Rebeca

Al mirarle pensé que se vería irreal en un sitio como Florida. El escenario apropiado para él sería una ciudad amurallada del siglo quince, una ciudad de calles angostas y altos campanarios, en la que los habitantes usaran botas con punta y cotas se malla

Me hubiera mirado con desdén, esbozando la helada sonrisa de superioridad que le era característica, y la imagino diciéndome: "Nunca hubo quejas cuando la señora de Winter vivía"

Hay momentos en los que el tiempo, que no siempre puede medirse con el reloj, se convierte en eterno ...

La casa era un sepulcro, nuestros temores y sufrimientos yacían sepultados en las ruinas. no habría resurrección

Allí estaba Manderley, nuestra Manderley, oculta y silenciosa como siempre, sus piedras grises brillando a la luz de la luna que presidía mi sueño

Rebeca, siempre Rebeca. Fuera donde fuera, en Manderley, me sentase donde me sentase, incluso en mis pensamientos y sueños, allí me encontraba con Rebeca

¿Cree usted que nos estará viendo ahora mismo? ¿Cree usted que los muertos vuelven y vigilan a los muertos?

Ella estaba muerta, y no se deben pensar cosas de los muertos. Los muertos duermen apaciblemente, mientras crece la hierba encima de sus tumbas

Quise volver atrás otra vez para revivir aquel momento ya muerto, pero comprendí que, aunque volviéramos, ya no sería el mismo; hasta el sol habría cambiado en el cielo; sus sombras serían distintas…Cuando pensé esto, sentí un frío melancólico

Claro que, antes o después, a todos nos llega en esta vida un momento de prueba. Cada uno de nosotros tiene un demonio propio que nos persigue y atormenta, y al final hemos de luchar contra él