Las ranas también se enamoran

A ver empecemos por el principio. Marta es una chica de 32 años, madre soltera, que trabaja en el taller de la diseñadora flamenca Lola Herrara. Es una chia muy guapa e independiente. Vive en un piso modesto con su hija de diecisiete años. As leído bien, fue madre muy joven. Marta es una chica que no lo ha pasado bien en la vida y que con la ayuda de Lola y de su difunto marido salió adelante cuando la acogieron en su casa.


Su vida cambia cuando conoce a un Inglés que le causa mas de un quebradero de cabeza, al que odia pero del que no puede apartar los ojos. Toda su vida empieza a tambalearse con la llegada de este chico.


Una historia que te hace reír incluso llorar. Tiene unos personajes que te llegan al alma y a los que le coges especial cariño y a otros a los que te gustaría coger por el cuello y ahogarlos. Tiene la peculiaridad de las novelas de Megan, que tanto me gusta y es que la protagonista es española, en este caso de Madrid y el protagonista es extranjero.


Para algunos no será una novela que no pueda compararse con los clásicos tipo Cumbres borrascosas, Orgullo y prejuicio... pero es una novela real, que puede pasarte a ti o a cualquiera (hay que tener suerte jajaja), cuenta situaciones reales en las que puedes verte reflejada en cualquier momento.
Yo no mido una novela, por las ediciones que haga o por ejemplares que venda, sino por lo que siento cuando la leo . Lo que me pasa cada vez que leo algo de Megan es que me paso el resto del día feliz. Ella te hace ver la vida de otra manera, en la que las preocupaciones existen pero hay que hacerles frente y continuar con la vida y disfrutarla a pesar de todo. Esto es lo que cuenta en esta novela, como a pesar de todos los problemas que le ha planteado la vida, Marta sigue adelante pensando en su hija y en si misma, pero para ello necesita el apoyo de sus amigos, que no son solo amigos, sino su familia. Gracias a ellos le da una oportunidad al amor, que con el tiempo se verá si le ha salido bien o no, pero que podrá decir cuando pasen los años, que al menos intentó ser feliz y que no se arrepiente de ello.

Aconsejo a todo el mundo que lea esta novela y que tras leerla se planteen que están haciendo con su vida. Si están contentos adelante, pero si no es hora de cambiar algo y ser feliz.

Todo comienza en la Feria de Abril. Las sevillanas no me gustan y aún menos la fiesta de Sevilla, pero para mí ha sido inesperado y original ver esta fiesta reflejada en un libro.

Las descripciones son breves y no profundizan demasiado: perfila a los personajes, los escenarios y los sentimientos.
Me gustan las conversaciones tan cercanas, donde se refleja el acento y la forma de hablar tan campechana de todos los personajes. Entre ellos destaca Marta por su carácter fuerte, impulsivo, descarado, peleón, deslenguado... Aunque ser así le causa más de un problema a lo largo de la historia y sus arrebatos a veces resultan inexplicables. La protagonista en un principio te cae bien, pero su carácter tan efervescente acaba cansando, y que sea una choni no me entusiasmó ni un poquito. En cuanto a Philip, no me pareció nada del otro mundo, y el resto de personajes no consiguieron llegarme.

La trama peca de previsible. En el resumen ya sabemos quién será la "rana" de la que se enamora la protagonista, y aunque no se trata del típico flechazo le anda muy cerca. Ese detalle me irrita, estoy cansada de amores a primera vista... La autora podría haber jugado mostrándonos a varios pretendientes para hacer que el lector adivine con cuál terminaría liándose... Lamentablemente, el libro pierde gas hacia la mitad. La trama se estira demasiado y se vuelve algo aburrida. El lenguaje es demasiado repetitivo, abusando de los diminutivos y las palabras soeces.

Había leído y oído comentarios que ponían por las nubes al libro, decían que era super divertido, y es verdad que tiene su punto de humor: me ha entretenido y ciertas frases que me hicieron gracia, pero tampoco es para tirar cohetes... Simplemente yo buscaba más risas y más originalidad. Es un libro rápido de leer, perfecto para pasar el rato y que no te haga pensar. Recomendaría leerlo en verano.

