Sigue lloviendo

“Pero es que a veces, cuando una mirada lo dice todo, las palabras están de más”.

¿Cómo una historia tan corta puede hacerte sentir tanto? Creo que solo Alice es capaz de atraparte en poco más de 100 páginas.

Y es entre esas páginas donde vamos a conocer la historia de Sara y Víctor. Su pasado, su dolor. Su lucha por superar todo lo que los mantiene separados.

Me ha parecido increíble la forma en la que llegas a empatizar con los personajes y lo mucho que se te encoge el corazón tras cada página.

Sin duda es una historia recomendadísima y de la que, probablemente, queráis más.
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Me encanta como escribe Alice Kellen, tiene ese don de hacer que te sientas como si estuvieras dentro de la historia , consigue que empaticen 100% con los personajes y que sientas el mismo amor, la misma alegría, la misma tristeza y el mismo dolor que ellos.

Sigue lloviendo es una novela corta pero intensa de la que al principio te surgirán muchas incógnitas pero que una vez comprendes el porqué de todo , te aplastara el corazón y te dará un vuelco enorme, pero aún así, no podrás odiar a ninguno de los personajes sino todo lo contrario , los querrás aún más , los comprenderás y verás todo desde otra perspectiva. Sin duda Alice nos enseña mediante esta historia a superar los peores acontecimientos que pueden ocurrir en la vida, a aprender a apoyarse en los demás y buscar ayuda cuando se necesita , pero sobre todo nos enseña a amar con toda tu alma y a aprender a perdonar , dos de las cosas más importantes de la vida.

Muchas gracias Alice por hacernos sentir tanto con tus historias.

Lectura 100% recomendada como todas las de esta autora.

Me ha encantado la historia de Víctor y Sara, sobre todo el punto exacto en el que entiendes todo y hace que se te rompa el corazón... Para tener 100 páginas condensa una cantidad de sentimientos increíbles.
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Este libro me ha dejado con el alma rota.
No es muy largo pero su autora ha logrado en pocas páginas hacerme vivir cada uno de los sentimientos de la pareja, mostrar mucho en pocas palabras, tiene la longitud exacta, de haber sido más largo hubiera sido regodearse en el dolor y sufrimiento.
No puedo decir mucho sin develar parte de la historia, sólo sé que me llegó al corazón y me ha tocado el alma, me ha echo llorar pero ha valido la pena, porque he vivido de primera mano está gran historia de amor.
Mientras iba leyendo me preguntaba cuál era la raíz del problema y es casi al final que se revela lo que quebró a esta pareja y a partir de ahí, las lágrimas no paran ni un poco.

Este es un libro que comienza de una manera muy diferente a todos los que he leído de ella y es que empieza, cuando los protagonistas se van a divorciar, ¿Normal? No lo creo.
Sara cree que ya no tiene arreglo su matrimonio con Víctor, a pesar de que lo siga amando, pero es que no puede perdonarle lo que hizo. Víctor por su parte esta en un hoyo negro, después de lo que hizo, que Sara le haya pedido el divorcio a terminado con él o lo que quedaba de él.
Después de un tiempo de estar divorciados se vuelven a encontrar y todo lo que se supone habían enterrado surge de nuevo. Las chispas, la complicidad, esa rutina que tenían cuando estuvieron casados e incluso los recuerdos y cosas mas cotidianas regresar con todo.
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A pesar de su brevedad, con este libro he vivido de manera intensa los respectivos sentimientos que tienen Sara y Víctor tras poner fin a su matrimonio, el cual se rompió en mil pedazos después de un hecho que ninguno de los dos podrá olvidar jamás. Me ha parecido una historia de amor y superación dura pero a la vez bonita.
Si buscáis un libro ligero para desconectar durante un día este es el idóneo.

Como sabéis hace poco leí Nosotros en la luna, y me gustó tanto que necesitaba leer algo más de la autora. Y de casualidad me encontré con Sigue Lloviendo. Es una historia triste y que te desgarra en algún momento, pero no me ha gustado tanto como los otros libros de Alice.

La historia está muy bien pero me ha faltado profundidad y más páginas. Es un libro que tan solo tiene 116, y creo que la historia podría haberse alargado más. También es entendible porque este libro se publicó en 2015, y ahora se ve una clara evolución en la autora. Eso si, su pluma era igual de maravillosa en 2015. Alice te hace sentir cada una de sus palabras.

