—Desearía… Se calló cuando él la rodeó con sus brazos. —Dime… —Desearía que fuéramos otras personas —musitó—. Me gustaría que fuéramos gente sencilla, y lo único que nos importara fuera tener comida en la mesa y un techo sobre nuestras cabezas. —Y amor —añadió él. Georgiana no vaciló. —Y amor —convino. |