluta obediencia a la voluntad del Estado, sino a la absoluta igualdad de opinión.

Estaba solo. El pasado habia muerto, el futuro era inimaginable.

Quien controla el pasado - decía la consigna del Partido - controla el futuro. Quien controla el presente controla el pasado

La herencia humana no se continuaba porque uno se hiciera oír sino por el hecho de permanecer cuerdo.

En cierto modo la visión del mundo inventada por el Partido se imponía con excelente éxito a la gente incapaz de comprenderla.

La libertad es poder decir libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás vendrá por sus pasos contados.

Si se les permitiese entrar en contacto con forasteros, descubriría que son similares a él y que casi todo lo que le han contado sobre ellos son mentiras. El mundo estanco en que vive se rompería y el miedo, el temor, el odio y el fariseísmo de los que dependen su moral podría evaporarse.

Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse revelado, no serán conscientes. Ese es el problema.

El abrazo que se dieron había sido una batalla y el desenlace una victoria.