Estaba frente a la casa, callada, silenciosa, y habría podido jurar que Manderley no era un caparazón vació, sino que vivía y respiraba como en otros tiempos
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Estaba frente a la casa, callada, silenciosa, y habría podido jurar que Manderley no era un caparazón vació, sino que vivía y respiraba como en otros tiempos
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Era como si ya hiciera mucho tiempo que nos conocíamos y ahora nos hubiéramos vuelto a encontrar después de una separación de varios años
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Me pregunto cuántos son los que sufren sin descanso porque son incapaces de vencer su propia timidez y reserva y construyen una gran muralla que les impide ver la verda
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Era desagradable aquella sensación de estar esperando algo
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La felicidad no es un bien que pueda atesorarse; es una manera de pensar, un estado de ánimo
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Anoche soñé que había vuelto a Manderley.
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La felicidad no es un bien que puede atesorarse; es una manera de pensar, un estado de ánimo.
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Cada uno de nosotros tiene un demonio propio que nos persigue y atormenta, y al final de cuentas hemos de luchar con él.
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La felicidad no es un bien que pueda atesorarse; es una manera de pensar, un estado de ánimo.
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Antes o después, a todos nos llega en esta vida un demonio propio que nos persigue y atormenta y al final de cuentas hemos de luchar contra él
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¿Quién escribió «Agnes Grey»?