Hay preguntas que simplemente no tienen respuesta. Actos, detalles y decisiones que nacen de impulsos sin lógica, en los que no reparamos, a los que importancia que quedan atrás y se olvidan como si no hubieran sucedido. Hasta que algo los despierta y los trae de vuelta al presente. Y entonces te preguntas hasta que punto fue casualidad o destino.
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