El portal de los obeliscos

Buena continuación de la Quinta Estación, donde una vez definido el mundo donde sucede la historia quedan definidos los dos personajes centrales y todos esos secundarios necesarios para enriquecer y dar profundidad a cualquier historia.

No tiene la espectacularidad del primer volumen de la trilogía pero en todo caso es un gran libro, que igual que el primero no encuentras el momento de dejarlo, para poder seguir conociendo la historia y saber más pormenores del mundo en que se mueven.

Aunque ha estado interesante, creo que esta segunda parte ha sido mucho más floja que la primera. La trama no da la impresión de avanzar demasiado, aunque hay personajes que evolucionan y descubrimientos, de los que tengo que admitir que me he enterado regular. En general en esta parte las explicaciones son más vagas, y no llega a quedar claro qué está pasando, la lógica de la solución que se atisba, las facciones que componen lo que está pasando (yo también estoy siendo vaga para no spoilear a quien aún no lo haya leído), y el camino que toman las habilidades de Essun y Nessun.
En general, me ha parecido que es un poco más confuso que el primer libro.

Por otro lado, la narración atrapa y los personajes principales siguen gustándome. A algunos les he cogido cariño, con otros no lo tengo claro del todo.

¡Veremos a qué lleva todo esto en el tercer libro!

Definitivamente no es una trilogia para mí. El primero se me atragantó un poco y este se me ha hecho bola. Creo que abandono está serie a la que no he sido capaz de sacarle el jugo que supuestamente tiene a la vista de las críticas tan positiva que atesora.

Segundo libro de la trilogía La tierra fragmentada y segunda obra de arte. N. K. Jemisin es una escritora particular, que tiene un estilo original muy característico. Es el segundo libro que leo de ella, pero creo que solo me hacen falta leer un par de frases para reconocer su escritura. La autora es capaz de crear personajes terriblemente complejos, orgánicos, muy emocionales, con puntos de vista únicos.
A pesar de ser la segunda parte de una trilogía, no defrauda, tiene mucho que contar. Sí creo que algunos capítulos de Essun son un poco lentos, pero suelen aportar alguna información de peso, así que no resultan pesados. Tengo que decir que hay un par de cosas que me chirrían bastante.
ALERTA SPOILER
Los comepiedras, en general, me parecen personajes demasiado difíciles de incluir en la historia sin incurrir en incongruencias. Son, por así decirlo, como los viajes en el tiempo. Es decir, ¿por qué no se meten en Castrima antes y se cargan al personal o se cargan la maquinaria que lo mantiene todo en pie? No sé, si al final se unen a la lucha, ¿por qué no lo hacen desde un primer momento?

El concepto de "magia". Me gustan los orogenes (¿a alguien más le recuerdan a los geomantes del Final Fantasy?), pero lo de "magia" me parece ir a lo fácil.

FIN DEL SPOILER

Siempre busco un par de cosas a la hora de enfrentarme a trilogías y más concretamente a las segundas entregas: que la trama avance y en los mundos de fantasía que el mundo se expanda.
Y aun que en la primera premisa el libro puede que cojee un poco, la segunda sin duda se ha visto cumplida.
La trama en si misma, de acción y conflicto general no tiene un avance claro y conciso, pero la autora nos da esa sensación de expandir el mundo gracias a las nuevos puntos de vista que incorpora.
Volvemos a tener una narración en segunda persona, y seguimos a Essun descubrir un poco más como funciona la magia dentro de la Quietud y cómo el lugar llegó a ser como es.
Volvemos a tener todos los conflictos que nos llevaron al inicio del primer libro y el desencadenante de la búsqueda de Nassun, este peregrinaje (Casi podríamos llamarlo). Pero esta vez desde otro punto e vista, un punto de discusión más elaborado, más allá del odio ciego.

Las nuevas narrativas que se añaden a este libro hacen principalmente una cosa: expandir el mundo y ponernos en situación para lo que puede ser el final de trilogía (del cual no tengo ni una pista de por donde puede ir).
Nassun y Schaffa se unen para darnos nuevas formas de entendimiento del sistema de magia junto con los descubrimientos históricos de Alabastro (personaje que en el primer libro me resultaba algo irritante pero llegué a tener cierta preferencia y que ahora me gusta mucho). También nos da pie ha hablarnos de todo el misterio que gira entorno a los guardianes ¿qué son realmente?
¿Y los come piedras?

Un libro denso que presenta preguntas a la vez que resuelve antiguas dudas. Y nos deja con grandes incógnitas para la última entrega de la trilogía.
Enlace: https://www.youtube.com/c/La..

