Rebeca

Rebeca cobraba forma frente mí, salía de su mundo de sombras, como una figura que de pronto cobrara vida y descendiera de un cuadro. Rebeca fustigando a su caballo; Rebeca tomando ventaja de todo en la vida; Rebeca la triunfadora, asomándose desde la galería de trovadores con una sonrisa en los labios

Endiabladamente astuta. Nadie hubiera imaginado, al conocerla, que no era la persona más amable, más generosa, la más admirable del mundo. Sabía exactamente qué decirle a cada persona, cómo actuar de acuerdo al estado de ánimo de cada uno. Si te hubiera conocido a ti, hubiese salido a pasear contigo al jardín, codo a codo.

Qué tranquila estoy, - pensaba - . Qué serena. Aquí estoy, mirando una cortina mientras Maxim me besa y por primera vez me dice que me ama ...

Y sin razón alguna vino a mi mente un estúpido proverbio de mis tiempos en la escuela: "El tiempo y la marea ni se paran ni se esperan". Estas palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza: "El tiempo y la marea ni se paran ni se esperan"

Los he visto aquí, en la casa, hombres que encontraba en Londres y traía aquí los fines de semana. Los llevaba a pasear en el velero, o los llevaba de picnic a la playa, junto a la casita. Le hacían el amor, ¿quién no se lo haría? Y ella se reía de ellos. Volvía y me decía lo que habían dicho y lo que habían hecho. No le importaba, era como un juego para ella. Como un juego ... ¿Quién no estaría celoso? Todos lo estaban, todos estaban locos por ella.

A esa edad ya tenía el conocimiento de una persona adulta; entablaba conversación con hombres y mujeres mayores y era tan inteligente y tenía más picardía que alguien de dieciocho años

El señor de Winter se construyó este infierno y a nadie más que a sí mismo debe agradecerlo

Rebeca nunca envejecería, siempre sería la misma y contra ella no podía luchar. Era demasiado fuerte para mí

No me pertenecía en absoluto, le pertenecía a Rebeca. Todavía pensaba en Rebeca. Nunca me amaría por culpa de Rebeca

Me pareció que no había nada tan vergonzoso, tan degradante, como un matrimonio fracasado. Fracasado después de tres meses, como el mío