3⭐.

Una historia diferente que no te deja indiferente.

Esta novela corta no se parece en nada a todo lo que he leído de Alice. Se ve más real, más cruda.

Cuenta como afecta la pérdida a las personas, muchas veces llevando a la separación. Pero que cuando hay amor, es muy difícil que algo termine. Es intensa en la manera que la que afecta al lector todo por lo que pasan Victor y Sara, ya que es relatado desde los dos puntos de vista, algo que nos ayuda a conocer mejor los sentimientos y anhelos de cada uno y hacerlos un poco nuestros.

Me ha gustado mucho, he llorado y me han dado ganas de dar achuchones masivos a los personajes. Después de Otra vez tú y Llévame a cualquier lugarAlice Kellen se ha superado un poco más con Sigue lloviendo. Muchas gracias por enseñarnos algo diferente.

Esta historia de dos, es desde el principio, algo que te resulta familiar; la historia por la que, casi todos hemos pasado. Y eso te hace seguir... quieres saber si han sufrido como tu, o por el contrario, puedes encontrar un secreto mágico que copiar para, conseguir ese final feliz. Pero entonces, te da un vuelco al corazón, y descubre la verdad... Y te das cuenta de que hay historias, muy muy bonitas y que sólo puedes hablar de este libro, para que todo el mundo lo conozca

Vaya por delante que adoro a esta mujer. A lo mejor es que el destino me ha hecho elegir los títulos adecuados, aquellos que conectan conmigo, que me remueven, que me ponen el vello de punta, que me apretujan el corazón para luego desbordar mis ojos. En fin, ¡qué se yo! de Alice sólo me he leído tres títulos: 13 locuras que regalarte, El chico que dibujaba constelaciones y este que hoy os traigo. No es mucho, lo sé, quiero descubrir muchos más pero es que... la historia de Valentina y Gabriel, y ahora la de Sara y Victor, han dejado una muesca en mi vida literaria y hacen subir enteros cada día a su autora.

Con esta presentación ya os podéis hacer una idea de qué os voy a decir acerca de Sigue lloviendo. Aunque en realidad va a ser poca cosa, la información justa y necesaria para animaros a leerlo porque así me enfrenté yo a esta historia: a ciegas.

Acababa de terminar Proyecto B.E.L de María Suré, eran las once de la noche pero no tenía sueño así que... kindle en mano y con una oferta que adquirí de Kindle Unlimited en Navidad aún vigente, me di un garbeo por los títulos que Amazon podía ofrecerme. Cuando lo vi no lo dudé por dos razones: su autora y su extensión, en dos días seguro que le daba finiquito. ¿Dos días...? No pegué ojo hasta descubrir qué le había pasado a esta pareja que ya sentía como parte de mi vida, como ese par de amigos en crisis por los que te interesas o esos vecinos con los que tienes tan buena relación como para preocuparte por cómo les van las cosas... o esos familiares a los que aprecias y no quieres ver sufrir. Y es que, en mi opinión, el don de Alice Kellen es la cercanía... la cotidianeidad extraordinaria (¿eso existe? no lo sé, pero así la siento)... Hace de lo mundano algo mágico, de los detalles más sencillos algo emocionante...

Sara y Víctor se separan, ella le odia y... a veces le ama, pero le odia. Él sufre. La quiere. Simplemente la quiere aunque desearía poder corresponder a ese odio y sobrellevar su presente mejor de lo que lo hace; sí, tal vez le ayudaría, pero no puede. ¿Qué ha pasado? ¿Qué les ha llevado al punto en el que se encuentran? Ansiar respuestas a esas preguntas es no parar de leer. Y una vez halladas, tal vez por la empatía inmensa que sentí hacia ellos y la comprensión absoluta que me inundó, fue verme desbordada de emociones.

Una historia de superación, una novela breve que nos deja el mensaje de que a veces el amor debe evolucionar, transformarse, amoldarse a lo que la vida nos va poniendo por delante. Demasiadas veces la brecha es insalvable, pero otras todo se reduce a un perdón y a comprender que hay mil formas de vivir eso que todavía late dentro nosotros.