Me ha encantado volver a la Quietud. A esta tierra llena de supervivientes, comepiedras y orogenes. Jemisin se deja de formalidades: ya sabemos quién es Essun (tú eres Essun. Y yo también), ahora debemos conocer los obeliscos y una nueva fuente de energía, algo que el Fulcro obvió y que los humanos de antaño llamaban magia. El portal de los obeliscos profundiza mucho en cómo funcionan estas geodas gigantes, nos revela qué ocurrió para que surgiera la primera Estación y cómo pueden acabar con ellas. Sí es cierto que a veces se vuelve demasiado técnico y entre que abruma con tantos detalles y que, a veces, da muchas vueltas sobre el mismo tema y no termina de darte la información completa, al final confunde un poco y te deja con más dudas. Sin embargo, eso no quita que sea un pedazo de libro: brutal, duro y, sí, algo esperanzador.

Me gusta mucho que la narración juegue con el tú en los capítulos de Essun y que, además, te vincule con la historia. Y a pesar de que lo duro que puede ser, transmite mucha fuerza y también nos sorprende con detalles de gran delicadeza. Jemisin habla de supervivencia, de cómo enfrentamos situaciones extremas y nos adaptamos a ellas. Lo vemos en los grupos marginados, caminamos entre los más pobres y también los más fuertes. al fin y al cabo, es una lucha que nos concierne a todos.

Esta es tu historia, porque tú eres Essun, y también Nassun, Damaya, Sienita y Schaffa. Nos nutrimos de todo lo que nos rodea, lo que nos hace daño y nuestras fortalezas. Las mujeres protagonistas son como un diamante en bruto: preciosas y resistentes. La historia de la tierra fragmentada está llegando a su punto álgido y Essun... Ay, Essun, parece que todavía te queda un largo viaje por recorrer.

No os podéis perder la trilogía si os gustan las distopías que mezclan fantasía y ciencia ficción, protagonistas supervivientes y con una fuerza envidiable ;)
Enlace: https://wanderingbookreader...

Adoré el primer libro y adoro este también. Es una saga de lo más sólida, original, con personajes complejos y con un mundo aún más complejo e interesante.

Si bien esta entrega es un poco más lenta, más repetitiva, menos variada en sus escenarios, no por ello deja de resultar innovadora.

Además, conocemos a personajes nuevos que merecen mucho la pena, como Ykka y otros habitantes de Castrima, y volvemos a ver a algunos antiguos que yo personalmente daba un poco por perdidos (Alabastro: qué vuelta. Wow. Estoy a la vez triste por cómo acaba el personaje y feliz por volverlo a ver. Sin duda uno de los mejores personajes de la saga. También con ganas de ver qué ofrece Lerna, ahora que por fin ha reaparecido.)

Nassun coge más protagonismo y con ella Schaffa. A ver cómo evoluciona la historia de esos dos. No sé por dónde quiere llevar la historia la autora, pero espero un poco de complejidad por su parte. de momento todo el rollo de "te quiero como a un padre porque mi padre es malo" me resulta un poco cliché e infantil. Vale, sí, hablamos de una niña de 9 años, pero es que Schaffa no es precisamente un angelito caído del cielo XD Espero que Nassun vaya desarrollando cierto criterio.


En fin, que bravo por la autora porque sigue sorprendiendo y agradando con esta saga.

La acción transcurre en La Quietud, un continente asolado por terremotos, tsunamis y volcanes. Cada cierto tiempo se produce una catástrofe de mayor envergadura denominada “Estación”, un tiempo en el que el sol desaparece tras nubes de ceniza que desatan un invierno eterno y en el que las leyes de la naturaleza y de los hombres se alteran por completo. Esto ocurre porque, en algún momento del pasado, los humanos hicieron algo que enfadó al Padre Tierra, y ahora este intenta destruirlos generando un cataclismo detrás de otro.
Comparten este mundo los humanos "normales" y los orogenes, que son personas con la capacidad de controlar la energía que mueve las placas terrestres, a los que los humanos consideran monstruos. También lo habitan los comepiedras, que son como estatuas vivientes y a los cuales tanto los humanos como los orogenes rechazan.
Este segundo libro tiene dos líneas argumentales. En una vemos a Essun, la protagonista, profundizando sus poderes de orogén y asumiendo sus responsabilidades en el seno de una comunidad. En la otra, su hija Nassun, también orogén, descubre y desarrolla sus propios poderes.
También entendemos un poco más acerca de los obeliscos, piedras preciosas gigantes que flotan en el cielo, y se describe mejor a los comepiedras y sus intenciones, aunque todavía nos queda la intriga de sus orígenes. Y descubrimos la razón por la que la Tierra se enojó con la Humanidad.

