Me preparé un sándwich y salí a la terraza a fumarme un cigarro. Sin ganas de leer. Sin estrellas en el cielo nublado. Sin ella.
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Me preparé un sándwich y salí a la terraza a fumarme un cigarro. Sin ganas de leer. Sin estrellas en el cielo nublado. Sin ella.
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Tres años sin ese trozo de mar, deferente de los demás. Tres años en los que yo había cambiado mucho. Tres años sin verlo. Tres años sin Axel. |
-Axel, no quiero volver a perderte. -Es que no dejaría que eso pasase. |
Somos los amaneceres en la playa y el sonido del mar, somos las noches de estrellas en la terraza, las ganas de desnudarnos, nuestras canciones, el rojo del atardecer y todos los trazos que he hecho pensando en ti. Somos estas paredes que te rodean, lo que hemos vivido. Y también todo lo que está por llegar.
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Porque el corazón gana a la razón. Porque no hay una fórmula secreta que nos impida enamorarnos de esa persona que resulta inadecuada, o que está llena de defectos, o que tiene pareja, o que jamás se percatará siquiera de que existes…
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La segunda parte de la bilogía Deja que ocurra, me a encantado me dejo muchas enseñanzas y pude rescatar muchas cosas del libro así como querer vivir al máximo y querer conocer muchos lugares amo este libro y me encantó más que el primero
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-Estoy pensando en submarinos. -Nuestro submarino amarillo. |
Y simplemente son. Han dejado que ocurra.
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-Mil submarinos amarillos. -Millones de submarinos. |
Quizá no todas las historias estén destinadas a ser un «para siempre», pero no por ello el trayecto recorrido vale menos la pena.
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Manolito ...