QualityLand

“Pero si la superinteligencia supone una amenaza existencial de este calibre, ¿por qué la construimos? —pregunta Peter—. ¿Por qué no lo prohíbe nadie” ~ QualityLand de Marc-Uwe Kling.

Hoy os traigo una distopía diferente y digo diferente porque ya no sé si es una distopía o la pura realidad disfrazada de ciencia ficción. Qualyland narra la historia de un país al que se le ha cambiado el nombre para limpiar su imagen histórica por el de Qualityland y alllí todo es lo más. En ese país encontramos a Peter, un ciudadano bastante desastroso para los parámetros que marca la sociedad y que difícilmente cumple con lo que el sistema ha diseñado para él. Tal es así que Peter trabaja de chatarrero de robots que ya no cumplen su cometido –en este país no se admite la reparación– y el pobre hombre es incapaz de pasarlos por la plancha con lo cual va creando su propio club de amigos cibernéticos.

En este mundo “distópico” todo se rige por los algoritmos que son los que marcan las compras en la compañía The Shop; las relaciones en la app Qualitypartner y tu categoría social por tu puntuación en Rate me. Y esos algoritmos son los que determinan a quien has de votar, con quien has de compartir tu tiempo, etc. Pero más que hablaros de este mundo distópico os dejo algunos párrafos que no tienen desperdicio y así podéis haceros una idea de lo que vais a encontrar. Por mi parte decir que me ha encantado, y que me ha hecho reír y asustarme a partes iguales. Un libro realmente sorprendente.

“En primer lugar te explicaré algo importante. En la red no hay nada gratis. Si tú no pagas por un servicio, es porque quien paga es otro. Y ese otro no paga por instinto altruista, sino porque espera algo a cambio. Tu tiempo, tu atención, tus datos…”
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“—¿Sabes? —dice el viejo—, lo más gracioso es que, en su día, cuando yo era joven, creíamos sinceramente que internet se convertiría en el medio que liberaría a la humanidad. ¡Qué ingenuos! Y eso que ya sabíamos de dónde había salido la cibernética…”

Confieso que usualmente no me veo muy atraída por la ciencia ficción contemporánea. Sin embargo, algo me dijo que esta obra sí habría de gustarme… ¡Y no me equivoqué!

Este es uno de los libros más divertidos, mordaces y originales, pero también aterradores, que he leído.

Qualityland es un lugar en donde los hombres tienen la errónea concepción de tener a las máquinas trabajando para ellos, cuando en realidad poco falta para que sea la misma Inteligencia Artificial la que los reemplace.

Pero claro, como todo parece funcionar a las mil maravillas; como cada deseo que tiene un individuo puede ser satisfecho, incluso antes de que él mismo sea consciente de tenerlo; y como las relaciones son planeadas con exactitud por algoritmos, con un muy reducido margen de error, la mayoría de sujetos viven en tal estado de alienación y conformidad, que ya se asemejan más a robots que a humanos.

Y, bueno, en este escenario aparecen dos personajes principales: Peter, un hombre que no está muy satisfecho con el sistema, por lo que se permite dudar de él; y John, una inteligencia artificial que aspira a la presidencia, y cuya ambición es rescatar a la humanidad de sí misma.

Este libro cuenta con una narración hilarante, que alterna apartados en los que le habla al lector como si este fuera un turista que va de visita a la ciudad, con otros en los que presenta la historia principal y, unos más, que dedica a avisos y a noticias absurdas en las que se ve reflejada nuestra sociedad de un modo vergonzosamente divertido.

Una novela que desnuda nuestras falencias actuales y que nos lleva a pensar en lo estúpidos y crédulos que hemos venido siendo al ir dándole cada vez más poder a una tecnología que hoy nos está dominando, diciéndonos qué hacer, qué comprar, cómo pensar y con quién relacionarnos.

Una sátira brillante que, tan pronto te hace reír, como horrorizar. Una mirada a nuestra realidad actual y a esa que podemos llegar a tener como tal si continuamos vendiendo nuestra libertad a cambio de comodidad y falsas promesas de una vida sistematizada y perfecta.

Una distopía muy recomendada.

Nos situamos en un futuro, donde nuestro apellido es la profesión de nuestro padre o madre, donde se sabe que es lo que necesitamos y nos lo entregan a casa sin necesidad de pedirlo, donde todas las acciones son puntuadas para ir subiendo de nivel en el sistema. Todo funciona a través de algoritmos, y van realmente genial... ¿no?

Estamos ante un libro muy divertido y ágil de leer. En el transcurso de las páginas vamos siguiendo el día a día de Peter Sinempleo, vemos artículos de periódicos, opiniones en foros. Se muestra una distopía futura, pero desde mi punto de vista, no muy lejana de nuestros días.

En QualityLand, la ciudad sin ningún error y donde todo va genial, las personas solo tienen un objetivo, hacer las acciones que más puntúan para ir subiendo de nivel.

¿Y si tu vida se viera influenciada por el trabajo de tu madre o tu padre porque va a ser tu apellido? ¿Y si tendrías que conseguir “puntos” para poder aumentar de clasificación? ¿Y si la ciudad estuviera llena de inteligencia artificial? ¿Y si la semana ahora sería de 10 días, los días tendrían 10 horas, la jornada laboral sería de 5 horas pero seguiría habiendo 2 días libres? ¿Y si los lugares de compra saben exactamente lo que quieres y te lo traen a casa sin que tú lo pidas? ¿Y si se presentara para presidente del país un robot?

Se nota que el autor, porque lleva al humor toda esta distopía, haciendo que se pase un buen rato.
¿Esto es en un futuro muy lejano o está cerca de la realidad?

Entretenido. Es el primer libro que leo de este autor y, personalmente, me ha gustado bastante. Me ha parecido interesante la forma en que el autor mezcla la crítica social con toques cómicos recurrentes que también son de agradecer. Además, hay que destacar el hecho de que por medio de esta sátira social se nos muestra una realidad, aparentemente perfecta en la superficie pero bastante poco recomendable a la hora de la verdad, a la que podemos llegar a vernos condenados. Además, el autor nos muestra un futuro que está más presente de lo que nos pensamos. También me ha gustado mucho el personaje principal, que actúa a modo de antihéroe, un personaje un tanto curioso y poco estereotípico con el que podemos llegar a sentirnos identificados. Recomendable si os gustan los libros con críticas sociales.

Este libro me ha fascinado. Describe todos los miedos que tengo con respecto a la sociedad actual: la publicidad personalizada, las noticias personalizadas, las webs de citas, los algoritmos, las comentarios de las redes sociales, los haters, el uso indiscriminado de datos y preferencias... Pero todo ello con un humor que destila por todos los poros. Es graciosísimo. El día que vea un vibrador rosa con forma de delfín estaré segura de que el mundo se ha ido a la mierda.