Las ranas también se enamoran

Marta es madre soltera de Vanesa, que tiene diecisiete años, le gustan las motos, es independiente y trabaja en el taller de Lola Herrera como costurera de los trajes flamencos de alta costura.
Ella vive en Madrid, pero en la semana de la moda Flamenca se encuentra con un guiri descolorido que la saca de sus casillas. Se vuelven a encontrar en La Feria de Abril de Sevilla entre fiesta y fiesta, y las cosas entre ellos están que arden, aunque no todo por la pasión, sino por los malos entendidos.
Pero cuando descubre que el es Phillip el futuro hijastro de su jefa, su relación cambia radicalmente. Eso y la intención de Marta de vivir la vida a tope y jugar al juego de la rana…

La novela es entretenida, divertida y con situaciones de todo tipo. En algunos puntos puede ser un poco predecible, pero no por eso deja mal sabor de boca. Lo más difícil es introducirte en el mundo que crea Megan, porque una vez que estás dentro ya no puedes escapar de la historia