Tú, yo y un tal vez

Dicen que amar es el poder que le das a otra persona para destruirte.
Amar es confiar en que no lo hará

Pase lo que pase, esté donde esté, siempre seré tu "excusa"

Las mentiras son decisiones que tomamos. Cosas que callamos. Cosas que fingimos. Errores que cometemos para tapar otros errores. Por miedo. Por vergüenza. Por proteger a quien amas. Otra falsedad más. Mentimos para protegernos a nosotros mismos de las consecuencias que nuestras accionen tienen en los demás. Y acabas atrapado en tu propia trampa.

Actos, detalles y decisiones que nacen de impulsos sin lógica, en los que no reparamos. A los que no les damos importancia. Que quedan atrás y se olvidan como si no hubiesen sucedido. Hasta que algo los despierta y los trae de vuelta al presente. Y entonces te preguntas hasta que punto fue casualidad o destino

Porque en la vida hay un momento en el que debes elegir entre morir por otros y vivir por ti. Y sobrevivir es un instinto que anula la conciencia y no obedece a la razón

Éramos la parte de un todo.

Que lo nuestro empezó como un tú, yo y un tal vez.
Tal vez ocurra.
Tal vez funcione.
Tal vez dure.
Pero se había convertido en una historia sin final.

Cuando hay caminos destinados a encontrarse, nada podrá evitar la casualidad que hará que se crucen. Y ocurrirá cuando menos lo esperas. Como la pieza perdida de un rompecabezas que aparece de repente, casi por arte de magia, y completa el dibujo.

La vida nunca nos parece tan sencilla como debería, o como nosotros esperamos que sea. Vivimos con la sensación de que siempre nos está poniendo a prueba. Que las cosas horribles solo nos pasan a nosotros y la mala suerte nos persigue. No es así. La vida no es más que una sucesión de días. Es tiempo. Somos nosotros y nuestras decisiones los que la complicamos o la hacemos simple, y siempre depende de la dirección que elegimos tomar.

Hay lazos imposibles de romper. Que no desaparecen.
No importa el dolor que puedan causar.