A flor de piel

Una novela muy interesante por la parte histórica que le concierne, relatándonos una expedición sanitaria, promulgada por el rey Carlos IV de España a inicios del s.XIX en las colonias españolas americanas, que, si bien empezaban a dar muestras de sus deseos de independencia, el rey dispuso que se llevara a todos sus súbditos la vacuna de la viruela, que tanto daño estaba causando en esos territorios.

Los datos técnicos de esta hazaña sanitaria han sido de gran aprendizaje, y la novela que el autor ha tejido a su alrededor, sin duda ha sido muy entretenida, difícil de soltar. A pesar de las penurias e injusticias que se develan en ella como hechos reales, logra tejer una trama envolvente de los personajes involucrados.

La novela empieza con la muerte de la madre de Isabel Zendal, la Ignacia. todo alrededor de Isabel es muerte, pobreza, miseria, pero a pesar de las desdichas el padre de Isabel instruye la niña en los principios básicos de las letras y los números.
Por mediación del párroco de su pueblo, le buscará un trabajo en casa de unos señores importantes, los señores Hinojosa, pero deberá irse a La Coruña.
Isabel recibirá mucho amor por parte de esta familia, ya que cuida a los niños de esta familia como si fueran sus propios hijos, pero una lacra la perseguirá toda su vida, un pecado capital: haber concebido un hijo de un soldado que le promete lo que nunca cumplirá, convirtiéndose ella en una vergüenza para sí misma.
El autor paralelamente nos va explicando la vida de Balmis otro de los protagonistas de esta gran aventura.
Balmis, médico militar de Alicante tiene un proyecto que es el de llevar la vacuna de la viruela a todos los países de ultramar. auspiciado por el propio monarca Carlos IV empezará la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna
Balmis e Isabel se conocerán cuando Isabel es rectora de una inclusa, y Balmis necesita llevarse veintidós niños gallegos, que fueran expósitos o sea huérfanos, según dice Balmis que no tienen nada que perder, para ser los primeros transportadores de la vacuna. Isabel al principio reticente, acabará formando parte de esta gran expedición, siendo la encargada de los niños.
El 30 de noviembre de 1803 partirá desde La Coruña la corbeta María Pita que será la encargada de llevar a los protagonistas a ultramar.
También hay otro personaje que también es médico que los acompañará en la expedición Salvany, médico catalán
Estos dos hombres Balmis y Salvany competirán por el amor de Isabel, pero ella quiere a Salvany porque es un hombre honesto, humano y que antepone el deber a su frágil enfermedad.
Balmes que es muy ambicioso no reparará en dividir la expedición dándole a Salvany los lugares más lejanos y difíciles donde llevar la vacuna.
¡Imaginaros por un momento a Salvany muy enfermo llevando la vacuna a Perú, recorriendo toda la cordillera y toda la selva amazónica casi muriéndose y arrastrándose, pero siempre con la moral alta!
Los protagonistas pasarán muchas penurias, se enfrentarán a la corrupción política de muchos virreinatos, en algunos pueblos eran bien recibidos y en otros eran tratados como pordioseros, pero no cejan en su labor y consiguen llevar la vacuna a todos los países de ultramar e incluso llegan a Filipinas
Por eso al cabo de 10 años de esta gran expedición Balmis es reconocido por su trabajo y le condecoran por su labor.
Nada o casi nada se le reconoce a Salvany.
y si Balmis consiguió ese premio tan deseado fue gracias a Isabel Zendal que durante toda la novela es el pilar de la expedición.
Sin Isabel que es la parte humana, la que cuida a los niños como su madre, todos son hijos suyos, los quiere, los cuida, les hace de enfermera durante el viaje , intentará no dejar ninguno en el camino a pesar de que alguno muere.
Ella es una mujer valiente, una mujer coraje, que al final de su camino encontrará el amor en un pueblo apacible de ultramar.
Es el primer libro de Javier Moro que cae en mis manos y no me ha decepcionado en absoluto. Históricamente hablando, está muy bien documentado y el autor ha sabido poner a Isabel de puntal de una historia real convirtiéndola en una gran aventura llena de ternura y muy humanitaria.

A raíz de la situación sanitaria actual, creo que la lectura de este libro puede animar a los rezagados que aún no se han vacunado y lo han dejado para más tarde. En este libro se ensalza la figura de Isabel Zendal, una mujer que extendió la vacuna de la viruela por las colonias españolas en América. Hasta ahora en España no se habían dado muestras de reconocimiento hacia ella, pero con motivo de la pandemia que estamos viviendo en la actualidad se ha vuelto a recordar a esta mujer tan importante, tanto es así que se ha puesto su nombre a uno de los hospitales recién inaugurados de Madrid para realizar los trabajos de vacunación.

Pero Javier Moro ya nos recordaba la labor tan importante que realizó Isabel Zendal en este libro, una novela basada en la expedición en la que se embarcó para llevar la vacuna de la viruela a lo que ahora son algunos países latinoamericanos. Para ello, se inoculó el virus en el cuerpo de ventitidós niños huérfanos para portarlo a través de una travesía por el mar.

La importancia sanitaria y científica es apabullante, pero aunque este es el tema principal, el autor nos brinda una crítica hacia la corrupción a niveles altos que siempre ha habido en España y hacia la brecha de género. Isabel es un ejemplo más de una mujer válida y capaz que tuvo que luchar contra viento y marea para poder realizar su trabajo de la mejor forma posible.

Aunque en algunos momentos las descripciones hacen de su lectura algo más lenta, resulta muy amena e interesante, ya que esta época de la Historia ha sido narrada desde muchos otros puntos de vista, pero poco desde el sanitario. Una novela muy recomendable para los tiempos que estamos viviendo y para recordar a una mujer sin igual.