Hay algo que me gusta muchísimo de esta historia, y es el personaje principal.
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Se trata de Essun, y me gusta mucho la manera en que ella es. En el libro anterior vimos muchísimo de su pasado, de todo lo que le pasó y lo que la llevó a ser cómo es ahora. Pero en este libro vemos más de cómo es ella. Y lo que más me gustó ver es algo de Essun que todos tenemos: ella se aleja de todos, porque tiene miedo a salir lastimada o luego perderlos y salir mucho más lastimada debido a aquello. Pero tiene que convivir en sociedad, lo que quiera o no, y también, lo quiera o no, termina apegándose o valorando o queriendo a los que la rodean. Y eso es algo que nos sucede a todos, y que no podemos evitar: los sentimientos, el afecto y la necesidad de las relaciones humanas. Como existen personas a las que les encanta estar rodeados de otros, también existen las que prefieren estar solos la mayor parte del tiempo. Pero aún así, necesita de los demás y de ese contacto con otras personas. Aunque queramos negarlo, o ignorarlo, o convencernos a nosotros mismos que no, sucede. Porque somos seres sociables, somos seres que necesitamos de una sociedad para poder desarrollarnos, crecer, y progresar. Necesitamos de los demás en los momentos duros y tristes, para salir adelante, pero también los necesitamos en los momentos lindos, para compartir la felicidad y alegría.
Y aunque hayamos sido lastimados, o estemos llenos de miedo, e intentemos escondernos en nuestros interiores, los sentimientos siempre ganan la partida. Lo hacen despacio, con cuidado, sin que nos demos cuenta, para que, cuando lo notemos, ya sea demasiado tarde.
Y es algo interesante, porque aunque nos duela, o no nos guste, sentir es una de las cosas más maravillosas que tenemos como humanos.
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Uno de los aciertos de leer esta segunda parte nada más terminar el primero es que la historia comienza justamente donde termina. Para quienes tuvieran que esperar un año hasta la publicación del siguiente sería un gran problema: la autora no hace ningún repaso ni da detalles de lo que ocurrió en el primero y ahí uno puede perderse. Dicho esto, mejor leer la trilogía del tirón haciendo maratón que dejar pasar el tiempo y perder la frescura de los detalles.

Esta segunda parte me ha gustado menos o quizá después de lo mucho que me gustó el primero fue precisamente ese mi problema: esperar algo igual de bueno. Aquí se adentra más en la orogenia, algo sumamente interesante, pero quizá no haya explicaciones pertinentes que expliquen todo para que el lector no se haga un lío al comprender las diferencias entre orogenia, magia y plata. Es muy interesante pero en muchos momentos me sentía muy perdida. Los obeliscos era uno de los temas que más intrigada me tenía y en este libro hacen su aparición. No es que nos den mucha información sobre ellos, solo la necesaria, pero aún así me quedo con mas intriga sobre ellos.

Los personajes me gustan, pero los secundarios se me quedan un poco flojos en esta ocasión. Essun me gusta mucho cómo protagonista, sigue con su alma rota, sus heridas y cicatrices tratando de buscar su lugar. Nassun no ha terminado de convencerme y eso que tenía muchas ganas de conocerla después del primer libro. Entiendo su comportamiento, el querer y no poder, el tratar de ser la persona que esperan que seas a pesar de ocultar tu naturaleza, pero no ha logrado conquistarme. Hoa me ha faltado mucho en este segundo libro. Durante mucho tiempo en la lectura lo eché de menos y tengo la esperanza que en la última parte tenga más aparición. Alabastro pierde muchísimo protagonismo y se nota un montón porque es uno de los personajes más interesantes. Schaffa, quizá el personaje más potente de esta segunda parte. Interesante y me deja con ganas de saber más. Pero los secundarios pasan sin pena ni gloria, casi no tienen diferencias entre sí y únicamente cumplen su papel en la trama. Ni siquiera la geomestra, ese personaje que conocimos en el primer libro, logró crearme curiosidad con el potencial que tenía.

A pesar de gustarme, devorarlo (porque me enganché bastante), se nota que el ritmo decae y en varios puntos de la lectura se pierde un poco el interés cayendo en la rutina de los personajes. Aún así me lanzo ya mismo a leer el siguiente y último libro de la trilogía.