Saludos ;)

Marta es madre soltera de Vanesa, que tiene diecisiete años, le gustan las motos, es independiente y trabaja en el taller de Lola Herrera como costurera de los trajes flamencos de alta costura.
Ella vive en Madrid, pero en la semana de la moda Flamenca se encuentra con un guiri descolorido que la saca de sus casillas. Se vuelven a encontrar en La Feria de Abril de Sevilla entre fiesta y fiesta, y las cosas entre ellos están que arden, aunque no todo por la pasión, sino por los malos entendidos.
Pero cuando descubre que el es Phillip el futuro hijastro de su jefa, su relación cambia radicalmente. Eso y la intención de Marta de vivir la vida a tope y jugar al juego de la rana…

La novela es entretenida, divertida y con situaciones de todo tipo. En algunos puntos puede ser un poco predecible, pero no por eso deja mal sabor de boca. Lo más difícil es introducirte en el mundo que crea Megan, porque una vez que estás dentro ya no puedes escapar de la historia

Reseña rápida:

+- Trama decente.
- Personajes tipo repetidos de sus otras historias.
- Demasiado tópico español.
- Predecible.
- Estira la historia.

Reseña:

Empiezo a econtrar que los personajes de Megan son demasiado parecidos entre todas sus novelas. Españolas impetuosas y extranjeros fríos y mujeriegos (ya no hablemos de su imagen de dioses griegos que tanto se repite en la romántica). Pero es que además son todos taaaaan cabezotas. Que está bien que alguno lo sea pero lo son todos los personajes de cada libro. En este la hija me ha llegado a desesperar con esa venita de adoslescente malota y estupida que le han puesto.

Luego está el tema motes y clichés españoles. Como española ni mis amigos tienen motes como "el musaraña" (eso no lo leía desde la novela del siglo XX que reflejaba el barrio obrero) ni cumplo todos los topicazos que hay sobre España.

Y la trama, aunque me ha gustado, la historia me ha aburrido un poco y me ha parecido que simplemente se alargaba. Había cosas que se veían venir desde el inicio y casi no llegan hasta el final y las peleas y discusiones es como siempre lo mismo. Creo que algún capítulo era prácticamente como el anterior con poca chicha. El libro es breve y aún así si le quitas la mitad tampoco pierde mucho.

En conclusión, hay libros de la autora que prefiero y otros que no he podido ni terminar. Este no lo recomiendo especialmente pero no es pasable y yo seguiré probando otros suyos.

Esencia sigue con su apuesta por recuperar los primeros títulos de la jefa de las Guerreras, alias Megan Maxwell y hoy nos va a dejar soñando despiertas con Las ranas también se enamoran.

Si os gustó “Casi una novela”, “Fue un beso tonto”, "¿Y a ti qué te importa?" o “¡Ni lo sueñes!” no podéis dejar escapar la oportunidad de leer esta maravillosa historia de lucha de egos, de pasión desbordante y de chispas incendiarias.

Marta es una madre joven con una hija adolescente, su vida ha sido dura a más no poder pero es una luchadora que se ha puesto el mundo por montera y junto a Lola Herrera, su jefa en la industria de la moda y lo más parecido que tiene a una madre, vive de su costura con sus grandes amigos Patricia y Adrián.

Marta esta desengañada de los hombres, no los cree del mismo modo en que no cree en el amor, pero el destino le tiene reservada una sorpresa, un hombre que es su polo opuesto en todo, Philip es rico, culto, soso y rubio, no se acerca a su prototipo para nada pero hay algo en él que la enciende.

Juntos jugaran al gato y al ratón, pactaran ser amigos con derecho a roce pero en el fondo ninguno quiere eso, ambos han caído en la red del amor pero no están dispuestos a ser el primero a aceptarlo, así que empezaran a provocarse, a chincharse a despertar los celos del otro y si a todo ello le sumamos una hija adolescente que quiere separarlos el drama está servido.

Esta comedia ácida, irónica y divertida tiene su lado sensible y emocional, la importancia de la familia aunque esta no sea de sangre, los sacrificios de una madre por su hija, la difícil adolescencia y las inseguridades de todos se verán reflejadas en el espejo de muchos.

Dicen que las ranas aunque las beses se quedan ranas, pero si la rana es inglesa, obcecada y capaz de conseguir lo que quiere, quizás y solo quizás pueda transformarse en príncipe o a su princesa en ranita.

Me he reído y llorado, la pluma de Megan Maxwell es ligera pero capaz de agujerear cualquier corazón con armadura y mostrarle una luz de ilusión y esperanza, por mucho que lo intento procuro dosificarlas, me marco un número de páginas y así que dure un poco pero es imposible, es entrar en la historia y devorar sus páginas, te llama, te seduce como un canto de sirenas y no puedes dejar de leer hasta llegar al final.

Una novela muy humana, profunda que aborda temas tanto de la adolescencia, de la juventud y de la madurez, con ricos matices en su prosa y lenguaje mostrando los contrapuntos de sus personajes tanto principales como secundarios, aunque en este caso yo hablaría más de una novela coral.

En pocas palabras porque si me dejan os la explico entera, una historia maravillosa que hay que vivirla y aquí os dejo sus primeras páginas para que os enamoréis.
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