Tierra

Lo inesperado siempre intensifica el dolor.

La muerte no distingue entre fuera y dentro, entre calor y frío, entre culpable o inocente.

Un virus que va a acabar con la Tierra, eso es lo que somos los humanos.

El principal problema de buscar la verdad es encontrarla y no saber qué hacer con ella.

Los recuerdos no entienden de tiempo. Cuando duelen, duelen; porque desafortunadamente los recuerdos siempre duelen en presente.

Nunca hay buenas noticias cuando el teléfono suena de madrugada.

Nadie puede imaginar el impacto que tiene dar por muerto el pasado.

El odio no descansa ni con los muertos.

Miré con tristeza la plaga en la que nos habíamos convertido y allí, en aquel lugar, recordé las palabras que un día me dijo mi padre: un virus que va a acabar con la Tierra, eso es lo que somos los humanos.

Fue curioso ese mensaje, pues ya hacía tiempo que no aparecía en las películas violentas, ni en los videos de peleas que eran material habitual entre los adolescentes, ni siquiera aquella vez que una cámara grabó a unos jóvenes quemando a un indigente. La violencia estaba normalizada en las redes, en cambio, el nacimiento de un ser humano podía herir sensibilidades.