Esta novela se publicó en 2015 y en ella vamos a recorrer junto a Isabel Zendal y al doctor Francisco Balmis la historia que marcó un gran avance en la historia, la vacuna de la viruela.

Nos vamos a remontar a 1803, cuando una corbeta zarpa desde La Coruña con veintidós niños huérfanos con una importante misión: llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar.
En esta novela veremos las dificultades a las que se enfrentan, la lucha de Isabel Zendal por hacerse con una vida propia, la ambición y el amor.

Una novela sin duda muy bien documentada, con una gran labor de investigación y con grandes detalles históricos, que nos hace meternos en la piel de cada personaje. Nos hace pensar que, en momentos así, ¿quién tiene el derecho para decidir a quién salvar? ¿Con qué cuerpo “abandonamos” a personas porque ya no son útiles para la misión?

Sabor agridulce me ha dejado este libro... Tenia expectativas elevadas y también me atraía mucho la temática, lo primero porque soy enfermera y segundo por el tema histórico de la vacunación...

El autor dice que precisa documentación y bibliografía como muletilla para avanzar en la narración y créeme que se nota... Es impecable en cuanto a los acontecimientos históricos pero hace que si este no es tu objetivo principal algunos capítulos resulten tediosos.... También muchas escenas de navegación llegan a ser repetitivas... Hace que el libro tenga un ritmo lento hasta que llega a los últimos capítulos en los que todo se resuelve con mucha premura...

Como punto fuerte diré que la parte ficticia o novelada es interesante y bella. La historia real que esconde la novela de la vacunación de viruela a principios del siglo XIX es simplemente admirable . Y el personaje que ha creado a partir de Isabel Zendal es maravilloso...

Quieres leer "A flor de piel"? Si, gracias.
Siempre que leo a este autor descubro hechos históricos que no venían en mis libros de estudio y eso me gusta. La historia que cuenta aquí, está basada en un viaje decisivo y crucial para la humanidad. La protagonista de este libro era gallega y está reconocida por la OMS. Todos estos datos yo los ignoraba y si no es por este libro seguiría haciéndolo. El autor consigue que vayas descubriendo todo esto manteniendo el interés durante toda la lectura en los personajes, en la historia, en los viajes... Una novela 100% recomendable. Gracias.

Una historia emocionante que nos descubre personajes históricos de nuestro país que apenas se conocen y deberían tener más relevancia por su gran labor en beneficio de la humanidad. Su lucha contra la pandemia de la viruela y como idearon la forma de distribuir la vacuna a nivel mundial, enfrentándose en algunos momentos a los intereses económicos de los dirigentes locales. En la actualidad necesitamos urgentemente un Balmis, un Salvany y como no, una Isabel Zendal.

Esta narración histórica nos cuenta la apasionante aventura que supuso la expedición de la vacuna que a comienzos del siglo XIX envió Carlos IV, dirigida por el doctor Balmis. Esta iniciativa buscó extender la vacuna de la viruela por las colonias españolas. Moro hace un excepcional y muy bien documentado relato, en el que tiene un papel fundamental Isabel Zendal, a cargo de los huérfanos que portan la vacuna de la viruela en sus cuerpos. Una aventura tan extraordinaria como real, contada por su autor con amenidad y rigor histórico.

Este libro nos lo ha recomendado una compañera de trabajo, y la verdad es que ha acertado de lleno con la recomendación. Nada más terminar el libro hemos sufrido una resaca literaria, además de tener muchísimos sentimientos a flor de piel. Solo hay que imaginarse la proeza que se ha llevado a cabo en el siglo XIX, sin medios para transportar la vacuna de la viruela, y lo que se está haciendo ahora con el covid, que los medios de comunicación hablaban de la dificultad de transportar la vacuna por culpa de las neveras... Si echáramos la vista atrás, veríamos que tenemos mucho que aprender de nuestros antepasados, pero no interesa, porque nos dejaría en evidencia...


Es bien sabido que en esta época el mundo ha sido acosado por la epidemia de la viruela, un virus, como otro cualquiera, al que no le interesan las clases sociales ni la localización geográfica, y solo el interés de unos pocos por luchar contra ella, ha conseguido que se lleve a cabo la expedición que se cuenta en este libro para poder acabar con ella. 


Nos ha encantado este libro, no solo por la historia que cuenta, que es real, aunque estamos seguros de que el autor se ha tomado alguna que otra licencia, si no por el origen de las vacunas y el por qué de su nombre. Aunque los encargados de transportar la vacuna por el mundo fueron Balmis y Salvany, acompañados por Zendal, la idea de su desarrollo fue de un médico ingles llamado Jenner, que compartió sus descubrimientos con otros colegas, y gracias a eso se pudo erradicar dicha enfermedad. 


Nos parecen muy interesantes este tipo de lecturas porque a parte de enseñarnos una parte muy importante de nuestra historia, nos demuestran también que el querer es poder, y que solo hay que tener interés en conseguir algo y luchar por ello. El legado que nos han dejado los doctores Balmis y Salvany, junto con Isabel Zendal es de gran importancia para la medicina moderna y demuestran que la investigación y la ciencia son más que necesarias para poder seguir luchando contra diversas enfermedades. 


Desde Mundo Gamusino no podemos más que recomendar este libro a todos aquellos que tengan curiosidad por saber cómo fueron capaces en aquella época de luchar contra esta enfermedad, y compararlo con la situación que estamos viviendo actualmente.  

Una novela muy interesante, con muchos datos históricos que no conocía, aunque al principio me enganchó , el final se me ha hecho un poco largo, aún así, ha sido interesante descubrir la vida y viaje de Isabel a la nueva España.