Nunca dejes que nadie te diga que la parte más romántica de una relación es el comienzo. La parte más romántica es cuando te das cuenta de que esa historia llega a su fin.
|
Nunca dejes que nadie te diga que la parte más romántica de una relación es el comienzo. La parte más romántica es cuando te das cuenta de que esa historia llega a su fin.
|
Entonces me besa. Supongo que un beso solo es un beso. Pero jamás me había besado nadie como ahora. Es un beso triste, lleno de amor y de miedo, melancólico y tranquilo. |
Hablamos de nuestra historia de amor como dos personas que discuten sobre una película que acaban de ver, es decir, hablamos de ella sabiendo cómo termina. Ahora, todos nuestros recuerdos se vuelven un poco diferentes, impregnados de un toque agridulce.
|
Ninguno de los dos está listo para dejar ir al otro. Todavía tiene las manos frías. Las meto entre las mías. Las sostengo y comparto con él el calor de mi cuerpo. Él saca una mano para apartarme un mechón de pelo de la cara. Entonces pienso que quizá esto es lo que significa el amor verdadero. Puede que el amor verdadero consista en calentar a la otra persona cuando tiene frío, o en apartarle un mechón de pelo porque te preocupas por ella con cada fibra de tu ser aunque sabes que lo que hay entre vosotros no va a durar. |
Nos amamos y nos perdimos. Y ahora, aunque el amor todavía sigue ahí, las piezas ya no encajan como antes.
|
Por supuesto que he cambiado. Y es evidente que tú también. No había forma de que fuéramos las mismas personas después de perdernos; significábamos demasiado el uno para el otro.
|
Quiero protegerlo del mundo con todas mis ganas, asegurarme de que nada volverá a hacerle daño. Aunque es imposible, por supuesto. No es posible evitarle eso a nadie.
|
Es una idea aterradora, ¿verdad? Que cada persona de este mundo pueda perder a su auténtico y verdadero amor y seguir viviendo para volver a enamorarse. Porque eso significa que también podría pasarle lo mismo a la persona a la que quieres, que podría volver a enamorarse si te pierde.
|
(…) la vida nos llevó en distintas direcciones y nos convirtió en personas diferentes. Nos alejamos, porque estábamos separados. Y puede que eso signifique que, aunque por fin podamos volver a estar juntos… No deberíamos estarlo. |
No puedes capturar el amor en una botella. No puedes agarrarlo con ambas manos y obligarlo a que se quede contigo.
|
¿Cuántos años tiene Evelyn cuando se casa por primera vez?